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Elige casarte con Cristo

 Elige casarte con Cristo: una relación espiritual sólida.

La importancia de nuestras elecciones en cuanto a nuestras relaciones espirituales. En la vida, tenemos la opción de casarnos con diferentes enfoques y mentalidades, pero en este sermón, exploraremos tres opciones fundamentales: casarse con la mundanería, casarse con otros evangelios y casarse con Cristo. Enfocaremos nuestra atención en la tercera opción, la más valiosa y transformadora. Basados en las Escrituras, examinaremos por qué es crucial elegir casarse con Cristo y cómo esto impacta nuestra vida espiritual.

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1: Algunos eligen casarse con la mundanería.

En II Timoteo 4:10, Santiago 4:4, Yo Timoteo 6:10 y 1 Juan 2:15-17, encontramos advertencias claras sobre las consecuencias de casarse con la mundanería. Estos versículos nos enseñan que cuando nos aferramos a los deseos y valores del mundo, nos separamos de Dios y nos volvemos enemigos de Él. 

La mundanería nos lleva a buscar riquezas, placeres y satisfacciones temporales, en lugar de buscar la voluntad de Dios. Elegir casarse con la mundanería nos aleja de una relación profunda con Dios y nos sumerge en un estilo de vida vacío y sin propósito.


2: Algunos eligen casarse con otros evangelios.

En Gálatas 1:6-9, se nos advierte sobre la peligrosa tendencia de casarse con otros evangelios, es decir, creer en enseñanzas falsas o distorsionadas del evangelio de Jesucristo. El evangelio es la "buena noticia" de la salvación por medio de Jesús, y es vital que nos mantengamos firmes en su verdad. 

Sin embargo, en ocasiones, podemos ser seducidos por enseñanzas engañosas que comprometen o distorsionan el verdadero mensaje de salvación. Pablo nos insta a no seguir otros evangelios, ya que solo a través de Jesucristo encontramos la verdadera redención y vida abundante.


3: Algunos eligen casarse con Cristo.

En contraste con las opciones anteriores, debemos elegir casarnos con Cristo. En 2 Corintios 11:2, Efesios 5:22-33 y Apocalipsis 19:7, se nos presenta la imagen poderosa de casarnos con Cristo, de establecer una relación íntima y comprometida con nuestro Señor y Salvador. Esta relación nos transforma y nos llena de propósito y significado. 

Al casarnos con Cristo, somos parte de su cuerpo, la Iglesia, y experimentamos su amor incondicional y su guía en nuestra vida diaria. Como esposos espirituales de Cristo, debemos amarlo, obedecerlo y vivir en comunión constante con Él.

Elige casarte con Cristo



Conclusión:

Nuestras elecciones en cuanto a nuestras relaciones espirituales son cruciales. En lugar de casarnos con la mundanería o con otros evangelios, debemos elegir casarnos con Cristo. Al hacerlo, experimentaremos una relación profunda y transformadora con nuestro Salvador. No permitamos que el mundo nos distraiga o que las enseñanzas falsas nos desvíen de la verdad del evangelio. En cambio, comprometámonos a amar y servir a Cristo, permitiendo que su amor nos guíe y transforme en todas las áreas de nuestras vidas. Que nuestra relación con Cristo sea el fundamento de todo lo que somos y hagamos. ¡Elige casarte con Cristo, elige la plenitud y la bendición de una relación espiritual sólida con nuestro Salvador!

3 pasos para ganar las batallas de la vida.

 3 pasos para ganar las batallas de la vida.

Amados hermanos y hermanas, hoy nos congregamos para reflexionar sobre el pasaje de II Reyes 3, en el que el rey de Israel se enfrenta a la guerra contra Moab. Aunque esta batalla tuvo beneficios políticos y económicos para el rey, podemos encontrar lecciones valiosas que también se aplican a nuestras batallas de la vida. Tres aspectos clave para lograr el éxito en nuestras luchas espirituales: buscar la ayuda de Dios, reconocer a los líderes que Él ha establecido y elegir buenos compañeros de batalla. Acompáñenme mientras profundizamos en las Escrituras y descubrimos cómo podemos alcanzar la victoria en nuestras batallas de la vida.

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I. Buscar la ayuda de Dios:

En II Reyes 3:11, vemos que Josafat, rey de Judá, buscó el consejo de Dios antes de emprender la guerra. En nuestras propias luchas espirituales, es esencial buscar la ayuda de Dios. Como el salmista nos recuerda en el Salmo 121:2: "Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra". 

Cuando buscamos a Dios y confiamos en Su guía y provisión, encontramos la fortaleza y el poder para superar cualquier desafío. Tener éxito en nuestras batallas espirituales comienza con una dependencia total de Dios y Su dirección.


II. Reconocer a los generales de Dios:

En II Reyes 3:12, vemos que Eliseo era un líder reconocido por Dios, una voz profética para el pueblo de Israel. En nuestras luchas espirituales, también necesitamos reconocer y seguir a los líderes que Dios ha establecido en nuestras vidas. En II Corintios 11:1-15, el apóstol Pablo nos advierte sobre los falsos maestros y nos anima a seguir a aquellos que son verdaderamente enviados por Dios. 

Al reconocer y someternos a los líderes espirituales que Dios ha colocado en nuestro camino, recibimos sabiduría, dirección y cobertura espiritual para enfrentar nuestras batallas con valentía y discernimiento.


III. Elegir buenos compañeros:

En II Reyes 3:14, Eliseo hace hincapié en la importancia de la compañía que el rey Josafat aporta a la guerra. En nuestras luchas espirituales, la elección de buenos compañeros de batalla es crucial. La Palabra de Dios nos advierte en 1 Corintios 15:33: "No os engañéis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres". 

Es vital rodearnos de personas piadosas, comprometidas con la verdad y el amor de Dios, que nos animen, nos desafíen y nos fortalezcan en nuestra fe. Al elegir compañeros espirituales sabios y leales, nos fortalecemos mutuamente y aumentamos nuestras posibilidades de éxito en las batallas que enfrentamos.

3 pasos para ganar las batallas de la vida.



Conclusión:

Hermanos y hermanas, alcanzar el éxito en nuestras batallas de la vida no es una tarea fácil, pero es posible si seguimos los principios establecidos en las Escrituras. Buscar la ayuda de Dios, reconocer a los líderes que Él ha establecido y elegir buenos compañeros son aspectos fundamentales para alcanzar la victoria en nuestras luchas espirituales. Recordemos las palabras de Jesús en Juan 16:33: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Confiemos en la fortaleza de nuestro Señor y apliquemos estos principios a nuestras vidas. ¡Con la ayuda de Dios, podemos ser más que vencedores en Cristo Jesús! 

Dios Proveerá!

Dios Proveerá!

En Génesis, capítulo 22, encontramos la historia del sacrificio de Isaac. Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo, su promesa y heredero. Aunque esto parecía ir en contra de la promesa de Dios, Abraham confió en la fidelidad del Señor. Justo cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a Isaac, Dios intervino y proveyó un carnero como sustituto. Esta experiencia muestra cómo Dios provee incluso en las pruebas más difíciles. Dios siempre tiene un plan y una provisión perfecta en su tiempo y manera.

La maravillosa promesa de Dios de proveer en todas las circunstancias de nuestras vidas, lecciones valiosas sobre la fidelidad de Dios en proveer para sus hijos. Vamos a explorar cuatro aspectos de esta verdad:

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1. Provisión generosa de los hermanos filipenses: 

En el libro de Filipenses, capítulo 4, versículos 14 al 18, leemos cómo los hermanos filipenses demostraron su amor y apoyo a Pablo al proveer generosamente para sus necesidades. Ellos comprendieron la importancia de compartir y apoyar a aquellos que se dedican al servicio del Señor. Su ejemplo nos enseña la bendición de la generosidad y cómo podemos ser instrumentos de Dios para proveer a otros en sus necesidades.


2. La seguridad de que Dios también proveerá: 

En el versículo 19 del mismo capítulo de Filipenses, Pablo afirma con confianza que Dios proveerá todas nuestras necesidades según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Esta promesa nos recuerda que no estamos solos ni abandonados. Dios, en su infinito amor y sabiduría, tiene el poder de suplir todo lo que necesitamos. Nuestra confianza debe estar en él, sabiendo que él siempre proveerá en su tiempo y de acuerdo con su plan perfecto.


3. Dios hace todo posible: 

En el evangelio de Mateo, capítulo 10, versículo 42, Jesús nos enseña que incluso el más pequeño acto de generosidad hacia los demás no pasará desapercibido ante Dios. Él es capaz de hacer todo posible y multiplicar nuestras ofrendas y esfuerzos para bendición de otros. No debemos subestimar el poder transformador de nuestras acciones cuando las realizamos con amor y obediencia a Dios. Él puede tomar lo que tenemos y hacerlo abundar en bendición.

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4. Provisión de la victoria final: 

En 1 Corintios, capítulo 15, versículos 50 al 57, encontramos la promesa de la victoria final que Dios nos proveerá a través de la resurrección en Cristo Jesús. En medio de los desafíos y dificultades de la vida, podemos tener la seguridad de que nuestra esperanza no se encuentra en las cosas terrenales, sino en la vida eterna y la gloria que nos espera en el reino de Dios. Esta es la mayor provisión que Dios nos ofrece, la victoria sobre el pecado y la muerte a través de la obra redentora de Jesucristo.

Dios Proveerá!



  1. ¿Cuándo fallamos en honrar a Dios? 
  2. ¡Honra a tu padre y a tu madre!
  3. Conquistando el mundo con amor

Conclusión

La historia de los hermanos filipenses y las palabras de Pablo nos recuerdan la fidelidad de Dios en proveer en todas las circunstancias. No importa cuáles sean nuestras necesidades físicas, emocionales o espirituales, podemos confiar en que Dios suplirá según su voluntad y en su tiempo perfecto. Que seamos generosos en nuestra provisión para los demás, confiando en que Dios hará maravillas con nuestras acciones. Y, sobre todo, mantengamos viva la esperanza de la victoria final que Dios nos proveerá a través de Cristo Jesús

¿Cuándo fallamos en honrar a Dios?

¿Cuándo fallamos en honrar a Dios?

Vamos reflexionar sobre los momentos en los que fallamos en honrar a nuestro Dios. A través de este sermón, exploraremos diferentes áreas en las que podemos deshonrar a Dios y cómo podemos rectificar nuestra actitud para vivir una vida que le honre en todo momento.

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1. Fallamos en honrar a Dios cuando destronamos su posición

En Romanos 1:21, se nos dice que no honraron a Dios como a Dios. Esto significa que en ocasiones permitimos que otras cosas o personas ocupen el lugar que solo le pertenece a Dios en nuestras vidas. Podemos observar cómo esto sucedió en el Jardín del Edén, cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios y permitieron que su propia voluntad se elevara por encima de la voluntad de Dios. Debemos examinar nuestros corazones y asegurarnos de que Dios ocupe el primer lugar en nuestras vidas.


2. Fallamos en honrar a Dios cuando desobedecemos su palabra

En Romanos 1:18, se habla de suprimir la verdad. Jesús nos enseñó en Juan 17:17 que la palabra de Dios es verdad. Cuando desobedecemos los mandamientos y los principios que Dios ha establecido en su palabra, estamos deshonrando a nuestro Creador. La desobediencia muestra una falta de respeto hacia Dios y su autoridad sobre nuestras vidas. Debemos ser diligentes en obedecer su palabra y vivir de acuerdo con sus enseñanzas.


3. Fallamos en honrar a Dios cuando menospreciamos sus bendiciones

En Romanos 1:21, se nos insta a darle gracias a Dios. Muchas veces, nos irritamos con aquellos que no agradecen nuestra amabilidad, pero ¿qué hay de nosotros mismos cuando no agradecemos a Dios por sus bendiciones? A menudo, damos por sentado las bendiciones que Dios nos ha otorgado: nuestra salud, nuestras familias, nuestro trabajo y muchas otras cosas. Debemos ser conscientes de todas las bendiciones que Dios nos ha dado y expresar gratitud hacia él en todo momento.

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4. Fallamos en honrar a Dios cuando no defendemos su causa

En 1 Pedro 3:15, se nos insta a estar siempre preparados para dar respuesta a todo aquel que nos pida razón de nuestra esperanza en Cristo. Como creyentes, tenemos la responsabilidad de hablar en nombre de Jesús y defender su causa en un mundo que a menudo se opone a él. Si no confesamos a Jesús delante de los demás, entonces él no nos confesará delante del Padre. Debemos ser valientes y audaces en compartir el evangelio y vivir vidas que reflejen la fe que profesamos.

¿Cuándo fallamos en honrar a Dios?

  1.  ¡Honra a tu padre y a tu madre!
  2. Conquistando el mundo con amor
  3. Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona

Conclusión:

Honrar a Dios es un llamado que debemos tomar seriamente. En nuestras vidas cotidianas, podemos caer en la trampa de deshonrar a Dios cuando le destronamos, desobedecemos su palabra, menospreciamos sus bendiciones y no defendemos su causa. Hoy, te animo a examinar tu vida y buscar áreas en las que puedas mejorar en honrar a Dios en todo momento. Que el Espíritu Santo nos guíe y fortalezca para vivir vidas que honren a nuestro amado Señor.  

¡Honra a tu padre y a tu madre!

  ¡Honra a tu padre y a tu madre!

Honrar a los padres. Honrar a nuestro padre y a nuestra madre. A través de este sermón, exploraremos las diferentes formas en las que podemos deshonrar a nuestra madre y cómo podemos rectificar nuestra actitud para mostrarles el respeto y amor que se merecen.

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1. Deshonramos a nuestra madre cuando dejamos de obedecerla

En Efesios 6:1 y Colosenses 3:20, se nos exhorta a obedecer a nuestros padres. La desobediencia hacia nuestra madre no solo es una falta de respeto, sino que también atrae la ira de Dios. En Romanos 1:18, 28-32, se nos advierte sobre las consecuencias de ignorar este mandamiento. Es nuestra responsabilidad honrar a nuestra madre a través de la obediencia y el respeto.

2. Deshonramos a nuestra madre cuando dejamos de venerarla

En Levítico 19:3, se nos insta a venerar a nuestros padres. Esto implica tratarlos con respeto y consideración. Cuando maltratamos a nuestra madre o la maldecimos, estamos deshonrándola. Éxodo 21:15 y 21:17 nos enseñan que debemos cuidar nuestras palabras y tratar a nuestra madre con amor y gratitud. No debemos permitir que el lenguaje abusivo o irrespetuoso emane de nuestra boca.

3. Deshonramos a nuestra madre cuando dejamos de apreciarla

En Proverbios 31:28, se destaca la importancia de apreciar a nuestra madre y reconocer sus sacrificios. Nuestros corazones deben estar llenos de gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros. En 2 Timoteo 1:5-6, Pablo le recuerda a Timoteo el impacto positivo que su madre y abuela tuvieron en su vida. Debemos seguir este ejemplo y valorar a nuestra madre por su amor incondicional y su dedicación.

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4. Deshonramos a nuestra madre cuando fallamos en proveer para ella

En 1 Timoteo 5:4-8, se nos instruye sobre la responsabilidad de cuidar y proveer para nuestros padres, especialmente en su vejez. Jesús mismo destacó la importancia de este tema, como se registra en Marcos 7:9-13 y Juan 19:25-27. Debemos asegurarnos de que nuestra madre esté cuidada y provista de todo lo necesario, demostrando así nuestro amor y agradecimiento.

¡Honra a tu padre y a tu madre!

  1. Conquistando el mundo con amor
  2. Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona
  3. 5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo

Conclusión:

Honrar a nuestra madre es un mandato divino que no debemos ignorar. Al desobedecerla, maltratarla, no apreciarla y no proveer para ella, estamos deshonrando a la mujer que nos dio la vida. Hoy, te animo a reflexionar sobre tu relación con tu madre y hacer los cambios necesarios para mostrarle el amor y respeto que se merece. A través de nuestras acciones, podemos honrar a nuestra madre y ser un testimonio vivo del amor de Dios en nuestras vidas. Que el Señor nos dé la sabiduría y la voluntad para cumplir este mandamiento y honrar a nuestras madres en todo momento.  

Conquistando el mundo con amor

Conquistando el mundo con amor

La importancia de conquistar el mundo con amor. En un mundo lleno de divisiones, conflictos y odio, como seguidores de Cristo, somos llamados a ser agentes de cambio y mostrar el amor transformador de Dios. A través de este sermón, exploraremos cómo podemos tratar al mundo con amabilidad, acercarnos a él con humildad y enfrentarlo con fe.

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1. Tratando al mundo con amabilidad

El amor verdadero se manifiesta en la forma en que tratamos a los demás. En 1 Corintios 13:4, se nos enseña que el amor es paciente, amable y no se irrita fácilmente. Debemos ser pacientes con aquellos que nos rodean, no permitiendo que la irritación o la rudeza tomen el control. En Efesios 4:32, se nos insta a ser bondadosos y compasivos, perdonando a los demás como Dios nos ha perdonado en Cristo. Incluso cuando enfrentamos adversidades o provocaciones, debemos recordar las palabras de Jesús en Mateo 5:38-44, amando a nuestros enemigos y orando por aquellos que nos persiguen.

2. Acercándose al mundo con humildad

La humildad es esencial en nuestro trato con el mundo. En 1 Corintios 13:4-5, se nos enseña que el amor no es arrogante ni se jacta. No debemos insistir en nuestro propio camino o buscar nuestra propia gloria. Más bien, debemos seguir el ejemplo de Jesús, quien siendo el Hijo de Dios, se humilló a sí mismo y se hizo siervo por amor a nosotros (Filipenses 2:3-4). Al acercarnos al mundo con humildad, mostramos el verdadero carácter de Cristo y abrimos puertas para compartir su amor y mensaje transformador.

3. Enfrentando el mundo con fe

El amor verdadero también implica tener fe en las personas y en la capacidad de Dios para transformar vidas. En 1 Corintios 13:7, se nos dice que el amor cree lo mejor de la gente y quiere lo mejor para ellos. A veces, como personas, tendemos a ser escépticos y desconfiar de los demás. Pero como seguidores de Cristo, debemos tener fe en el poder de Dios para cambiar corazones y restaurar relaciones. Todos los males de este mundo pueden ser corregidos a través de la verdad de la Palabra de Dios y su amor redentor.

Conquistando el mundo con amor

  1. Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona
  2. 5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo
  3. ¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?
  4. Predicas para Evangelizar: Evangelización, Misiones y Plantación de Iglesias

Conclusión:

La conquista del mundo con amor es un mandato que Dios nos ha dado. El amor de Dios nunca termina, como nos recuerda Romanos 5:8. Aunque Pedro negó a Jesús y la humanidad crucificó brutalmente al Hijo de Dios, el amor de Dios permaneció inquebrantable. Como seguidores de Cristo, debemos seguir su ejemplo y amar incondicionalmente a aquellos que nos rodean. Tratemos al mundo con amabilidad, acerquémonos a él con humildad y enfrentémoslo con fe. Que nuestro amor sea una luz que ilumine y transforme vidas. En el nombre de

Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona

 Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona


En el texto de hoy, encontramos una clara instrucción de nuestro Señor Jesucristo para advertir, enseñar y presentar a cada persona el mensaje del Evangelio. En Mateo 28:18-19, Jesús nos comisiona diciendo: "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Esta es una tarea crucial que se nos ha encomendado como seguidores de Cristo, y debemos tomarla con seriedad y diligencia.

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1. Advertir a cada persona

La advertencia es una parte esencial de nuestro llamado como cristianos. Jesús nos instruye en Marcos 16:15 a predicar el Evangelio a toda criatura. Debemos ser portadores del mensaje de salvación y advertir a todos sobre las consecuencias del pecado y la necesidad de arrepentimiento y fe en Jesucristo. Isaías 58:1 y Ezequiel 3:18 y 33:9 nos recuerdan la responsabilidad que tenemos de ser voces de advertencia en medio de una sociedad que se aleja de los caminos de Dios. No debemos ser tímidos ni comprometer la verdad del Evangelio, sino proclamar con valentía y amor la necesidad de salvación en Cristo.


2. Enseñar a cada persona

Junto con la advertencia, debemos cumplir el mandato de enseñar a cada persona. II Crónicas 17:7, II Reyes 17:28 y Esdras 7:10 nos hablan de la importancia de la enseñanza de la Palabra de Dios. No solo debemos compartir el mensaje del Evangelio, sino también instruir a aquellos que creen en Cristo para que crezcan en su fe y comprendan las verdades fundamentales de la Escritura. La enseñanza bíblica es vital para el crecimiento espiritual y la madurez de los creyentes. Debemos dedicarnos a estudiar y compartir la Palabra de Dios con fidelidad y claridad, guiados por el Espíritu Santo.


3. Presentar a cada persona

Finalmente, debemos presentar a cada persona ante Dios. Colosenses 1:21-22 nos recuerda que, a través de Cristo, hemos sido reconciliados con Dios y presentados santos, sin mancha y sin reproche delante de Él. Nuestra labor como seguidores de Jesús implica presentar a las personas a Dios, ayudándoles a conocer a Cristo como su Salvador y experimentar la transformación que Él puede realizar en sus vidas. También debemos recordar que somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20) y que nuestra vida debe reflejar el amor y la gracia de nuestro Señor.

Advertir, Enseñar y Presentar a cada persona

  1. 5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo
  2. ¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?
  3. ¿Qué prefieres seguir?
  4. Predicas para Evangelizar: Evangelización, Misiones y Plantación de Iglesias

Conclusión

El mandato de advertir, enseñar y presentar a cada persona es una tarea sagrada y urgente. Todos somos llamados a participar en esta misión de proclamar el Evangelio y hacer discípulos. No debemos ser negligentes ni conformarnos con una fe pasiva. Enfrentemos el desafío con valentía y amor, guiados por el Espíritu Santo. Que nuestras vidas sean testimonios vivos del poder del Evangelio y que, a través de nuestra obediencia, otros puedan conocer a Cristo y experimentar la plenitud de la vida en Él. En el nombre de Jesús, amén.

5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo

5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo

Las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo. A través de este esquema basado en Efesios 1, exploraremos algunas de las bendiciones fundamentales que Dios nos ha otorgado como creyentes.

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    1. El don espiritual de adopción (Efesios 1:5)

En primer lugar, tenemos el privilegio de ser adoptados como hijos de Dios. Efesios 1:5 nos dice que Dios nos ha predestinado para ser adoptados como hijos suyos a través de Jesucristo. Esto significa que, como creyentes, somos parte de la familia de Dios. Ya no somos extranjeros ni huérfanos espirituales, sino que ahora tenemos una relación íntima con nuestro Padre celestial. Además, somos miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo (Efesios 1:22-23), lo que nos brinda unión y comunión con otros creyentes. Esta bendición de adopción nos permite tener acceso directo al Padre a través de la oración y disfrutar de una relación personal y amorosa con Él.

    2. El don espiritual de redención (Efesios 1:7)

En segundo lugar, hemos sido redimidos por medio de la sangre de Jesús. Efesios 1:7 nos dice que en Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados. Como creyentes, hemos sido liberados de la esclavitud del pecado y reconciliados con Dios a través del sacrificio de Jesús en la cruz. El perdón que recibimos a través de la redención nos ofrece una nueva vida y una reconciliación plena con nuestro Creador. La certeza de ser perdonados y amados por Dios nos llena de gozo y nos impulsa a vivir una vida de gratitud y obediencia.

    3. El don espiritual de sabiduría (Efesios 1:8)

En tercer lugar, Dios nos ha otorgado el don espiritual de la sabiduría. Efesios 1:8 nos habla de la sabiduría que Dios nos ha revelado en abundancia. Esta sabiduría va más allá del conocimiento humano, es el conocimiento que ve en el corazón de las cosas, que las conoce como realmente son. Como creyentes, tenemos acceso a esta sabiduría divina a través de la Palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo. Esta sabiduría nos permite entender y discernir las verdades espirituales, y nos capacita para tomar decisiones sabias y vivir una vida en conformidad con la voluntad de Dios.

    4. El don espiritual de prudencia (Efesios 1:8)

En cuarto lugar, Dios nos ha dado el don de la prudencia. Efesios 1:8 habla del entendimiento que nos conduce a la acción correcta. La prudencia es la habilidad de tomar decisiones sabias y actuar de acuerdo con la voluntad de Dios. Como creyentes, somos llamados a vivir de manera prudente, buscando la guía del Espíritu Santo en todas nuestras decisiones y acciones. La prudencia nos protege de los errores y nos ayuda a vivir una vida que honra a Dios y beneficia a los demás.

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    5. El don espiritual de herencia (Efesios 1:11)

Finalmente, tenemos el don espiritual de la herencia. Efesios 1:11 nos dice que en Cristo también hemos obtenido herencia. Como creyentes, tenemos una herencia eterna reservada en los cielos. Esta herencia incluye la vida eterna, la comunión con Dios y la participación en su reino. Además, como hijos de Dios, hemos recibido una herencia de bendiciones espirituales aquí en la tierra. Tenemos acceso a la sabiduría, el poder y la provisión divina para cumplir el propósito que Dios tiene para nuestras vidas.

5 Bendiciones Espirituales que tenemos en Cristo
  1. ¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?
  2. ¿Qué prefieres seguir?
  3. Predica sobre La Misericordia de Dios


Conclusión

Las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo son innumerables y preciosas. Como creyentes, somos adoptados en la familia de Dios, redimidos por la sangre de Jesús, dotados de sabiduría y prudencia, y tenemos una herencia eterna. Estas bendiciones nos llaman a vivir una vida de gratitud, obediencia y testimonio fiel. Aprovechemos estas bendiciones y permitamos que transformen nuestra vida diaria. Que el Espíritu Santo nos capacite y guíe para vivir en plenitud las bendiciones espirituales que Dios nos ha dado.

¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?

¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?


El papel de Jesús y cómo nos guía en el evangelismo. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a proclamar el Evangelio y compartir la buena noticia de salvación con el mundo. A través de este esquema basado en la Palabra de Dios, exploraremos las actitudes y acciones que Jesús nos enseña en el proceso de compartir el mensaje de salvación.

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1. Proclamar la verdad (Mateo 10:7, 16-18)

En primer lugar, Jesús nos llama a proclamar la verdad del Evangelio, incluso si no es bien recibido. Mateo 10:7 nos dice: "Vayan y proclamen que el reino de los cielos está cerca". Jesús nos envía a anunciar las buenas noticias de salvación a todas las personas. Sin embargo, también nos advierte que seremos enviados "como ovejas en medio de lobos" (Mateo 10:16). A pesar de la oposición y la persecución que podamos enfrentar, debemos mantenernos firmes en la verdad y confiar en que el mensaje de salvación llegará a aquellos que están dispuestos a recibirlo.


2. Solicitar una respuesta (Mateo 10:7)

En segundo lugar, Jesús nos anima a solicitar una respuesta inmediata cuando compartimos el Evangelio. Mateo 10:7 nos insta a decir: "El reino de los cielos está cerca". Nuestro propósito no es simplemente transmitir información, sino invitar a las personas a tomar una decisión y responder al mensaje de salvación. Debemos explicar la urgencia de la salvación y la importancia de tomar una decisión mientras hay tiempo. Jesús nos enseña que no debemos perder tiempo y debemos ser diligentes en nuestra labor evangelística.


3. Proveer para las necesidades (Mateo 10:8, Mateo 25:34-40, Gálatas 2:10, Hechos 20:35)

En tercer lugar, Jesús nos llama a proveer para las necesidades de aquellos a quienes compartimos el Evangelio. En Mateo 10:8, Jesús instruye a sus discípulos a sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar demonios. Esto no solo se refiere a los milagros físicos, sino también a atender las necesidades emocionales, mentales y espirituales de las personas. Jesús nos enseña a amar y cuidar a los demás, así como lo vemos en el pasaje de Mateo 25:34-40. También Pablo enfatiza la importancia de proveer para las necesidades de los demás en Gálatas 2:10 y en el ejemplo que él mismo dio en Hechos 20:35. Al demostrar el amor y la compasión de Jesús en nuestras acciones, abrimos puertas para compartir el mensaje del Evangelio de una manera más significativa.

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4. Prepárate para el rechazo (Mateo 10:21-25, 2 Timoteo 3:12)

Por último, Jesús nos advierte que debemos estar preparados para el rechazo. En Mateo 10:21-25, Jesús habla de la persecución que enfrentarán aquellos que siguen Sus pasos. Y en 2 Timoteo 3:12, Pablo nos dice que todos los que desean vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecución. Aunque deseamos que todos respondan al Evangelio, debemos estar conscientes de que algunos lo rechazarán. Sin embargo, no debemos desanimarnos ni desistir, ya que nuestro llamado es ser fieles a Jesús y proclamar la verdad sin importar las circunstancias.

¿Cómo nos enseña Jesús a evangelizar?

  1. El pecado y sus consecuencias.
  2. Para superar el desánimo: Tened buen ánimo Juan 16:33
  3. La unidad en la iglesia, el cuerpo de Cristo
  4. Predicas para Evangelizar: Evangelización, 

Conclusión

Queridos hermanos y hermanas, al seguir el ejemplo de Jesús en el evangelismo, podemos impactar vidas y compartir el amor de Dios con aquellos que nos rodean. Proclamemos la verdad, solicitemos una respuesta, proveamos para las necesidades y estemos preparados para el rechazo. Confiemos en el poder del Espíritu Santo para guiar nuestros pasos y recordemos que nuestro llamado es ser fieles mensajeros del Evangelio. Que el Señor nos fortalezca y nos bendiga mientras nos dedicamos a la tarea de compartir Su amor y salvación con el mundo.

¿Qué prefieres seguir?

¿Qué prefieres seguir?

Las elecciones que hacemos en nuestras vidas espirituales. Cada día, nos enfrentamos a decisiones cruciales que determinan la dirección de nuestro caminar con Dios. A través de este esquema basado en la Palabra de Dios, exploraremos tres opciones que algunos eligen seguir y cómo estas decisiones afectan nuestra relación con el Señor.

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1. Algunos eligen seguir con la mundanería (II Timoteo 4:10, Santiago 4:4, 1 Timoteo 6:10, 1 Juan 2:15-17, II Pedro 2:12-17)

En primer lugar, lamentablemente, hay quienes eligen seguir con la mundanería en lugar de buscar a Dios. Como se menciona en la segunda carta a Timoteo, el apóstol Pablo habla sobre Demas, quien lo abandonó amando el mundo presente. Santiago nos advierte en su carta que la amistad con el mundo es enemistad con Dios. Además, el amor al dinero es una trampa peligrosa, como lo señala Pablo a Timoteo. El apóstol Juan nos exhorta a no amar al mundo ni a las cosas que hay en el mundo, ya que todo lo que proviene del mundo no viene del Padre. Pedro también advierte sobre falsos maestros que siguen los caminos de la iniquidad. La mundanería nos aleja de Dios y nos sumerge en un estilo de vida contrario a Sus principios.


2. Algunos eligen seguir con otros evangelios (Gálatas 1:6-9, Romanos 7:4, 2 Corintios 11:2-4)

En segundo lugar, algunos eligen seguir con otros evangelios en lugar de aferrarse al verdadero evangelio de Jesucristo. El apóstol Pablo escribió a los gálatas advirtiéndoles sobre aquellos que pervierten el evangelio de Cristo. No hay otro evangelio verdadero aparte del que nos fue enseñado por Jesús y sus apóstoles. Algunos se dejan engañar por enseñanzas falsas que desvían su atención de la gracia y el poder salvador de Cristo. Romanos 7:4 nos recuerda que hemos muerto a la ley y ahora pertenecemos a Cristo, no debemos seguir buscando la justificación por medio de las obras de la ley. Pablo también advierte a los corintios sobre la posibilidad de ser engañados por falsos apóstoles y seguir a un Jesús diferente. Debemos aferrarnos al evangelio de Jesucristo y no ser seducidos por enseñanzas que distorsionan Su verdad.


3. Algunos eligen seguir con Cristo (2 Corintios 11:2, Efesios 5:22-33, Apocalipsis 19:7)

En tercer lugar, y lo más importante, algunos eligen seguir con Cristo. A pesar de las tentaciones de la mundanería y las falsas enseñanzas, hay quienes toman la decisión de entregarse completamente al Señor y caminar en Su luz. Pablo nos insta en 2 Corintios a mantenernos fieles a Cristo como una esposa fiel a su esposo. Efesios nos enseña sobre la relación de amor y sumisión que debemos tener con Cristo, así como el amor sacrificial que Él mostró por nosotros. Y en Apocalipsis, se nos habla de las bodas del Cordero, donde la novia de Cristo se une a Él en una unión eterna. Seguir a Cristo implica renunciar a nuestros propios deseos y poner nuestros ojos en Él, confiando en Su amor y dirección en nuestras vidas.

¿Qué prefieres seguir?

  1. Nuestra liberación y el regreso de Cristo1 Tesalonicenses 4: 15-16.
  2. Considere el valor de una alma-Lc 15: 1
  3. 3 Secretos del éxito de Daniel que necesita saber ahora Daniel 1
  4. Predicas para Evangelizar: Evangelización, Misiones y Plantación de Iglesias

Conclusión

Nuestras elecciones espirituales tienen un impacto eterno en nuestra relación con Dios. Que cada uno de nosotros elija seguir con Cristo, abandonando la mundanería y rechazando cualquier otro evangelio que distorsione la verdad de Su amor y gracia. Que nuestra fidelidad y amor por Él sean evidentes en cada aspecto de nuestras vidas. En Cristo encontramos la vida verdadera y la plenitud de gozo. Que el Espíritu Santo nos guíe y fortalezca para tomar decisiones sabias y seguir con Cristo en cada momento de nuestra existencia.

Predica sobre La Misericordia de Dios

Predica sobre La Misericordia del Señor

Comenzamos notando que la misericordia de Dios es un tema monumental en las Escrituras, con la palabra apareciendo varias veces en la Biblia. Aparecen las cuatro palabras hebreas y tres griegas asociadas a este término y también se traduce como "bondad", "bondad", "amabilidad", "favor", "compasión" y "lástima". Por ejemplo, el Salmo 136 repite el tema "porque para siempre es su misericordia", cada uno de los 26 versículos enumera aspectos incomparables de la bondad de Dios para con nosotros.

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En ambos Testamentos, la misericordia es la compasión expresada para satisfacer las necesidades humanas. El enfoque en ambos está en la misericordia de Dios para con los seres humanos. En última instancia, Dios es el único verdaderamente capaz de satisfacer nuestras necesidades. Él es de quien debemos depender.

Así como la misericordia de Dios nos trajo a la vida en Jesús, nosotros también podemos mostrar misericordia a quienes nos rodean brindando en nuestra propia compasión un testimonio de la misericordia amorosa de Dios. “El Señor es misericordioso y compasivo; lento para la ira y grande en misericordia.” Salmo 145:8

En un mundo lleno de pecado y quebrantamiento, encontramos consuelo y esperanza en la misericordia inagotable de nuestro Creador. A lo largo de la Escritura, vemos evidencias de la misericordia de Dios en las vidas de Su pueblo. 

En este sermón, exploraremos tres aspectos de la misericordia divina: la misericordia en la creación, la misericordia en la redención y la misericordia en la restauración. Acompáñenme mientras nos sumergimos en el Salmo 136 y descubrimos la magnitud y la grandeza de la misericordia de nuestro Dios.

I. Misericordia en la creación:

Desde el principio, Dios demostró Su misericordia al crear un mundo lleno de belleza y provisión para Sus criaturas. En el Salmo 136:5-9, leemos: "Al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es su misericordia; al que afirmó la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia; al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es su misericordia; el sol para que señorease en el día, porque para siempre es su misericordia; la luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, porque para siempre es su misericordia". 

En cada aspecto de la creación, vemos la mano de un Dios misericordioso que nos provee de un hogar y nos rodea de belleza y sustento.


II. Misericordia en la redención:

La misericordia de Dios no se limita a la creación, sino que se extiende a la redención de Su pueblo. En el Salmo 136:10-14, se nos recuerda cómo Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto: "Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia; al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia; con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia". 

A pesar de la rebeldía y la ingratitud del pueblo, Dios mostró misericordia al rescatarlos y llevarlos a la tierra prometida. La historia de la redención de Israel es un testimonio de la misericordia y el amor inagotables de nuestro Dios.

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III. Misericordia en la restauración:

La misericordia de Dios también se manifiesta en nuestra vida cotidiana, en la manera en que Él nos restaura y nos renueva. En el Salmo 136:23-26, encontramos estas palabras: "Al que se acordó de nosotros en nuestra humillación, porque para siempre es su misericordia; y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia; el que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia. Agradezcamos al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia". 

En cada situación difícil, en cada dolor y en cada lucha, podemos confiar en la misericordia de Dios para levantarnos, sanarnos y restaurarnos.

Predica sobre La Misericordia de Dios
  1. Predica sobre La Fidelidad de Dios
  2. El pecado y sus consecuencias.
  3. Para superar el desánimo: Tened buen ánimo Juan 16:33
  4. Predicas para Evangelizar: Evangelización, Misiones y Plantación de Iglesias


Conclusión:

Hermanos y hermanas, la misericordia de Dios es un regalo inmerecido y abundante. En Su misericordia, encontramos consuelo, perdón y renovación. Desde la creación hasta la redención y la restauración, Dios nos muestra una y otra vez que Su misericordia es eterna y siempre disponible para nosotros. Que esta verdad nos llene de gratitud y nos inspire a vivir vidas de misericordia hacia los demás. Que vivamos como reflejos del amor y la misericordia que hemos recibido. Que proclamemos con gozo: "Para siempre es su misericordia". Amén.

Predica sobre La Fidelidad de Dios

 Predica sobre La Fidelidad de Dios

La raíz hebrea de la cual las palabras traducidas como "fiel" y "fidelidad" en el Antiguo Testamento significan sostener, estar de pie o apoyar. Cuando se aplica a una persona, significa alguien en quien una persona puede apoyarse con seguridad.

La palabra griega usada en el Nuevo Testamento significa digno de confianza o seguro. La fidelidad implica estabilidad, firmeza, certeza y permanencia. La fidelidad emana de un lugar que está firmemente establecido con perseverancia. La lealtad es inmutable. la fidelidad nunca vacila. La lealtad es una base sobre la que construir con seguridad, sin preocuparse por los cambios en el futuro.

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La fidelidad es una cosa segura I Corintios 1:9 dice que Dios es fiel…. Dios es aquel en quien puedes confiar con seguridad. Él es el que es firme tanto en el afecto como en la fidelidad.

En un mundo lleno de cambios y promesas rotas, encontramos en nuestro Dios un fundamento sólido y confiable. A lo largo de la historia, Dios ha demostrado repetidamente Su fidelidad hacia Su pueblo, cumpliendo cada una de Sus promesas. 

En este sermón, exploraremos tres aspectos de la fidelidad divina: la fidelidad en las promesas, la fidelidad en el amor y la fidelidad en la provisión. Acompáñenme mientras profundizamos en estas verdades fundamentales y encontramos esperanza y seguridad en la fidelidad de nuestro Dios.

I. Fidelidad en las promesas:

Dios es un Dios de promesas, y Su fidelidad se revela en el cumplimiento de cada una de ellas. En 2 Corintios 1:20, leemos: "Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios". 

Desde los tiempos de Abraham hasta nuestros días, Dios ha cumplido cada palabra que ha salido de Su boca. Las promesas de salvación, restauración, provisión y dirección encuentran su plenitud en Jesucristo. Nuestro Dios es fiel para cumplir Su Palabra, y podemos confiar en que Él es digno de nuestra confianza.

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II. Fidelidad en el amor:

La fidelidad de Dios también se manifiesta en Su amor incondicional hacia nosotros. En Lamentaciones 3:22-23, encontramos estas hermosas palabras: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad". A pesar de nuestras faltas y debilidades, Dios nos ama de manera constante y fiel. Su amor nunca se agota ni se desvanece. 

En momentos de soledad, dolor o desesperanza, podemos encontrar consuelo y refugio en el amor eterno de nuestro Dios.

III. Fidelidad en la provisión:

Nuestro Dios fiel también provee abundantemente para nuestras necesidades. En Filipenses 4:19, se nos asegura: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús". A lo largo de la historia bíblica, vemos cómo Dios proveyó para Su pueblo en tiempos de escasez, sequía y dificultad. 

Su fidelidad se extiende a cada aspecto de nuestras vidas, y podemos confiar en que Él nos suplirá en todas nuestras necesidades según Su voluntad.

Predica sobre La Fidelidad de Dios
  1. El pecado y sus consecuencias.
  2. Para superar el desánimo: Tened buen ánimo Juan 16:33
  3. La unidad en la iglesia, el cuerpo de Cristo


Conclusión:

La fidelidad de Dios es un baluarte en nuestras vidas. En medio de la incertidumbre y el cambio, podemos aferrarnos a la certeza de que nuestro Dios nunca falla. Él cumple cada una de Sus promesas, nos ama con un amor inquebrantable y provee para todas nuestras necesidades. 

Que en los momentos de duda y temor, recordemos la fidelidad de nuestro Dios y pongamos nuestra confianza en Él. Que vivamos cada día confiando en que Su fidelidad nos guía, nos sostiene y nos protege. Que Su fidelidad nos inspire a ser fieles en nuestra relación con Él y con los demás. Que nuestra vida sea un testimonio de la fidelidad de nuestro Dios. Amén.

 
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Juan 3 16 Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todos los que creen en él no perezcan, sino que tengan vida eterna.