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Predica sobre Las Excusas: Venciendo para Trabajar en la Obra de Dios

 Venciendo las Excusas para Trabajar en la Obra de Dios


Introducción:


¿Alguna vez han sentido la llamada de Dios para trabajar en Su obra, pero han encontrado excusas para no hacerlo? Exploraremos algunas de las excusas comunes que podrían detenernos en nuestro servicio a Dios, y cómo podemos superarlas con la ayuda y el poder del Señor.

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1. "No tengo suficientes habilidades ni talentos" (Éxodo 4:10-12):


Moses también se sintió incapaz cuando Dios lo llamó, pero Dios le recordó que Él proveería lo necesario. Recordemos que Dios equipa a los llamados, y podemos confiar en Su capacitación divina para cumplir Su voluntad.


2. "Estoy demasiado ocupado con otras responsabilidades" (Mateo 6:33):


Priorizar el reino de Dios sobre nuestras preocupaciones terrenales es crucial. Cuando buscamos primero Su reino, Él ordena nuestras prioridades y nos capacita para administrar nuestro tiempo sabiamente.


3. "Tengo miedo de lo que pensarán los demás" (Proverbios 29:25):


El temor al hombre puede paralizarnos, pero recordemos que nuestra identidad y valía provienen de Dios, no de la opinión de los demás. Confíemos en que Dios nos capacitará y fortalecerá para enfrentar cualquier oposición.


4. "No tengo suficientes recursos económicos" (Filipenses 4:19):


Dios es nuestro proveedor fiel. Si Él nos ha llamado a una tarea, Él también nos proveerá los recursos necesarios para llevarla a cabo. Confíemos en Su provisión y seamos buenos administradores de lo que nos ha confiado.


5. "No me alcanza el tiempo" (Efesios 5:16):


El tiempo es un recurso precioso, pero Dios puede multiplicarlo cuando lo dedicamos a Su obra. Busquemos sabiduría para administrar nuestro tiempo y confiemos en que Dios nos capacitará para hacer lo que nos ha encomendado en el tiempo que Él nos ha dado.


6. "Otros ya lo están haciendo, por eso no es necesario" (1 Corintios 12:14-20):


Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene un papel único e importante. No importa cuántos estén involucrados, Dios nos llama a todos a contribuir con nuestros dones y talentos para Su gloria y el bien del cuerpo.


7. "No me siento lo suficientemente digno" (1 Corintios 1:26-27):


Dios no llama a los capacitados, sino que capacita a los llamados. Nuestra valía no proviene de nuestra habilidad o mérito, sino del amor y la gracia de Dios. Confíemos en Su poder transformador y permitamos que Él nos use según Su voluntad.


8. "No sé cómo empezar" (Josué 1:9):


Dios promete estar con nosotros dondequiera que vayamos. Si nos sentimos perdidos o confundidos, confiemos en que Dios nos guiará paso a paso. Busquemos Su dirección en oración y estudiando Su Palabra, y Él nos mostrará el camino.


9. "Dios no me llamó para esto" (Mateo 28:19-20):


Jesús nos ha dado el mandato de ir y hacer discípulos. Todos estamos llamados a compartir el evangelio y hacer discípulos en todas partes. Aceptemos el llamado de Jesús con fe y obediencia, confiando en que Él nos capacitará para cumplir Su misión.


10. "No veo resultados inmediatos" (Gálatas 6:9):


El trabajo en la obra de Dios puede ser difícil y desafiante, pero no debemos desanimarnos. Recordemos que en Su tiempo, Dios hará que nuestra labor produzca fruto. Perseveremos con fe y paciencia, confiando en que Dios es fiel para cumplir Sus promesas.

Predica sobre Las Excusas:  Venciendo para Trabajar en la Obra de Dios

  1. Predica sobre La Vida con Dios: Caminando en Su Propósito
  2. Predica sobre Hageo 1 La Prioridad de la Casa de Dios 
  3. Predica sobre Proverbios 4:23 Guardando el Corazón

Conclusión:


Dios nos ha llamado a todos a servir en Su obra. No permitamos que las excusas nos detengan. Confiemos en el poder y la provisión de Dios, y avancemos con fe y obediencia en el servicio a nuestro Señor. Que cada uno de nosotros, en humildad y dependencia de Dios, cumpla fielmente el llamado que Él nos ha dado

Predica sobre La Vida con Dios: Caminando en Su Propósito

 "La Vida en Comunión con Dios: Caminando en Su Propósito"


Introducción:


¿Cuál es el propósito de nuestra existencia? En medio de las incertidumbres y desafíos de la vida, encontramos respuestas profundas en la Palabra de Dios. Exploraremos cómo vivir en comunión con Dios nos guía hacia un propósito significativo y una vida plena.

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El Propósito de la Vida en Dios (Juan 17:3):


Comenzamos recordando las palabras de Jesús en Juan 17:3, donde nos revela el propósito fundamental de la vida: conocer a Dios y a Su Hijo Jesucristo. La verdadera esencia de la vida radica en la relación íntima con nuestro Creador.


Una Vida de Oración Constante con Dios (1 Tesalonicenses 5:17):


La oración es el vínculo que nos conecta con Dios de manera constante, como nos insta 1 Tesalonicenses 5:17. La vida en comunión con Dios se fundamenta en una relación de comunicación continua, donde compartimos nuestros anhelos, temores y gratitud con nuestro Padre celestial.


La Vida Requiere Confianza en la Divina Providencia (Mateo 6:33):


Mateo 6:33 nos recuerda la importancia de confiar en la provisión divina. Una vida en comunión con Dios implica depositar nuestra confianza en Él, sabiendo que Él suplirá todas nuestras necesidades si buscamos primero Su reino y Su justicia.


Una Vida con Guía en la Palabra de Dios (Salmo 119:105):


El Salmo 119:105 nos muestra que la Palabra de Dios es una lámpara que ilumina nuestro camino. Vivir en comunión con Dios implica sumergirnos en Su Palabra, dejando que nos guíe, instruya y transforme cada aspecto de nuestras vidas.


Vivir en Dependencia del Espíritu Santo (Juan 14:26):


Juan 14:26 nos asegura que el Espíritu Santo es nuestro Consolador y Guía. Una vida en comunión con Dios implica rendirnos a la dirección del Espíritu Santo, permitiendo que Él nos fortalezca, nos capacite y nos conduzca en el camino de la verdad.


Una Vida que Busca Santidad y Perfección en Dios (Mateo 5:48):


En Mateo 5:48, Jesús nos llama a ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto. Vivir en comunión con Dios implica aspirar a la santidad y a la perfección moral, reflejando el carácter de Dios en nuestras vidas.


Viviendo en Servicio y Ministerio con Propósito en Dios (Colosenses 3:23-24):


Colosenses 3:23-24 nos anima a hacer todo con excelencia como para el Señor y no para los hombres. Una vida en comunión con Dios implica vivir con propósito, sirviendo a los demás con amor y dedicación, reconociendo que nuestro verdadero Maestro es Cristo.


Confianza en la Promesa de la Vida Eterna (Juan 14:2-3):


En Juan 14:2-3, Jesús nos ofrece la promesa de una morada eterna en la casa del Padre. Vivir en comunión con Dios implica tener una esperanza segura en la vida eterna que nos espera en Su presencia.


Vida de Paciencia y Confianza en los Tiempos de Dios (Eclesiastés 3:11):


Eclesiastés 3:11 nos recuerda que Dios hace todas las cosas hermosas a Su tiempo. Vivir en comunión con Dios implica aprender a esperar pacientemente en Sus tiempos perfectos, confiando en Su soberanía y sabiduría.


Vivir para la Gloria de Dios en Todas las Cosas (1 Corintios 10:31):


Finalmente, 1 Corintios 10:31 nos insta a vivir para la gloria de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Una vida en comunión con Dios se caracteriza por honrar y glorificar a Dios en todo lo que hacemos, reconociendo que somos Sus siervos y embajadores en este mundo.

Predica sobre La Vida con Dios: Caminando en Su Propósito

  1. Predica sobre Hageo 1 La Prioridad de la Casa de Dios 
  2. Predica sobre Proverbios 4:23 Guardando el Corazón
  3. Predica sobre La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe

Conclusión:


Vivir en comunión con Dios es el mayor privilegio y la fuente de un propósito verdadero y significativo. Que nuestras vidas reflejen la belleza de esta comunión a través de una vida de oración constante, confianza en Su providencia, sumisión a Su Palabra y dependencia del Espíritu Santo. Que busquemos la santidad y la perfección en Dios, sirviendo con propósito y esperanza en la promesa de la vida eterna. Que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios

Predica sobre Hageo 1 La Prioridad de la Casa de Dios

 "Reconstruyendo el Templo: La Prioridad de la Casa de Dios"

Introducción:

El propósito de Hageo al escribir a los exiliados que regresaron es explicarles que la sequía que experimentaron se debió a su negligencia hacia el templo del Señor. Su objetivo era animarlos a reanudar la reconstrucción del templo para que pudieran volver a conocer la bendición de Dios.

El ministerio de Hageo tuvo lugar en el año 520 a. C., después del cual no sabemos nada más sobre él.

Contemporáneo de Zacarías, animó a los judíos a completar el templo. El libro se compone de cuatro breves mensajes proféticos, todos ellos en un período de cuatro meses.

Acompañemos esta reflexión mientras exploramos cómo podemos honrar al Señor colocando Su obra en el centro de nuestras vidas.

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Exhortación a Reconstruir el Templo (Hageo 1:2-4):


En los primeros versículos de Hageo, vemos al profeta instando al pueblo a reconstruir el templo del Señor. El templo representaba la presencia y el lugar de adoración de Dios, pero había sido descuidado mientras la gente se enfocaba en sus propios asuntos. Esta exhortación nos recuerda la importancia de darle prioridad a la obra de Dios sobre nuestras preocupaciones personales.


Consecuencias de una Priorización Incorrecta (Hageo 1:5-6):


Hageo 1:5-6 nos muestra las consecuencias de no priorizar la obra de Dios. A pesar de sus esfuerzos, el pueblo experimentaba escasez y falta de prosperidad. Cuando ponemos nuestras necesidades y deseos por encima de la voluntad de Dios, nos arriesgamos a perder Su favor y experimentar dificultades en nuestras vidas.


Llamado al Arrepentimiento y la Obediencia (Hageo 1:7-8):


El versículo 7 nos presenta un llamado al arrepentimiento y la obediencia. Dios insta al pueblo a considerar sus caminos y volver a Él con corazones dispuestos a obedecer Su palabra. El arrepentimiento es el primer paso hacia la restauración de nuestra relación con Dios y la renovación de nuestro compromiso con Su obra.


Prioridad en la Casa de Dios (Hageo 1:9):


En el versículo 9, Dios nos recuerda la importancia de priorizar Su casa sobre nuestras propias preocupaciones. Debemos considerar cómo estamos invirtiendo nuestros recursos y energía, asegurándonos de que la obra de Dios sea nuestra principal preocupación.


Promesa de Bendiciones en la Obediencia (Hageo 1:13-14):


Hageo 1:13-14 nos ofrece una promesa de bendiciones para aquellos que obedecen la voz del Señor y se comprometen con Su obra. Dios está listo para derramar Su favor y provisión sobre aquellos que le honran y le obedecen con sinceridad de corazón.


Dios está con Su Pueblo (Hageo 1:13):


El versículo 13 nos asegura que Dios está con Su pueblo cuando se comprometen con Su obra. No estamos solos en nuestros esfuerzos por honrar al Señor; Él está con nosotros, fortaleciéndonos y capacitándonos para hacer Su voluntad.


Coraje y Determinación para la Obra de Dios (Hageo 1:14):


En el versículo 14, vemos al pueblo reunirse con coraje y determinación para trabajar en la obra de Dios. A pesar de los desafíos y obstáculos que puedan surgir, debemos permanecer firmes en nuestro compromiso de honrar al Señor y construir Su reino en la tierra.


Resultado de la Obediencia (Hageo 1:12):


Hageo 1:12 nos muestra el resultado de la obediencia del pueblo: el temor del Señor y el ánimo para trabajar en Su obra. Cuando obedecemos al Señor, experimentamos Su presencia y dirección en nuestras vidas, y somos fortalecidos para cumplir Su voluntad.


Promesa de la Presencia Divina (Hageo 1:13):


El versículo 13 nos ofrece la promesa de la presencia divina cuando nos dedicamos a la obra de Dios. Dios mora entre Su pueblo cuando le servimos con fidelidad y devoción, trayendo consigo Su poder y bendición.


Reconocimiento y Adoración a Dios (Hageo 1:12):


Finalmente, el versículo 12 nos muestra la respuesta del pueblo al reconocer la mano de Dios en sus vidas: adoración y reverencia. Cuando priorizamos la obra de Dios, nuestras vidas se convierten en testimonios vivientes de Su poder y gracia, y respondemos con gratitud y alabanza.

Predica sobre Hageo 1 La Prioridad de la Casa de Dios

  1. Predica sobre Proverbios 4:23 Guardando el Corazón
  2. Predica sobre La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe
  3. Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios

Conclusión:


Que las palabras del profeta Hageo resuenen en nuestros corazones hoy. Que reconozcamos la importancia de priorizar la obra de Dios sobre nuestras propias preocupaciones y deseos. Que nos comprometamos a reconstruir Su templo, edificar Su reino y hacer Su voluntad en la tierra. Y que, al hacerlo, experimentemos la plenitud de Su presencia, bendición y favor en nuestras vidas

Predica sobre Proverbios 4:23 Guardando el Corazón

 "Guardando el Corazón: Protegiendo Nuestra Fuente de Vida"


Introducción:


El corazón es el centro de nuestras emociones, pensamientos y decisiones. En Proverbios 4:23a, se nos insta a guardar nuestro corazón con toda diligencia, porque de él fluyen las fuentes de la vida. Hoy, exploraremos la importancia de proteger nuestro corazón y las medidas que debemos tomar para mantenerlo puro y en sintonía con la voluntad de Dios.

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Importancia de Guardar el Corazón (Proverbios 4:23b):


El versículo 23b de Proverbios 4 nos recuerda la importancia vital de guardar nuestro corazón. Todo lo que hacemos y decimos brota de nuestro corazón. Si no lo protegemos, corremos el riesgo de permitir la entrada de influencias dañinas que puedan contaminarlo y desviar nuestro camino de rectitud y verdad.


Cuidado con las Influencias Externas (Proverbios 4:24):


Proverbios 4:24 nos advierte sobre la importancia de ser selectivos con las influencias que permitimos en nuestras vidas. Debemos ser conscientes de lo que vemos, escuchamos y permitimos que entre en nuestro corazón, ya que estas influencias pueden moldear nuestra manera de pensar y actuar.


Vigilancia contra la Corrupción Moral (Proverbios 4:25):


El versículo 25 nos exhorta a mantenernos vigilantes contra la corrupción moral. No debemos permitir que la inmoralidad y la maldad nos desvíen del camino de la rectitud y la verdad. En un mundo lleno de tentaciones y distracciones, es vital mantener nuestra mirada fija en lo que es justo y verdadero.


Centrarse en la Rectitud y la Veracidad (Proverbios 4:26):


Proverbios 4:26 nos anima a enfocarnos en la rectitud y la veracidad en todas nuestras acciones y decisiones. Debemos actuar con integridad y honestidad en todo lo que hacemos, sabiendo que Dios honra a aquellos que caminan en la verdad.


Evitar las Desviaciones Morales (Proverbios 4:27):


El versículo 27 nos advierte sobre las desviaciones morales que pueden apartarnos del camino de la justicia. Debemos estar alerta y evitar cualquier camino que nos lleve hacia el pecado y la transgresión de los mandamientos de Dios.


Manteniéndonos Firmes en el Camino de la Justicia (Proverbios 4:18):


Proverbios 4:18 nos recuerda la importancia de mantenernos firmes en el camino de la justicia. Aunque puedan surgir dificultades y tentaciones, aquellos que caminan en la luz encontrarán fortaleza y protección en la presencia de Dios.


Protegiendo el Corazón de las Trampas del Mal (Proverbios 4:14-15):


Los versículos 14 y 15 nos advierten sobre las trampas del mal que buscan desviar nuestros corazones del camino de la rectitud. Debemos estar atentos y no caer en las artimañas del enemigo, sino permanecer arraigados en la palabra de Dios y en Su verdad.


Buscando Sabiduría y Entendimiento (Proverbios 4:7):


Proverbios 4:7 nos insta a buscar sabiduría y entendimiento en todas nuestras acciones y decisiones. La sabiduría de Dios nos guiará por el camino de la vida, ayudándonos a discernir entre el bien y el mal, y a tomar decisiones que honren a nuestro Señor.


Promesa de Vida para Quienes Guardan el Corazón (Proverbios 4:22):


El versículo 22 nos ofrece una promesa de vida para aquellos que guardan su corazón con diligencia. Aquellos que protegen su corazón de las influencias dañinas experimentarán la plenitud de la vida que Dios promete a aquellos que le siguen fielmente.

Predica sobre Proverbios 4:23 Guardando el Corazón

  1. Predica sobre La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe
  2. Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios
  3. Predica sobre Obed-Edom: Bendición, Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios

Conclusión:


En un mundo lleno de tentaciones y distracciones, es vital que protejamos nuestro corazón con toda diligencia. Debemos ser selectivos con las influencias que permitimos en nuestras vidas y enfocarnos en lo que es justo y verdadero. Que nuestras acciones y decisiones estén enraizadas en la sabiduría y la verdad de Dios, para que podamos experimentar la plenitud de la vida que Él nos ofrece. Que Dios nos ayude a guardar nuestro corazón y a vivir en fidelidad a Su voluntad. 

Predica sobre La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe

 "La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe"


Introducción:


La fidelidad a Dios es un principio fundamental en nuestra relación con Él. Sin embargo, a lo largo de la historia, vemos cómo la infidelidad ha sido un obstáculo recurrente en la vida del pueblo de Dios. A través de las Escrituras, encontramos advertencias y ejemplos de la importancia de permanecer fieles a nuestro Creador. Acompañemos nuestras reflexiones mientras exploramos las diversas formas de infidelidad a Dios y cómo podemos superar este desafío en nuestras vidas.

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Infidelidad en la Idolatría y el Culto a Otros Dioses (Éxodo 20:3-5):


Comencemos con uno de los mandamientos fundamentales de Dios: "No tendrás dioses ajenos delante de mí" (Éxodo 20:3). La idolatría y el culto a otros dioses representan una grave infidelidad a Dios, pues lo colocan en segundo plano y buscan satisfacción en ídolos hechos por manos humanas. Cuando permitimos que otros dioses ocupen el lugar que solo le pertenece a Dios, traicionamos nuestra relación con Él.


La Ingratitud por las Bendiciones de Dios Refleja la Infidelidad del Hombre (Deuteronomio 8:17-18):


En Deuteronomio 8:17-18, se nos advierte sobre la tentación de olvidar a Dios cuando disfrutamos de Sus bendiciones. La ingratitud por las bendiciones de Dios refleja una profunda infidelidad en nuestro corazón, ya que indica una falta de reconocimiento y agradecimiento hacia nuestro Creador. Cuando nos volvemos indiferentes a las bendiciones que Dios nos otorga, mostramos una falta de fe y lealtad hacia Él.


Infidelidad al Romper el Pacto con Dios (Jeremías 31:32):


Jeremías 31:32 nos habla de la infidelidad del pueblo de Israel al romper el pacto que habían hecho con Dios. A lo largo de la historia, vemos cómo el pueblo de Dios ha fallado repetidamente en cumplir con sus compromisos con Él, prefiriendo seguir sus propios deseos y caprichos en lugar de obedecer Sus mandamientos.


Infidelidad en la Falta de Confianza en Dios y la Búsqueda de Alternativas Humanas (Jeremías 17:5):


Jeremías 17:5 nos advierte sobre la infidelidad que surge cuando confiamos en la fuerza humana en lugar de confiar en Dios. Cuando buscamos soluciones en nuestras propias capacidades y recursos en lugar de poner nuestra confianza en Dios, demostramos una falta de fe y dependencia en Él. Esta desconfianza en Dios puede llevarnos por caminos de error y fracaso.


Infidelidad en la Desobediencia a los Mandamientos de Dios (1 Juan 2:3-4):


En 1 Juan 2:3-4, se nos enseña que aquellos que dicen conocer a Dios pero no guardan Sus mandamientos son mentirosos. La infidelidad se manifiesta en la desobediencia a los mandamientos de Dios, pues muestra un corazón rebelde que prefiere seguir sus propios deseos en lugar de someterse a la voluntad de Dios. La obediencia genuina es un reflejo de nuestra verdadera fe y lealtad hacia Dios.


Desprecio por la Gracia y Misericordia de Dios (Hebreos 10:29):


Hebreos 10:29 nos advierte sobre el desprecio por la gracia y misericordia de Dios cuando pecamos deliberadamente después de haber conocido la verdad. La infidelidad se manifiesta en el menosprecio por el sacrificio de Cristo en la cruz y en la actitud arrogante de aquellos que continúan en el pecado sin arrepentimiento. Esto demuestra una falta de gratitud y reverencia hacia Dios y Su sacrificio por nosotros.


Buscar el Propio Camino en Detrimento de la Voluntad de Dios (Proverbios 14:12):


Proverbios 14:12 nos advierte sobre los peligros de seguir nuestro propio camino en lugar de buscar la voluntad de Dios. La infidelidad se manifiesta cuando buscamos nuestra propia sabiduría y entendimiento en lugar de confiar en la guía y dirección de Dios. Este camino de autodeterminación puede llevarnos a la destrucción y separación de Dios si no nos arrepentimos y nos volvemos a Él.


Ignorando la Palabra de Dios y Sus Enseñanzas (Oseas 4:6):


En Oseas 4:6, se nos advierte sobre los peligros de ignorar la Palabra de Dios y Sus enseñanzas. La infidelidad se manifiesta cuando rechazamos la verdad revelada en las Escrituras y seguimos nuestros propios caminos. Esta actitud de desprecio por la Palabra de Dios nos lleva por senderos de error y oscuridad, separándonos cada vez más de la voluntad de Dios.

Predica sobre La Infidelidad a Dios: Un Desafío para Nuestra Fe

  1. Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios
  2. Predica sobre Obed-Edom: Bendición, Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios
  3. Predica sobre La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana

Conclusión:


La infidelidad a Dios es un desafío que enfrentamos en nuestras vidas diarias. Ya sea en forma de idolatría, desobediencia, falta de confianza o desprecio por Su gracia, debemos reconocer las diversas maneras en que podemos apartarnos de Dios. Sin embargo, también podemos encontrar consuelo en Su amor y misericordia, que están disponibles para aquellos que se arrepienten y vuelven a Él con corazones humildes y contritos. Que podamos permanecer fieles a Dios en todo momento, confiando en Su poder para guardarnos y sostenernos en la fe

Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios

Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios

Introducción:


El afán, esa inquietud y ansiedad constante por alcanzar nuestras metas y deseos, puede consumirnos y apartarnos del camino de Dios si no lo manejamos correctamente. Sin embargo, las Escrituras nos ofrecen sabiduría y guía para controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios. Acompañemos nuestras reflexiones mientras exploramos cómo podemos controlar el afán y encontrar paz y plenitud en la voluntad de nuestro Señor.

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La Importancia de Dirigir los Deseos a Dios (Salmo 37:4):


Comencemos con el Salmo 37:4, que nos recuerda la importancia de dirigir nuestros deseos hacia Dios. Cuando nuestros corazones están alineados con los deseos de Dios, Él nos concede las peticiones de nuestro corazón. Esto no significa que Dios nos concederá todo lo que queremos, sino que nuestros deseos estarán en armonía con Su voluntad y propósito para nuestras vidas.


La Importancia de Alinear los Deseos con la Voluntad de Dios (Filipenses 2:13):


En Filipenses 2:13, se nos enseña que Dios obra en nosotros tanto el querer como el hacer, según Su buena voluntad. Esto significa que nuestros deseos deben alinearse con la voluntad de Dios, permitiendo que Él moldee y guíe nuestros anhelos y aspiraciones. Cuando nos sometemos a la voluntad de Dios, encontramos paz y satisfacción en Sus designios para nosotros.


Los Deseos como Reflejo de los Anhelos del Corazón (Proverbios 13:12):


Proverbios 13:12 nos recuerda que los deseos no cumplidos pueden causar desánimo y desesperación. Nuestros deseos son reflejos de los anhelos más profundos de nuestro corazón, y cuando no se cumplen, pueden llevarnos a la tristeza. Sin embargo, cuando nuestros deseos están alineados con la voluntad de Dios, encontramos consuelo y esperanza en Su promesa de cuidarnos y proveernos.


Los Deseos como Motivadores de la Oración (Salmo 145:19):


El Salmo 145:19 nos asegura que Dios escucha y atiende los deseos de aquellos que le temen y lo invocan en verdad. Nuestros deseos pueden ser poderosos motivadores para la oración, llevándonos a buscar la dirección y la intervención divina en nuestras vidas. Cuando presentamos nuestros deseos a Dios en oración, confiamos en Su soberanía y bondad para responder según Su sabiduría perfecta.


La Amonestación de Controlar los Deseos Carnales (1 Juan 2:16):


1 Juan 2:16 nos advierte sobre los deseos carnales que nos alejan de Dios y nos conducen al pecado. Estos deseos egoístas y mundanos pueden enredarnos en la búsqueda de placer y satisfacción temporal, alejándonos de la plenitud espiritual que encontramos en Cristo. Es crucial discernir entre los deseos que nos conducen a Dios y aquellos que nos apartan de Él.


La Necesidad de Evaluar y Purificar los Deseos (Salmo 139:23-24):


El Salmo 139:23-24 nos insta a examinar nuestros corazones y deseos delante de Dios, permitiendo que Él nos guíe en el camino de la vida eterna. Al evaluar y purificar nuestros deseos a la luz de la verdad divina, podemos encontrar claridad y dirección en nuestras decisiones y acciones. La búsqueda de la voluntad de Dios debe ser nuestra prioridad suprema.


Controlar los Deseos como Señal de Madurez Espiritual (Gálatas 5:24):


Gálatas 5:24 nos enseña que aquellos que pertenecen a Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Controlar los deseos carnales y vivir según el Espíritu Santo es una señal de madurez espiritual y compromiso con Cristo. Cuando permitimos que el Espíritu Santo gobierne nuestros deseos, experimentamos libertad y victoria sobre el pecado.


La Promesa del Cumplimiento de los Deseos Justos (Proverbios 10:24):


Finalmente, Proverbios 10:24 nos asegura que los deseos del justo serán cumplidos. Cuando nuestros deseos están alineados con la voluntad de Dios y buscamos Su reino y Su justicia, Él nos concede las peticiones de nuestro corazón. Confiamos en Su fidelidad y bondad para satisfacer nuestras necesidades y cumplir los deseos que están de acuerdo con Su perfecto plan.

Predica sobre El Afán: Controlar nuestros deseos y dirigirlos hacia Dios

  1. Predica sobre Obed-Edom: Bendición, Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios
  2. Predica sobre La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana
  3. Predica sobre La Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios

Conclusión:


El afán y los deseos pueden ser poderosos impulsores en nuestras vidas, pero debemos aprender a controlarlos y dirigirlos hacia Dios. Al alinear nuestros deseos con la voluntad de Dios, encontramos paz, satisfacción y plenitud en Su amor y propósito para nosotros. Que nuestras vidas estén marcadas por el deseo de buscar a Dios en todo momento y confiar en Su dirección y provisión

Predica sobre Obed-Edom: Bendición, Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios

 "La Bendición de Obed-Edom: Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios"


Introducción:


La historia de Obed-Edom es un testimonio vivo de cómo la obediencia y el servicio ferviente pueden llevar a la bendición divina en nuestras vidas. A través de las Escrituras, vemos cómo este humilde levita fue honrado con la presencia de Dios en su casa y cómo su fidelidad resultó en una abundante bendición. 

Acompañemos nuestras reflexiones mientras exploramos las lecciones que podemos aprender del ejemplo de Obed-Edom.

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Obed-Edom Recibió el Arca del Pacto, la Presencia de Dios en su Casa (2 Samuel 6:10-11):


Comencemos recordando el momento crucial en la vida de Obed-Edom cuando recibió el Arca del Pacto en su casa. En 2 Samuel 6:10-11, vemos cómo David decidió llevar el Arca a la casa de Obed-Edom después de un incidente desafortunado. Aunque inicialmente podría haber sentido temor o ansiedad por esta responsabilidad, Obed-Edom aceptó el Arca con gratitud y reverencia, reconociendo la inmensa bendición de tener la presencia de Dios en su hogar.


La Responsabilidad y el Celo de Obed-Edom (1 Crónicas 15:25-26):


En 1 Crónicas 15:25-26, se destaca la responsabilidad y el celo con los que Obed-Edom sirvió en la casa de Dios. A pesar de la grandeza del Arca y la solemnidad de su cargo, Obed-Edom no se apartó de su deber ni mostró negligencia en su servicio. Su devoción y diligencia en el cumplimiento de sus responsabilidades fueron evidentes para todos los que lo conocían.


Obed-Edom Decidió Centrarse en el Arca (2 Samuel 6:10-11):


A diferencia de otros que podrían haber temido la presencia del Arca debido a su historia de juicio divino, Obed-Edom decidió centrarse en la bendición y el honor de tener el Arca en su casa. En lugar de permitir que el temor o la duda lo dominaran, Obed-Edom eligió confiar en la protección y el favor de Dios sobre él y su familia.


La Bendición de Dios sobre la Casa de Obed-Edom (2 Samuel 6:11-12, 1 Crónicas 26:4-5):


Como resultado de la obediencia y la fe de Obed-Edom, la bendición de Dios descansó abundantemente sobre su hogar. En 2 Samuel 6:11-12, leemos cómo Dios bendijo la casa de Obed-Edom y todo lo que tenía debido a la presencia del Arca. Esta bendición se extendió a través de las generaciones, como se registra en 1 Crónicas 26:4-5, donde vemos que sus hijos también fueron bendecidos con abundancia.


La Fidelidad de la Familia de Obed-Edom en el Cumplimiento de sus Deberes (1 Crónicas 26:8):


La fidelidad de Obed-Edom no fue solo individual, sino que también se reflejó en su familia. En 1 Crónicas 26:8, se nos dice que Obed-Edom y sus hijos guardaban los tesoros de la casa de Dios con diligencia. Esta fidelidad generacional demostró la profundidad del compromiso de la familia de Obed-Edom con el servicio al Señor y la importancia de transmitir esa devoción de generación en generación.


Obed-Edom como Ejemplo de Servicio al Señor (1 Crónicas 15:21):


Obed-Edom se destaca como un ejemplo de servicio al Señor en 1 Crónicas 15:21, donde se le describe como un portero que cuidaba las puertas del tabernáculo. Su disposición para servir en cualquier capacidad muestra su humildad y dedicación al servicio de Dios, sin importar la tarea que se le asignara.


Obed-Edom como Ejemplo de Trabajador en la Obra del Señor (1 Crónicas 15:18, 24):


Además de su papel como portero, Obed-Edom también fue reconocido como un músico talentoso y un valioso colaborador en la obra del Señor. En 1 Crónicas 15:18, 24, vemos cómo participó activamente en la celebración y adoración a Dios, sirviendo con habilidad y devoción en la casa del Señor.

Predica sobre Obed-Edom: Bendición, Servicio y Fidelidad en la Casa de Dios

  1. Predica sobre La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana
  2. Predica sobre La Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios
  3. Predica sobre La Gloria de Dios

Conclusión:


La historia de Obed-Edom nos enseña valiosas lecciones sobre la obediencia, el servicio y la fidelidad en la casa de Dios. Su ejemplo de recibir la presencia de Dios con gratitud y reverencia, su diligencia en el cumplimiento de sus deberes y su disposición para servir en cualquier capacidad son un modelo para nosotros hoy. Que podamos seguir el ejemplo de Obed-Edom, buscando la bendición de Dios a través de nuestra obediencia y dedicación al servicio en Su casa. Que nuestras vidas reflejen la misma fidelidad y devoción que caracterizó a este siervo fiel.

Predica sobre La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana

 "La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana"


Introducción:


En nuestra jornada como seguidores de Cristo, nos encontramos con la ineludible realidad de la disciplina. A menudo asociamos la disciplina con castigo o corrección, pero en el contexto de nuestra fe, la disciplina va más allá. Nos moldea, nos guía y nos fortalece para vivir vidas que honran a Dios. 

A través de las Escrituras, descubrimos el propósito y la importancia de la disciplina en nuestra vida cristiana. Acompañemos nuestras reflexiones mientras exploramos este tema vital.

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La Importancia de la Disciplina en la Vida Cristiana (Proverbios 3:11-12):


Comencemos con Proverbios 3:11-12, donde se nos enseña que la disciplina es un aspecto crucial de la vida cristiana. Esta disciplina no es un castigo arbitrario, sino una manifestación del amor paternal de Dios. Así como un padre disciplina a su hijo por amor, Dios nos disciplina para nuestro bien. Reflexionemos sobre cómo la disciplina nos corrige, nos guía y nos ayuda a crecer en nuestra relación con Dios.


La Disciplina como Demostración del Amor Paternal de Dios (Hebreos 12:6):


Hebreos 12:6 nos recuerda que la disciplina es una expresión del amor de Dios hacia nosotros como Sus hijos. Cuando enfrentamos dificultades o corrección, podemos confiar en que Dios nos disciplina con amor, no con ira o rechazo. Esta comprensión nos anima a aceptar la disciplina de Dios con humildad y confianza en Su bondad.


La Disciplina como Camino hacia la Perfección Espiritual (Hebreos 12:11):


En Hebreos 12:11, se nos enseña que la disciplina produce fruto de justicia y paz para aquellos que son ejercitados por ella. A través de las pruebas y la corrección, Dios nos moldea y nos transforma para que reflejemos más de Su carácter. La disciplina es un proceso de purificación que nos acerca más a la perfección espiritual en Cristo.


La Disciplina como Protección contra la Perdición (Proverbios 19:18):


Proverbios 19:18 nos advierte sobre la importancia de disciplinar a nuestros hijos para evitar su perdición. De manera similar, la disciplina de Dios nos protege de las consecuencias devastadoras del pecado y nos guía hacia el camino de la vida abundantemente bendecida. Reconocer la necesidad de disciplina esencialmente significa reconocer nuestra necesidad de protección y orientación divinas.


La Disciplina como Fundamento de la Sabiduría (Proverbios 13:24):


La disciplina, como se señala en Proverbios 13:24, es fundamental para cultivar la sabiduría en nuestras vidas. Cuando aceptamos la corrección y nos sometemos a la disciplina de Dios, crecemos en discernimiento y entendimiento espiritual. La sabiduría resultante nos capacita para tomar decisiones justas y obedecer los caminos de Dios.


La Disciplina como Medio para Alcanzar la Vida Eterna (Hebreos 12:9):


Hebreos 12:9 nos recuerda que somos disciplinados por nuestros padres terrenales, y ¿cómo no someternos entonces al Padre de nuestros espíritus para vivir? La disciplina de Dios nos prepara para la vida eterna, nos purifica y nos moldea a imagen de Cristo. Al abrazar la disciplina divina, nos preparamos para heredar la plenitud de la vida eterna en el reino de Dios.


La Disciplina como Forma de Cultivar la Madurez Espiritual (Efesios 6:4):


En Efesios 6:4, se nos exhorta a criar a nuestros hijos en la disciplina y amonestación del Señor. De manera similar, como hijos de Dios, la disciplina nos ayuda a crecer en madurez espiritual. A través de las pruebas y correcciones, aprendemos a confiar en Dios, a someternos a Su voluntad y a vivir de acuerdo con Su Palabra.


La Disciplina como Expresión del Cuidado Divino (Proverbios 3:12):


Proverbios 3:12 nos asegura que la disciplina del Señor es una expresión de Su cuidado y amor por nosotros como Sus hijos. Aunque pueda ser difícil en el momento, la disciplina de Dios nos guía hacia la senda de la vida abundante y nos protege de los caminos destructivos. Reflexionemos sobre cómo la disciplina de Dios revela Su corazón amoroso y preocupado por nuestro bienestar eterno.


La Disciplina como Principio de Justicia y Equidad (Proverbios 29:17):


Finalmente, en Proverbios 29:17, se nos enseña que disciplinar a nuestros hijos conduce a la sabiduría y, en última instancia, a la vida eterna. Esta disciplina no solo es para nuestro bien, sino que también refleja el principio de justicia y equidad de Dios. Al aceptar la disciplina divina, reconocemos Su soberanía y autoridad sobre nuestras vidas.

Predica sobre La Disciplina: Forjando Carácter en la Vida Cristiana

  1. Predica sobre La Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios
  2. Predica sobre La Gloria de Dios
  3. Predica sobre La Vanidad: Escapando de la Trampa

Conclusión:


La disciplina es un componente esencial de nuestra vida cristiana. A través de la disciplina, Dios nos moldea, nos corrige y nos guía hacia la plenitud de Su propósito para nosotros. Que podamos aceptar la disciplina de Dios con humildad y confianza en Su amor paternal. Que podamos permitir que la disciplina forje en nosotros un carácter que refleje más de Cristo cada día. Y que, en última instancia, podamos experimentar la bendición y la plenitud de vida que vienen al abrazar la disciplina divina.

Predica sobre El Carnaval: Un Llamado a la Santidad

 "Carnaval: Un Llamado a la Santidad en Tiempos de Celebración"

¿Qué es el carnaval?

La palabra 'carnaval' proviene del latín y significa "adiós a la carne", "fiesta de la carne", palabra acuñada para reflejar una práctica en la que se animaba a las personas a satisfacer los deseos de la carne, abandonar las restricciones, ignorar la discreción y la falta de respeto. por límites como último “hurra” antes de una temporada de abnegación y disciplina cristiana.

Relacionado en significado está el término Mardi Gras (en francés, "martes gordo"), que era el nombre francés de esa última oportunidad de indulgencia antes del Miércoles de Ceniza y la Cuaresma. Algunos vieron esto como una especie de purga, un momento para deshacerse del pecado.

Dirigiremos nuestra atención a una reflexión sobre el Carnaval, fiesta que a menudo está marcada por la gratificación carnal, la excesiva indulgencia y las influencias mundanas.

Al considerar las Escrituras, nos damos cuenta de que la celebración del Carnaval puede ser incompatible con el llamado a la santidad que recibimos como cristianos. Exploremos estos puntos y busquemos entender cómo podemos honrar a Dios en nuestras celebraciones.

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1. El enfoque en las gratificaciones carnales: Gálatas 5:19-21


En Gálatas 5:19-21, el apóstol Pablo nos advierte sobre las obras de la carne, que incluyen la inmoralidad sexual, la impureza y la disolución. El carnaval, con su énfasis en las gratificaciones carnales, puede convertirse en un terreno fértil para estas obras que están en conflicto con la voluntad de Dios para nuestras vidas.


2. La tentación del exceso: 1 Corintios 6:12


La Palabra de Dios nos advierte en 1 Corintios 6:12 sobre la tentación de caer en el exceso. En medio de la festividad, es fácil perder de vista los límites saludables y entregarse a prácticas que pueden dañar tanto nuestro cuerpo como nuestra relación con Dios.


3. Incompatibilidad con la Santidad Cristiana: 1 Pedro 1:16


La llamada a la santidad es una constante en las Escrituras, y 1 Pedro 1:16 nos recuerda que debemos ser santos porque Dios es santo. El carnaval, con sus connotaciones de indulgencia y desenfreno, puede presentar un conflicto directo con la búsqueda de la santidad que se espera de los seguidores de Cristo.


4. Cuidado con la influencia mundana: Romanos 12:2


En Romanos 12:2, Pablo nos insta a no conformarnos a los patrones de este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente. El carnaval, con su naturaleza efímera y centrada en el placer, representa una influencia mundana que puede desviar nuestra atención de lo que realmente importa en nuestra vida cristiana.


5. La búsqueda del placer fugaz: Proverbios 14:13


El libro de Proverbios nos advierte en 14:13 sobre el peligro de buscar placer en el momento sin considerar las consecuencias a largo plazo. El carnaval, con su énfasis en la diversión momentánea, nos desafía a reflexionar sobre la verdadera fuente de gozo y plenitud que encontramos en Cristo.


6. La importancia de evaluar nuestras decisiones: 1 Corintios 10:23


En 1 Corintios 10:23, Pablo nos recuerda que, aunque todo es lícito, no todo es beneficioso. En la celebración del carnaval, debemos evaluarnos a nosotros mismos y considerar si nuestras decisiones nos acercan o nos alejan de la voluntad de Dios.


7. La necesidad del discernimiento espiritual: 1 Juan 4:1


El discernimiento espiritual es esencial en tiempos de celebración como el carnaval. 1 Juan 4:1 nos exhorta a probar los espíritus para asegurarnos de que lo que participamos esté alineado con la verdad y la sabiduría de Dios.


8. La Búsqueda de Celebraciones que Honren a Dios: 1 Corintios 10:31


En última instancia, 1 Corintios 10:31 nos presenta un principio fundamental: "Así que, ya comáis, o bebáis, o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". Nuestra celebración, incluso en tiempos festivos como el carnaval, debe ser guiada por la búsqueda de la gloria de Dios en todo lo que hacemos.

Predica sobre El Carnaval: Un Llamado a la Santidad

  1. Predica sobre El Padre Nuestro: Aprendiendo con Jesus Mateo 6:9-13
  2. Predica sobre La Higuera Esteril: Lucas 13:6-9
  3. Predica sobre Las Madres Extraordinarias en la Biblia

Conclusión:


Mientras reflexionamos sobre el carnaval, recordemos que nuestra identidad como cristianos implica un llamado a la santidad y a la reflexión cuidadosa sobre nuestras acciones. Que el discernimiento espiritual y la sabiduría de Dios nos guíen en nuestras decisiones, y que nuestras celebraciones siempre honren y glorifiquen a nuestro Señor. Que en todo, seamos testimonios de la luz y el amor de Cristo. En el nombre de Jesús.

Predica sobre La Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios

 "La Verdadera Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios"


Introducción:


En el mundo actual, la idea de prosperidad se asocia principalmente con el éxito material y financiero. Sin embargo, como creyentes, debemos comprender que la verdadera prosperidad abarca mucho más que simplemente acumular riquezas terrenales. 

A través de las Escrituras, encontramos un mensaje de prosperidad que va más allá de lo material y se arraiga en la bendición de Dios y la prosperidad espiritual. Acompañemos nuestras reflexiones mientras exploramos la visión bíblica de la verdadera prosperidad.

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Dios como Proveedor de Todas las Necesidades (Filipenses 4:19):


Comencemos recordando que Dios es el proveedor de todas nuestras necesidades, como se menciona en Filipenses 4:19. Esta promesa nos asegura que no debemos preocuparnos por nuestras necesidades materiales, porque Dios cuida de nosotros abundantemente. 

Reflexionemos sobre cómo confiar en Dios como nuestro proveedor nos libera del temor y la ansiedad.


La Promesa de Prosperidad en los Planes de Dios (Jeremías 29:11):


En Jeremías 29:11, Dios nos asegura que tiene planes de prosperidad para nosotros, planes para nuestro bienestar y no para nuestro mal. Esta promesa nos infunde esperanza y nos recuerda que Dios está comprometido con nuestro bienestar en todos los aspectos de nuestra vida. 

Reflexionemos sobre cómo confiar en los planes de Dios nos da la seguridad de un futuro lleno de esperanza y prosperidad.


El Llamado a la Prosperidad Espiritual y Material (3 Juan 1:2):


El apóstol Juan nos presenta una visión holística de la prosperidad en 3 Juan 1:2, donde nos revela el deseo de Dios de que prosperemos en todas las áreas de nuestra vida, tanto espiritual como materialmente. 

Esta es una invitación a buscar una prosperidad equilibrada que incluya la salud espiritual, emocional, relacional y financiera. Reflexionemos sobre cómo nuestra prosperidad espiritual influye en todas las demás áreas de nuestra vida.


La Responsabilidad de la Gestión de Recursos (Lucas 16:10):


Siendo conserjes de los recursos que Dios nos ha confiado, tenemos la responsabilidad de administrarlos sabiamente, como Jesús nos enseña en Lucas 16:10. 

Esto incluye el uso sabio de nuestras finanzas, talentos y tiempo para el beneficio del Reino de Dios y el prójimo. Reflexionemos sobre cómo nuestras decisiones financieras y de gestión reflejan nuestra fe y compromiso con Dios.


La Advertencia contra la Avaricia y la Avaricia (1 Timoteo 6:10):


En 1 Timoteo 6:10, Pablo nos advierte sobre los peligros de la avaricia y el amor al dinero, que pueden llevarnos por caminos destructivos. 

La búsqueda obsesiva de riquezas materiales puede corromper nuestros corazones y apartarnos de la verdadera prosperidad que viene de Dios. Reflexionemos sobre cómo debemos guardar nuestros corazones de la codicia y cultivar una actitud de generosidad y desapego.


La Bendición de la Generosidad y el Diezmo (Malaquías 3:10):


La generosidad y el diezmo son formas prácticas de honrar a Dios y abrirnos a Su provisión abundante, como se menciona en Malaquías 3:10. Dios nos desafía a poner a prueba Su fidelidad al devolverle una parte de nuestros ingresos y recursos. 

Reflexionemos sobre cómo nuestra obediencia en la entrega puede desencadenar bendiciones tanto espirituales como materiales en nuestras vidas.


Buscar el Reino de Dios Resulta en Prosperidad (Mateo 6:33):


Jesús nos da una poderosa promesa en Mateo 6:33, instándonos a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, asegurándonos que todas las demás cosas nos serán añadidas. Esto significa priorizar nuestra relación con Dios y vivir de acuerdo con Sus principios, confiando en que Él proveerá todas nuestras necesidades. Reflexionemos sobre cómo nuestra búsqueda constante del Reino de Dios nos lleva a una verdadera prosperidad y plenitud en todas las áreas de la vida.


El Ejemplo de Hombres y Mujeres Piadosos que Prosperan (Génesis 39:2-3):


Un ejemplo de prosperidad según el corazón de Dios se encuentra en la vida de José, como se describe en Génesis 39:2-3. A pesar de enfrentar adversidades y desafíos, José prosperó en todo lo que hizo porque el Señor estaba con él. 

Este ejemplo nos enseña que la verdadera prosperidad viene de la presencia y el favor de Dios en nuestras vidas. Reflexionemos sobre cómo nuestra fidelidad y obediencia pueden conducirnos a la prosperidad según la voluntad de Dios.


La Visión Bíblica de la Verdadera Prosperidad (Mateo 6:19-21):


Finalmente, en Mateo 6:19-21, Jesús nos enseña a no almacenar tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen y los ladrones roban, sino a almacenar tesoros en el cielo, donde nada puede destruirlos. Esta es la esencia de la verdadera prosperidad: una riqueza que trasciende lo material y se arraiga en la eternidad. 

Reflexionemos sobre cómo nuestras prioridades y valores reflejan nuestra comprensión de la verdadera prosperidad en Dios.

Predica sobre La Prosperidad: Bendiciones Espirituales y Materiales en Dios
  1. Predica sobre La Gloria de Dios
  2. Predica sobre La Vanidad: Escapando de la Trampa
  3. Predica sobre La Paz de Cristo


Conclusión:


Que podamos abrazar la visión bíblica de la verdadera prosperidad, que va más allá de la acumulación de riquezas materiales y se arraiga en la bendición de Dios y la prosperidad espiritual. Que podamos administrar sabiamente los recursos que Dios nos ha confiado, guardando nuestros corazones de la avaricia y la codicia, y buscando primero Su Reino y Su justicia. Que nuestra vida refleje la generosidad, la integridad y la fidelidad que caracterizan a aquellos que viven en verdadera prosperidad según la voluntad de Dios. Amén.

Predica sobre La Gloria de Dios

 La Magnificencia de la Gloria de Dios


Introducción:


La gloria de Dios es una manifestación de su esplendor y grandeza que trasciende toda comprensión humana. Hoy, exploraremos juntos las Escrituras para contemplar la magnificencia de la gloria de Dios en diversas facetas de nuestra fe.

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I. La Grandeza de la Gloria de Dios - Isaías 6:3


Isaías 6:3 nos muestra la visión del profeta Isaías en la que los serafines proclaman la santidad de Dios diciendo: "Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria". La gloria de Dios llena toda la creación y trasciende cualquier descripción humana.


II. La Gloria que Llenó el Templo - 2 Crónicas 7:1


En 2 Crónicas 7:1, leemos sobre la dedicación del templo de Salomón, donde la gloria de Dios llenó el templo de tal manera que los sacerdotes no podían ni siquiera entrar. Este evento ilustra la presencia abrumadora de Dios y su gloria en medio de su pueblo.


III. La Gloria Revelada en la Creación - Salmos 19:1


El Salmo 19:1 proclama: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos". La creación misma es un testimonio silencioso de la magnificencia y el poder de Dios, revelando su gloria a todos los que están dispuestos a contemplarla.


IV. La Gloria Manifestada en la Encarnación de Cristo - Juan 1:14


Juan 1:14 nos dice que "la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad". En Jesucristo, la gloria de Dios se hizo visible y accesible para la humanidad, mostrando su amor y su gracia de manera tangible.


V. La Gloria de la Salvación en Cristo - 2 Corintios 4:6


2 Corintios 4:6 nos enseña que Dios, quien hizo brillar la luz en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestros corazones para iluminarnos con el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. La salvación en Cristo revela la gloria de Dios al traernos de las tinieblas a su maravillosa luz.


VI. La Gloria de la Resurrección de Cristo - Romanos 6:4


Romanos 6:4 nos recuerda que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, también nosotros podemos andar en novedad de vida. La resurrección de Cristo es la máxima demostración de la gloria de Dios sobre la muerte y el pecado.


VII. La Gloria Revelada en la Cruz - Juan 12:23-24


Aunque paradójico, la cruz es el lugar donde la gloria de Dios se manifiesta de manera suprema. En Juan 12:23-24, Jesús habla de su muerte en la cruz como el medio por el cual glorificaría el nombre de Dios y daría vida eterna a todos los que creen en él.


VIII. La Gloria Revelada en la Vida de la Iglesia - Efesios 3:21


Efesios 3:21 nos habla de la gloria que se manifiesta en la iglesia a través del poder de Dios que obra en nosotros. Cuando vivimos en comunión con Dios y nos entregamos a su obra, somos testigos vivientes de su gloria para el mundo.


IX. La Gloria de la Eternidad con Dios - Apocalipsis 21:23


Finalmente, en Apocalipsis 21:23, se nos describe la ciudad celestial donde no hay necesidad de sol ni de luna, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero. En la eternidad, estaremos rodeados por la gloriosa presencia de Dios para siempre.

Predica sobre La Gloria de Dios

  1. Predica sobre La Vanidad: Escapando de la Trampa
  2. Predica sobre La Paz de Cristo
  3. Predica sobre Adoración y Alabanza

Conclusión:


La gloria de Dios es una realidad que trasciende nuestra comprensión humana. Que podamos maravillarnos ante su magnificencia y vivir nuestras vidas para su gloria, proclamando su grandeza en todo lo que hacemos

Predica sobre La Vanidad: Escapando de la Trampa

 Escapando de la Trampa de la Vanidad


La vanidad es una trampa sutil que puede atraparnos y desviar nuestra atención de lo que realmente importa en la vida. Hoy, exploraremos juntos las Escrituras para entender la naturaleza de la vanidad y cómo podemos escapar de su influencia en nuestras vidas.

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I. Definición de Vanidad - Eclesiastés 1:2


El sabio rey Salomón nos advierte en Eclesiastés 1:2 que "todo es vanidad". La vanidad se refiere a la vacuidad y la futilidad de buscar significado y propósito en cosas temporales y superficiales, en lugar de en Dios.


II. La Búsqueda de la Felicidad en las Posesiones Materiales - Eclesiastés 2:11


En su búsqueda de la felicidad, Salomón acumuló riquezas y posesiones materiales, solo para descubrir que todo era vanidad. Las posesiones terrenales pueden brindar placer temporal, pero no pueden satisfacer las necesidades más profundas del alma.


III. La Insatisfacción de la Búsqueda de la Sabiduría Humana - Eclesiastés 1:17-18


A pesar de su gran sabiduría, Salomón reconoció la futilidad de confiar en la sabiduría humana. Por más conocimiento que adquiramos, nunca seremos capaces de comprender completamente los misterios de la vida y encontrar verdadero significado aparte de Dios.


IV. La Inutilidad de la Búsqueda del Placer Sensorial - Eclesiastés 2:1


Salomón también se entregó al placer sensorial en un intento de encontrar satisfacción, pero descubrió que incluso esto era vanidad. El placer temporal no puede llenar el vacío en nuestros corazones que solo Dios puede llenar.


V. El Peligro de la Vanidad en la Vida Cristiana - 1 Juan 2:16


El apóstol Juan nos advierte en 1 Juan 2:16 sobre los peligros de la vanidad: "Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo". La vanidad puede alejarnos de una vida centrada en Dios y enfocada en su voluntad.


VI. La Vanidad de la Apariencia Exterior - Proverbios 31:30


En Proverbios 31:30, se nos recuerda que "la gracia es engañosa, y la hermosura es vana; pero la mujer que teme al Señor, ésta será alabada". La vanidad de la apariencia externa puede llevarnos a buscar la aprobación de los demás en lugar de buscar la aprobación de Dios.


VII. La Advertencia contra el Orgullo y la Presunción - Proverbios 16:18


El orgullo y la presunción son formas de vanidad que nos llevan a confiar en nuestras propias habilidades y logros en lugar de confiar en Dios. Proverbios 16:18 nos advierte que "el orgullo va delante de la destrucción, y la altivez de espíritu delante de la caída".


VIII. El Llamado a la Humildad y la Modestia - Filipenses 2:3


En Filipenses 2:3, el apóstol Pablo nos insta a "hacer nada por rivalidad o vanidad; más bien, con humildad, considerando cada uno a los demás como superiores a sí mismo". La humildad y la modestia son virtudes que nos ayudan a escapar de la trampa de la vanidad.


IX. La Prioridad del Reino de Dios sobre los Bienes Terrenales - Mateo 6:19-21


Jesús nos enseña en Mateo 6:19-21 a no acumular tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, sino a buscar primero el reino de Dios y su justicia. Nuestro enfoque debe estar en las cosas eternas, no en las cosas temporales y pasajeras.


X. La Búsqueda de la Verdadera Grandeza en Cristo - Marcos 10:43-44


Finalmente, en Marcos 10:43-44, Jesús nos enseña que la grandeza en el reino de Dios no está en ser servido, sino en servir a los demás. Encontramos verdadero significado y propósito cuando vivimos nuestras vidas en servicio a Dios y a los demás.

Predica sobre La Vanidad: Escapando de la Trampa

  1. Predica sobre La Paz de Cristo
  2. Predica sobre Adoración y Alabanza
  3. Predica sobre La Obediencia para Jóvenes

Conclusión:


La vanidad es una trampa que puede atraparnos y desviar nuestra atención de lo que realmente importa en la vida. Que busquemos en Dios la verdadera satisfacción y significado, y que vivamos nuestras vidas en humildad, servicio y devoción a Él. 

 
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Juan 3 16 Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todos los que creen en él no perezcan, sino que tengan vida eterna.