Sermón: "Negarse a sí mismo"
Introducción:
Una de las enseñanzas más desafiantes de Jesús: la llamada a negarnos a nosotros mismos. En un mundo que nos invita a buscar nuestro propio bienestar, a satisfacer nuestros deseos y a poner nuestras necesidades en primer lugar, Jesús nos llama a un camino radicalmente diferente. Este camino no es fácil, pero es el único que lleva a la verdadera vida. A través de Lucas 9:23 y otros pasajes, exploraremos lo que significa negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguir a Cristo.
1. El llamado de Jesús al discipulado (Lucas 9:23a)
Jesús comienza diciendo: "Si alguien quiere venir en pos de mí...". Notemos que el discipulado es una decisión personal y voluntaria. Nadie nos obliga a seguir a Jesús; es una elección que hacemos libremente. Sin embargo, este llamado no es una invitación a una vida cómoda o superficial. Es un llamado a un compromiso total, a una entrega absoluta. Jesús no busca seguidores a medias; busca discípulos dispuestos a dar todo por Él.
2. El significado de negarse a sí mismo (Lucas 9:23b)
Jesús continúa: "Niéguese a sí mismo...". Negarse a sí mismo no significa simplemente dejar de hacer algo que nos gusta o privarnos de un placer temporal. Es mucho más profundo. Significa dejar de vivir para nuestros propios deseos, ambiciones y planes, y comenzar a vivir para Cristo. Es morir a nuestra vieja naturaleza y permitir que Cristo viva en nosotros. Es decir: "No yo, sino Cristo".
3. Tomar la cruz diariamente (Lucas 9:23c)
Jesús añade: "Tome su cruz cada día...". La cruz no es un símbolo de comodidad o éxito; es un símbolo de entrega, sacrificio y renuncia. Tomar la cruz significa estar dispuestos a sufrir por Cristo, a renunciar a nuestros propios intereses y a seguir su voluntad, incluso cuando sea difícil. Y esto no es algo que hacemos una sola vez, sino algo que debemos hacer cada día. Es un recordatorio de que el discipulado es un proceso continuo.
4. Seguir a Cristo es un compromiso continuo (Lucas 9:23d)
Jesús concluye: "Y sígame". Seguir a Cristo no es un evento de una sola vez, como una decisión emocional en un momento de fervor. Es un caminar diario, un compromiso constante. Es aprender a escuchar su voz, a obedecer sus mandamientos y a confiar en su guía, día tras día. El discipulado es una relación viva y activa con Jesús.
5. El que ama su vida, la pierde (Lucas 9:24)
Jesús advierte: "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la salvará". Aquí encontramos una paradoja del Reino de Dios: si tratamos de aferrarnos a nuestra vida, a nuestros planes y a nuestras comodidades, terminaremos perdiéndolo todo. Pero si estamos dispuestos a entregar nuestra vida a Cristo, a confiar en su voluntad, encontraremos la verdadera vida, una vida plena y eterna.
6. El peligro de poner al mundo en primer lugar (Lucas 9:25)
Jesús pregunta: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?". El mundo nos ofrece placeres, riquezas y fama, pero todo esto es temporal y vacío. Si ponemos al mundo en primer lugar, estamos eligiendo un camino que nos aleja de Dios. Debemos decidir: ¿seguiremos los placeres del mundo o seguiremos a Cristo? No podemos servir a dos señores.
7. El ejemplo de renuncia de Jesús (Filipenses 2:7)
Jesús es nuestro mayor ejemplo de renuncia. Filipenses 2:7 nos dice que Él "se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo". Jesús, siendo Dios, renunció a su gloria y se humilló hasta la muerte en la cruz. Si Él, que es nuestro Señor, estuvo dispuesto a renunciar a todo por nosotros, ¿cómo no estaremos nosotros dispuestos a renunciar a lo poco que tenemos por Él?
8. Negarse a uno mismo es andar en el Espíritu (Gálatas 5:16)
Para negarnos a nosotros mismos, necesitamos la ayuda del Espíritu Santo. Gálatas 5:16 nos dice: "Anden en el Espíritu, y no satisfarán los deseos de la carne". La carne siempre buscará su propio beneficio, pero el Espíritu nos guía a vivir para Cristo. Solo cuando somos guiados por el Espíritu podemos verdaderamente negarnos a nosotros mismos.
9. La recompensa de la renuncia (Mateo 19:29)
Jesús promete: "Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna". La renuncia no es en vano. Dios recompensa abundantemente a aquellos que lo dejan todo por Él. No perdamos de vista la recompensa eterna que nos espera.
10. La abnegación como estilo de vida (Gálatas 2:20)
Pablo resume esta verdad en Gálatas 2:20: "Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí". El verdadero cristiano ya no vive para sí mismo, sino para Cristo. La abnegación no es un acto aislado, sino un estilo de vida. Es vivir cada día con la convicción de que pertenecemos a Cristo y que nuestra vida está en sus manos.
- Predica sobre Todo me es lícito, pero ¿me conviene? 1 Corintios 10:23
- Predica sobre Isaias 53:6 El Buen Pastor y la Oveja Perdida
- Predica sobre La Palabra no vuelve vacía Isaías 55:11
Conclusión:
Negarnos a nosotros mismos no es fácil, pero es el camino que Jesús nos llama a seguir. Es un camino de entrega, sacrificio y renuncia, pero también es el camino que lleva a la verdadera vida, a la plenitud y a la recompensa eterna. Hoy, Jesús nos pregunta: ¿Estás dispuesto a negarte a ti mismo, a tomar tu cruz y a seguirle? La decisión es tuya. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca para vivir una vida de abnegación y entrega total a Cristo. Amén.
👉+100 Predicas y Sermones: Bosquejos
👉Predicas para Jovenes