El Noviazgo Cristiano
Amados hermanos, hoy abordamos un tema de vital importancia en la vida cristiana: el noviazgo. Este tiempo es mucho más que una etapa emocional; es una oportunidad para glorificar a Dios y prepararse para el pacto del matrimonio. A través de las Escrituras, descubrimos principios que deben guiar nuestras relaciones desde el principio, siempre con el propósito de honrar al Señor.
1. Las citas deben tener un propósito: el matrimonio (Mateo 19:6)
El propósito fundamental del noviazgo cristiano es discernir si la relación puede culminar en un matrimonio que glorifique a Dios. Jesús nos enseña en Mateo 19:6 que el matrimonio es una unión establecida por Dios, y no debe tomarse a la ligera. Por lo tanto, nuestras citas deben ser intencionales, buscando siempre la voluntad de Dios.
2. Buscar la guía de Dios antes de iniciar una relación (Proverbios 3:5-6)
Antes de embarcarnos en una relación, debemos buscar la guía de Dios. Proverbios 3:5-6 nos recuerda confiar en el Señor con todo nuestro corazón y permitirle dirigir nuestros caminos. Esto incluye orar por sabiduría y discernimiento para saber si la persona con la que estamos interesados comparte nuestros valores y fe.
3. La importancia de una relación con un cristiano (2 Corintios 6:14)
El apóstol Pablo advierte en 2 Corintios 6:14 sobre el yugo desigual. Una relación entre un creyente y un no creyente puede ser difícil y llevar a conflictos espirituales. Por eso, es esencial buscar una pareja que comparta nuestra fe y nuestro compromiso con Cristo.
4. Pureza en las citas: guardar el cuerpo y el alma (1 Corintios 6:18)
La pureza es un mandato bíblico. En 1 Corintios 6:18, Pablo nos llama a huir de la inmoralidad sexual. Esto implica establecer límites claros y honrar a Dios con nuestro cuerpo, reconociendo que es el templo del Espíritu Santo.
5. Construyendo una relación basada en la Palabra de Dios (Salmo 119:105)
La Palabra de Dios debe ser la base de cualquier relación cristiana. El Salmo 119:105 dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” Una relación que se guía por las Escrituras tiene una base sólida y está orientada hacia el propósito divino.
6. Amor que refleja el amor de Cristo (1 Corintios 13:4)
El amor verdadero debe reflejar el amor de Cristo, como lo describe 1 Corintios 13:4. Es paciente, bondadoso y desinteresado. Un noviazgo cristiano debe ser un reflejo de este tipo de amor, que busca lo mejor para la otra persona sin egoísmo ni orgullo.
7. Comunicación Sana y Transparente (Efesios 4:25)
La comunicación es esencial en cualquier relación. Efesios 4:25 nos anima a hablar con verdad, dejando de lado las mentiras y siendo honestos en nuestras conversaciones. La transparencia y la sinceridad fortalecen la confianza y el respeto mutuo.
8. Establecer límites para honrar a Dios (1 Corintios 10:23)
Aunque muchas cosas son permitidas, no todas son edificantes. En 1 Corintios 10:23, Pablo nos recuerda que debemos actuar de manera que glorifique a Dios. Esto incluye establecer límites en la relación para evitar caer en tentaciones y mantener nuestra pureza.
9. Servir y crecer juntos en Cristo (Gálatas 5:13)
El noviazgo es una oportunidad para servir a Dios y a otros juntos. Gálatas 5:13 nos llama a servirnos unos a otros por amor. Esto significa apoyar el crecimiento espiritual de nuestra pareja y buscar formas de impactar positivamente en el reino de Dios como equipo.
10. Preparándose para ser un cónyuge conforme al corazón de Dios (Proverbios 31:10)
El tiempo de noviazgo también es un tiempo de preparación. Proverbios 31:10 describe a la mujer virtuosa, pero su aplicación es para ambos géneros. Debemos esforzarnos por ser la persona que Dios desea que seamos, moldeando nuestro carácter para reflejar a Cristo en el matrimonio.
- Predica sobre Mateo 10:16 - El Llamado Misionero
- Predica sobre Isaías 50 - La Fidelidad y el Poder de Dios
- Predica sobre La Puerta Estrecha y la Puerta Ancha
Conclusión
El noviazgo cristiano no es solo una etapa, sino un tiempo de preparación y crecimiento espiritual. Es un camino que debemos recorrer con intencionalidad, buscando la guía de Dios y honrándolo en todo momento.
Hoy, te invito a reflexionar: ¿Estás permitiendo que Dios dirija tus relaciones? ¿Estás comprometido a mantener la pureza y a construir una relación basada en su Palabra? Que nuestras relaciones reflejen el amor de Cristo y glorifiquen a Dios en todo. ¡Amén!