Viviendo una Vida Transformada en Cristo Colosenses 3
Hoy vamos a reflexionar sobre Colosenses 3, un capítulo que nos desafía a vivir una vida transformada por la fe en Jesucristo. El apóstol Pablo, en esta carta, nos instruye sobre cómo debemos vivir como nuevas criaturas en Cristo, abandonando el pecado y adoptando una vida de santidad y amor. Siguiendo los versículos de este capítulo, descubriremos los pasos esenciales para vivir conforme al evangelio.
1. Busque las cosas de arriba (Colosenses 3:1)
Pablo comienza este capítulo con un llamado poderoso: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios." Como creyentes, hemos resucitado espiritualmente con Cristo y, por lo tanto, nuestra mirada debe estar puesta en las cosas celestiales. Esto significa que nuestras prioridades, valores y deseos deben alinearse con el reino de Dios, no con los placeres temporales de este mundo. Debemos anhelar las cosas que son eternas y agradables a Dios.
2. Muerte al pecado y vida nueva en Cristo (Colosenses 3:3)
Pablo continúa diciendo: "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." Cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, morimos al pecado y renacemos en una nueva vida en Él. Nuestra vieja naturaleza, con sus pecados y deseos, ya no tiene poder sobre nosotros. Ahora vivimos en Cristo, quien nos da la fuerza para resistir el pecado y vivir en santidad.
3. Despojarse del anciano (Colosenses 3:8)
Pablo nos exhorta a "despojarnos del hombre viejo con sus hechos". Esto implica abandonar hábitos, pensamientos y comportamientos pecaminosos que caracterizaban nuestra vida antes de conocer a Cristo. La ira, la malicia, la blasfemia y las palabras deshonestas deben ser eliminadas de nuestras vidas. Despojarse del hombre viejo es un acto consciente y continuo que requiere nuestra voluntad y el poder del Espíritu Santo.
4. Vestíos del nuevo hombre (Colosenses 3:10)
Luego, se nos instruye a "vestirnos del nuevo hombre, el cual se va renovando en conocimiento conforme a la imagen del que lo creó." Este nuevo hombre es una representación de la naturaleza de Cristo en nosotros. A medida que crecemos en nuestro conocimiento de Dios y de Su Palabra, nuestra vida se transforma más y más para reflejar Su carácter. Este proceso de renovación nos lleva a vivir de acuerdo con la verdad de Dios y no según las mentiras del mundo.
5. Unidad e Igualdad en Cristo (Colosenses 3:11)
Pablo nos recuerda que "Cristo es el todo, y en todos." En Cristo, no hay diferencias entre razas, culturas o estatus social. Todos somos uno en Él. Esta unidad es fundamental para la vida cristiana, ya que refleja la naturaleza inclusiva del evangelio. En la iglesia, no debe haber divisiones basadas en diferencias humanas; todos somos iguales a los ojos de Dios.
6. Vístete de virtudes cristianas (Colosenses 3:12)
Pablo nos llama a revestirnos de "entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia." Estas virtudes son esenciales para nuestra vida diaria como cristianos. Nos ayudan a tratar a los demás con amor y respeto, reflejando el carácter de Cristo en todas nuestras interacciones.
7. Perdonaos y amaos unos a otros (Colosenses 3:13)
Una de las enseñanzas más desafiantes es el llamado a perdonarnos unos a otros. Pablo dice: "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros... De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros." El perdón no es una opción para el creyente; es una necesidad. Debemos perdonar porque Cristo nos perdonó primero. Y sobre todo, debemos amarnos unos a otros, porque el amor es el vínculo perfecto que une todas las virtudes.
8. La paz de Cristo como árbitro del corazón (Colosenses 3:15)
Pablo nos insta a dejar que "la paz de Cristo gobierne en nuestros corazones". En un mundo lleno de conflictos y tensiones, la paz de Cristo debe ser el árbitro en nuestras decisiones y relaciones. Esta paz es un don divino que nos mantiene firmes y tranquilos en medio de las tormentas de la vida.
9. La Palabra de Cristo habita abundantemente en nosotros (Colosenses 3:16)
La Palabra de Dios debe habitar en nosotros en abundancia. Esto significa que debemos llenarnos constantemente de las Escrituras, dejándolas guiar y transformar nuestras vidas. A través de la Palabra, somos edificados, instruidos y capacitados para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
10. Todo para la Gloria de Dios (Colosenses 3:17)
Finalmente, Pablo concluye este pasaje diciendo: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él." Todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios. Nuestras acciones, palabras y pensamientos deben reflejar nuestra gratitud y devoción a Él.
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Conclusión
Hermanos y hermanas, Colosenses 3 nos llama a vivir una vida transformada por Cristo. Que busquemos las cosas de arriba, que muramos al pecado, nos despojemos del hombre viejo y nos revistamos del nuevo hombre en Cristo. Vivamos en unidad, mostrando las virtudes cristianas, perdonándonos y amándonos unos a otros. Que la paz de Cristo gobierne nuestros corazones, y que su Palabra habite en nosotros ricamente. Y sobre todo, que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios. Amén.