Sermón: Compromiso con Dios
Tema Central: El compromiso con Dios es una decisión radical y continua de obediencia, renuncia y fidelidad que produce una vida transformada y eterna recompensa.
Introducción: Más Allá de las Palabras
Hermanos, en la vida diaria, la palabra compromiso implica un acuerdo, una promesa formal. En el matrimonio, en el trabajo, en los estudios. Pero, ¿qué significa realmente el compromiso con Dios? No es una membresía, ni una asistencia ocasional a la iglesia. Es la entrega total de la vida.
Josué, en un momento crucial de la historia de Israel, desafió al pueblo a tomar una decisión definitiva. Al final de su vida, puso un ultimátum que resuena hasta hoy, el cual es el corazón de nuestro mensaje:
1. El Compromiso con Dios Comienza con la Decisión de Seguirlo (Josué 24:15)
“Pero yo y mi casa serviremos al Señor.”
El compromiso es, ante todo, una decisión diaria y consciente de servir al Señor. Es un acto de la voluntad que se renueva cada mañana. Es una declaración pública y personal de lealtad, una elección que se mantiene firme incluso cuando la sociedad y las circunstancias ofrecen alternativas contrarias.
II. Las Marcas del Compromiso Genuino (Obediencia, Prioridad, Renuncia)
Un compromiso sincero no se esconde; se manifiesta en nuestras acciones y prioridades.
2. El Compromiso Requiere Obediencia a la Palabra de Dios (Juan 14:21)
“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama.”
Jesús fue claro: la prueba de nuestro amor, y por lo tanto de nuestro compromiso, es la obediencia práctica. No hay compromiso verdadero con Dios sin una sumisión diaria a Sus mandamientos. Si decimos "Te amo, Señor", pero ignoramos Su Palabra, nuestra declaración es hueca.
3. El Compromiso Se Expresa al Priorizar el Reino (Mateo 6:33)
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.”
Comprometerse con Dios significa priorizar. Significa poner Su voluntad, Su obra y Su gloria por encima de todas las demás preocupaciones: dinero, carrera, placer y hasta nuestra comodidad. Es un acto de fe que cree que si priorizamos a Dios, Él cuidará de todo lo demás.
4. El Compromiso con Dios Requiere Renuncia (Lucas 9:23)
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.”
El compromiso no es conveniencia; es renuncia diaria. El discipulado es costoso. La cruz no es un adorno; es un símbolo de muerte al yo y a nuestros propios deseos. Este es el camino del compromiso: negarnos a nosotros mismos por amor a Cristo.
III. La Naturaleza del Compromiso y Sus Frutos (Fidelidad, Amor y Transformación)
5. El Compromiso Implica Fidelidad (1 Corintios 4:2)
“Se requiere de los administradores que sean hallados fieles.”
Dios nos ha confiado talentos, tiempo, recursos y la verdad de Su Palabra. Él espera que seamos fieles en lo que nos ha dado. La fidelidad no se mide por el éxito visible, sino por la diligencia y la lealtad en las pequeñas cosas.
6. El Compromiso Se Demuestra por el Amor a Dios (Marcos 12:30)
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.”
El amor total a Dios es la base emocional y espiritual de todo compromiso genuino. No es un compromiso por obligación, sino una respuesta apasionada al amor que Él nos ha mostrado en Cristo. Un compromiso que no brota del amor se convierte en legalismo.
7. El Compromiso con Dios Conduce a una Vida Transformada (Romanos 12:1-2)
“Transfórmense mediante la renovación de su mente.”
Quienes se comprometen con Dios no pueden seguir viviendo conforme a los patrones del mundo. Experimentan una transformación continua (santificación). El compromiso es un proceso de renovación mental que cambia cómo pensamos, hablamos y actuamos.
IV. La Esperanza y la Recompensa del Compromiso (Perseverancia y Recompensa)
8. El Compromiso con Dios Produce Perseverancia (Apocalipsis 2:10)
“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”
El verdadero compromiso no es un sprint, sino un maratón de fe. Se mantiene firme incluso en medio de tribulaciones, persecuciones y desánimo. La perseverancia es la evidencia de que nuestra fe es genuina.
9. El Compromiso con Dios No Tolera la División (Santiago 4:8)
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.”
Un corazón dividido es un corazón débil. Jesús dijo que no se puede servir a dos señores. El compromiso exige una lealtad singular. Es necesario acercarse a Él con sinceridad, y Él, fiel, responderá acercándose a nosotros.
10. Dios Recompensa el Compromiso de Sus Siervos (Hebreos 11:6)
“Es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a quienes lo buscan con sinceridad”.
Nuestro compromiso no es en vano. Dios es un recompensador. Él honra y bendice la fidelidad de Sus siervos, no solo en la vida venidera con la corona de la vida, sino también en el presente con Su paz y Su presencia.
- Bosquejo sobre Consagración: Separados Para Dios
- Bosquejo sobre Consolación en Dios: El Bálsamo para el Corazón Afligido
- Bosquejo sobre Discipulado: El Llamado a Seguir y Hacer Seguidores
Conclusión y Llamado
Hermanos, el compromiso con Dios es la vida cristiana. No hay término medio. Como Josué, estamos llamados a tomar una decisión definitiva.
¿Está usted buscando a Dios de forma sincera, con todo su corazón, o con solo una parte de él?
Le invito hoy a renovar ese pacto. Decida obedecer Su Palabra, priorizar Su Reino y llevar Su cruz con fidelidad. Su recompensa es segura.












