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Predica sobre La Grandeza de Dios

 La Inmensurable Grandeza de Dios

Introducción

La grandeza de nuestro Dios, un ser cuya magnificencia trasciende nuestra comprensión humana. A través de las Escrituras, exploraremos algunos de los atributos que revelan Su inmensidad y nos invitan a adorarle con reverencia y gratitud.

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1. Dios es grande en poder

"Grande es nuestro Señor y de gran poder; su entendimiento es infinito." (Salmos 147:5)

El poder de Dios es ilimitado. Ninguna fuerza en la tierra o en el cielo se compara con Su omnipotencia. Él creó el universo de la nada y sostiene todas las cosas con Su poder.


2. Dios es grande en sabiduría

"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!" (Romanos 11:33)

La sabiduría de Dios es inescrutable. Él conoce todas las cosas, desde el principio hasta el fin. Sus planes son perfectos y sus caminos son incomprensibles para nosotros.


3. Dios es grande en amor

"Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:8)

El amor de Dios es incondicional y eterno. Él nos amó tanto que entregó a su propio Hijo para morir por nuestros pecados. La cruz es la máxima expresión de su amor.


4. Dios es grande en misericordia

"Es por la misericordia del Señor que no hemos sido consumidos... grande es tu fidelidad." (Lamentaciones 3:22-23)

La misericordia de Dios es inagotable. Se renueva cada mañana, perdonando nuestros pecados y cubriendo nuestras necesidades.


5. Dios es grande en majestad

"Majestad y gloria delante de él; poder y hermosura en su santuario." (Salmos 96:6)

Dios reina con gloria y esplendor. Su presencia llena el cielo y la tierra. Él es digno de toda nuestra adoración y alabanza.


6. Dios es grande en fidelidad

"Conoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, Dios fiel..." (Deuteronomio 7:9)

Dios cumple sus promesas. Su fidelidad se extiende por generaciones, asegurándonos que podemos confiar en Él en todo momento.


7. Dios es grande en justicia

"El Señor es justo en todos sus caminos y santo en todas sus obras." (Salmos 145:17)

Dios es justo e imparcial. Él juzga con rectitud y recompensa a cada uno según sus obras.


8. Dios es grande en dominio

"Tuyo es el reino, oh Señor; tú eres exaltado como cabeza sobre todo." (1 Crónicas 29:11)

Dios gobierna sobre todo y sobre todos. Él es el Rey de reyes y Señor de señores.


9. Dios es grande en la creación

"Los cielos declaran la gloria de Dios; el firmamento proclama la obra de sus manos." (Salmos 19:1)

La grandeza de Dios se revela en la inmensidad y belleza del universo. La creación es un testimonio de su poder y sabiduría.


10. Dios es grande en gracia

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8)

La gracia de Dios es un regalo inmerecido. Él nos salva por su gracia, no por nuestras obras.

Predica sobre La Grandeza de Dios

  1. Predica sobre Vasos de honra y deshonra: ¿De qué clase habéis sido?
  2. Predica sobre Ezequías: Un Corazón Sanado, un Corazón Probado
  3. Predica sobre No améis al mundo 1 Juan 2:15

Conclusión


La grandeza de Dios es incomprensible. Que esta verdad nos inspire a adorarle con corazones agradecidos y a vivir vidas que reflejen Su gloria. Amén.

Predica sobre Vasos de honra y deshonra: ¿De qué clase habéis sido?

 Título del sermón: Vasos de honra y deshonra: ¿De qué clase habéis sido?


Introducción

Hoy exploraremos una poderosa metáfora bíblica: la del alfarero y el barro. A través de ella, descubriremos cómo Dios nos moldea y nos usa para sus propósitos, y cómo nuestras elecciones determinan si somos vasos de honra o de deshonra.

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1. Dios es el Alfarero, nosotros somos el barro.

"…nosotros somos el barro, y tú eres nuestro alfarero; obra de tus manos todos somos." (Isaías 64:8)

Así como el alfarero moldea el barro, Dios moldea nuestras vidas. Él tiene un propósito para cada uno de nosotros, y nos transforma para cumplir ese propósito.


2. Hay diferentes recipientes para diferentes propósitos.

"…en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro..." (2 Timoteo 2:20)

No todos los vasos son usados para honra. Algunos son usados para propósitos comunes, otros para propósitos especiales. Es necesario estar preparado para ser usado por Dios de manera honrosa.


3. La purificación nos hace vasos de honra.

"…si alguno se purifica... será vaso para honra..." (2 Timoteo 2:21)

La santidad y la separación del pecado son esenciales para ser usados por Dios. Necesitamos purificarnos para ser vasos de honra en sus manos.


4. Dios prepara vasos para su gloria.

"…vasos de misericordia, que él preparó de antemano para gloria." (Romanos 9:23)

El vaso de honra refleja la gloria de Dios al mundo. Dios nos prepara para manifestar su gloria a través de nuestras vidas.


5. Los jarrones rotos se pueden restaurar.

"…y como se quebró la vasija de barro que el alfarero hizo... volvió a hacerla de otra vasija..." (Jeremías 18:4)

Dios se especializa en restaurar vidas. Incluso cuando nos rompemos, él puede moldearnos nuevamente y usarnos para sus propósitos.


6. La desobediencia conduce a la deshonra.

"…así quebrantaré a este pueblo... como se quiebra una vasija de alfarero..." (Jeremías 19:10-11)

Desoír la voz de Dios tiene graves consecuencias. Cuando nos rebelamos contra él, nos convertimos en vasos de deshonra.


7. El vaso de honra es apto para toda buena obra.

"…santificado y útil al Señor..." (2 Timoteo 2:21b)

Dios busca siervos disponibles y consagrados, listos para ser usados en su obra. Él nos capacita para realizar buenas obras a través de nosotros.


8. El contenido es tan importante como el recipiente.

"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro..." (2 Corintios 4:7)

No basta con verse bien; es necesario llevar el Espíritu Santo. El contenido del vaso es tan importante como su forma.


9. Los vasos de deshonra son rechazados.

"Israel ha sido devorado; es entre las naciones como un vaso que no agrada a nadie." (Oseas 8:8)

Cuando un vaso rechaza el propósito divino, pierde su valor. Dios nos advierte sobre las consecuencias de la desobediencia y el rechazo de su plan.


10. El vaso debe estar disponible en manos del alfarero.

"¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro...?" (Romanos 9:21)

Dios quiere moldear nuestras vidas, pero necesitamos someternos a él. Necesitamos estar disponibles en sus manos, permitiendo que él nos transforme.

Predica sobre Vasos de honra y deshonra: ¿De qué clase habéis sido?

  1. Predica sobre Ezequías: Un Corazón Sanado, un Corazón Probado
  2. Predica sobre No améis al mundo 1 Juan 2:15
  3. Predica sobre La Soberanía de Dios en la Salvación Romanos 9:16

Conclusión


¿Qué tipo de vaso hemos sido? Que podamos rendirnos al alfarero divino, permitiendo que él nos moldee y nos use para su gloria. Que nuestras vidas sean vasos de honra, reflejando el amor y la gracia de Dios al mundo. Amén.

Predica sobre Ezequías: Un Corazón Sanado, un Corazón Probado

 "Ezequías: Un Corazón Sanado, un Corazón Probado"

Texto base: 2 Reyes 20

Introducción:


La historia del rey Ezequías es profundamente humana y espiritualmente aleccionadora. Es la historia de un hombre que enfrentó la muerte, experimentó un milagro, y después fue probado en su corazón. A través de su vida, aprendemos lecciones cruciales sobre el arrepentimiento, la oración, la fidelidad de Dios, y también sobre el peligro del orgullo después de la victoria. Hoy vamos a recorrer esta historia en nueve momentos clave que nos invitan a reflexionar sobre nuestra vida espiritual.

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1. Una sentencia de muerte: El llamado al arrepentimiento

"Ordena tu casa, porque morirás y no vivirás" (2 Reyes 20:1)

Dios confronta a Ezequías con una verdad ineludible: su vida llegaba a su fin. Pero esta palabra no era solo un castigo, sino un llamado al realineamiento. Cuando Dios nos confronta, no es para destruirnos, sino para despertarnos.


Aplicación: ¿Hay algo en tu vida que necesita ser puesto en orden? Hoy es día de volvernos a Dios.


2. La oración que conmueve el cielo

"Luego volvió su rostro a la pared y oró a Jehová..." (2 Reyes 20:2)

Ezequías no discute con Dios, no corre a los médicos ni a los consejeros. Va directo al único que puede revertir su destino: Dios. Su oración es sincera, íntima, con lágrimas.


Aplicación: Las oraciones auténticas nacen del quebranto. ¿Has orado así últimamente?


3. Dios escucha, ve y responde

"He oído tu oración, he visto tus lágrimas..." (2 Reyes 20:5)

¡Qué reconfortante saber que Dios no es indiferente! Él oye, ve y responde con misericordia.


Aplicación: Ninguna oración sincera es ignorada. Ninguna lágrima pasa desapercibida por Dios.


4. Sanidad que restaura el propósito de la vida

"Al tercer día subirás a la casa del Señor." (2 Reyes 20:5)

Ezequías es sanado, pero no para volver a sus placeres o a la rutina del trono. Es sanado para adorar. La vida restaurada debe ser vivida en adoración y servicio.


Aplicación: ¿Estás usando tu sanidad o tus segundas oportunidades para glorificar a Dios?


5. La señal soberana del versículo de confirmación

"He aquí, yo haré volver la sombra diez grados..." (2 Reyes 20:10-11)

Dios respalda Su palabra con un milagro sobrenatural. ¡La sombra retrocedió! No hay límites para lo que Dios puede hacer.


Aplicación: A veces, Dios refuerza nuestra fe con señales inesperadas. Estemos atentos.


6. Paz después de la crisis: ¿tiempo de reflexión o de peligro?

"En aquel tiempo Berodac-baladán... envió cartas y un presente a Ezequías..." (2 Reyes 20:12)

Con la sanidad llega la paz, pero también la tentación. A menudo, no es en el dolor donde más caemos, sino en la comodidad.


Aplicación: ¿Estás espiritualmente alerta después de tus victorias?


7. La vanidad que exhibió los tesoros

"Y Ezequías los escuchó, y les mostró... todo lo que había en sus tesoros." (2 Reyes 20:13)

El orgullo entra sutilmente. El deseo de reconocimiento y de mostrar lo que tenemos puede hacernos bajar la guardia.


Aplicación: ¿Qué motivaciones están detrás de lo que muestras a otros?


8. El corazón fue probado y se reveló su debilidad

"¿Qué vieron en tu casa?" Y Ezequías dijo: «Han visto todo lo que hay en mi casa...” (2 Reyes 20:15)

El profeta lo confronta, y Ezequías reconoce su error. El corazón del hombre puede ser probado cuando menos lo espera.


Aplicación: ¿Qué revela tu corazón cuando Dios te pone a prueba?


9. La consecuencia del error: Profecía del cautiverio

"He aquí, vienen días cuando todos... serán llevados a Babilonia". (2 Reyes 20:17)

El error de Ezequías no solo le afectó a él, sino a futuras generaciones. Cada decisión que tomamos tiene un peso eterno.


Aplicación: Tu obediencia hoy puede salvar generaciones. Tu descuido puede marcarlas también.

Predica sobre Ezequías: Un Corazón Sanado, un Corazón Probado

  1. Predica sobre No améis al mundo 1 Juan 2:15
  2. Predica sobre La Soberanía de Dios en la Salvación Romanos 9:16
  3. Predica sobre la Fe y la Esperanza

Conclusión:


La vida de Ezequías es un espejo en el que todos podemos vernos: buscamos a Dios en la necesidad, recibimos su favor, pero luego somos tentados a olvidar al Dador. Que este mensaje nos lleve a vivir una vida de oración, humildad, gratitud y obediencia, reconociendo que cada bendición trae también una responsabilidad.


Llamado final:

¿Necesitas ordenar tu casa espiritual hoy? ¿Estás en un desierto, en una cima de victoria, o en una prueba de orgullo? Hoy, el Señor extiende su mano para restaurar, pero también para examinar. Responde con un corazón sincero.

Predica sobre No améis al mundo 1 Juan 2:15

 “No améis al mundo – Un llamado a vivir para la eternidad”

 Basado en 1 Juan 2:12-17


Introducción:

Vivimos en un mundo que constantemente compite por nuestro afecto. Nos promete placer, éxito, reconocimiento y satisfacción. Pero el apóstol Juan, guiado por el Espíritu Santo, levanta una advertencia clara y directa: “No améis al mundo”. Este mensaje no es simplemente una sugerencia, es una urgencia espiritual. Hoy meditaremos en 1 Juan 2:12-17 y descubriremos por qué amar al mundo es peligroso, y cómo la verdadera vida está en hacer la voluntad de Dios.

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1. Una advertencia: No amen al mundo

 “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:15)

Juan no nos deja espacio para dudas. El amor al mundo es incompatible con el amor al Padre. No podemos servir a dos señores. Esta advertencia es una alarma para nuestros corazones: si tu afecto está cautivado por las cosas temporales, entonces has perdido de vista al eterno.


2. La incompatibilidad entre el amor de Dios y el amor del mundo

 “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”

No podemos dividir nuestro corazón. Jesús dijo: “Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. Amar al mundo nos aleja de Dios porque el mundo nos promete autonomía, placer sin límites, y gloria sin cruz. Pero el amor de Dios nos llama a rendición, pureza y humildad.


3. El significado bíblico del “mundo”

 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida…” (1 Juan 2:16a)

Juan no se refiere al planeta ni a las personas, sino a un sistema de valores corrupto que se opone activamente a Dios. Este “mundo” es seductor, engañoso y siempre está tratando de reemplazar a Dios como centro de nuestra adoración.


4. Las tres caras de la tentación: carne, ojos y orgullo

 “…no provienen del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:16b)

Estas son las mismas tres áreas donde Adán y Eva cayeron:


Deseos de la carne – placer descontrolado.


Deseos de los ojos – codicia, envidia.


Vanagloria de la vida – orgullo, egocentrismo.

La tentación sigue el mismo patrón, pero la victoria está en reconocer su origen y rechazarlo por amor al Padre.


5. El amor al mundo es temporal e ilusorio

 “Y el mundo pasa, y sus deseos…” (1 Juan 2:17a)

Todo lo que el mundo ofrece se desvanece. Es como neblina: parece real por un momento, pero pronto desaparece. No vale la pena construir tu vida sobre arenas movedizas. Las pasiones del mundo te prometen todo y te dejan con nada.


6. La promesa al que ama a Dios

  “…pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17b)

Aquí está el contraste glorioso: lo que el mundo ofrece es pasajero, pero lo que Dios ofrece es eterno. El que obedece a Dios no solo vive con propósito, sino que tiene la garantía de la vida eterna. Obedecer a Dios es el camino más sabio, más seguro y más glorioso.


7. Hijitos: Un público amado y blanco de exhortación

 “Les escribo a ustedes, hijitos, porque sus pecados les han sido perdonados por su nombre.” (1 Juan 2:12)

Juan no está reprendiendo con enojo, sino exhortando con amor. Él nos recuerda nuestra identidad: somos perdonados, hijos amados de Dios. Esta exhortación viene desde el amor, no desde la condenación. Dios quiere preservarnos, no restringirnos.


8. La victoria sobre el mal viene a través de la Palabra

 “Eres fuerte, y la palabra de Dios permanece en ti, y has vencido al maligno.” (1 Juan 2:14b)

Nuestra fortaleza espiritual no proviene de nosotros, sino de la Palabra viva de Dios. Cuanto más la palabra habita en nosotros, más podemos resistir la tentación y vencer al enemigo. No luchamos con armas humanas, sino con el poder de la verdad divina.


9. La madurez cristiana como defensa contra el mundo

 “Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio.” (1 Juan 2:13)

El crecimiento espiritual nos fortalece contra los engaños del mundo. Los “padres” en la fe han cultivado una relación profunda con Dios. Conocer a Cristo íntimamente es la mayor defensa contra el amor al mundo. Cuanto más lo conocemos, menos atractiva nos parece la vanidad del mundo.


10. Permanecer en el amor del Padre es elegir la eternidad

 “El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17b)

Este es el gran llamado: elegir lo eterno por encima de lo momentáneo. Vivir según la voluntad de Dios no es una pérdida, es la mayor ganancia. Es sembrar en lo eterno. Cada decisión de obediencia es una inversión que produce fruto para la vida eterna.

 

Predica sobre No améis al mundo 1 Juan 2:15

  1. Predica sobre La Soberanía de Dios en la Salvación Romanos 9:16
  2. Predica sobre la Fe y la Esperanza
  3. Predica sobre - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Salmo 119:9

Conclusión:

Este pasaje de 1 Juan es como una señal de advertencia en medio de una carretera peligrosa. No amemos al mundo. No pongamos nuestro corazón en lo que está destinado a desaparecer. Recordemos que somos amados, perdonados, fortalecidos por la Palabra, y llamados a una vida eterna con Dios.


Decide hoy: ¿Dónde está tu corazón? ¿En las promesas vacías del mundo, o en la firme promesa de vida eterna en Cristo?

Predica sobre La Soberanía de Dios en la Salvación Romanos 9:16

 Título del sermón: La Soberanía de Dios en la Salvación


Introducción


Adentramos en un tema profundo y a menudo debatido: la soberanía de Dios en la salvación. El apóstol Pablo, en Romanos 9, nos revela que la salvación no depende del esfuerzo humano, sino de la misericordia divina. Esta verdad nos invita a reflexionar sobre la grandeza de Dios y nuestra dependencia de Su gracia.

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1. La soberanía de Dios sobre los esfuerzos humanos

"Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia." (Romanos 9:16)

Pablo nos enseña que ningún esfuerzo humano, por sincero que sea, puede garantizar la salvación. Es Dios quien, en Su soberanía, decide a quién mostrará misericordia. Esta verdad nos recuerda nuestra total dependencia de Su gracia.


2. Dios tiene el derecho de elegir

"Porque a Moisés le dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca." (Romanos 9:15)

Dios actúa según Su voluntad, sin estar sujeto a la influencia humana. Su elección no se basa en méritos, sino en Su propósito eterno. La misericordia de Dios es un don, no un logro.


3. Ejemplo del Faraón: El endurecimiento del corazón

"Porque la Escritura dice a Faraón: 'Para esto mismo te levanté, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre fuera anunciado por toda la tierra'." (Romanos 9:17)

Dios usa incluso a los malvados para cumplir Sus propósitos. El endurecimiento del corazón del Faraón demuestra que Dios tiene el control supremo. Sin embargo, esto no anula la responsabilidad humana.


4. El propósito de Dios siempre prevalece

"De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece." (Romanos 9:18)

Dios actúa según Sus planes eternos, levantando y derribando según Su voluntad. Su gracia es un misterio para nosotros, pero debemos confiar en Su sabiduría.


5. No se puede cuestionar a Dios

"Pero ¿quién eres tú, oh hombre, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: “¿Por qué me has hecho así?”" (Romanos 9:20)

No tenemos derecho a cuestionar a Dios. Él es el Creador, y nosotros somos Sus criaturas. La humildad es esencial para reconocer Su soberanía.


6. El alfarero y el barro: Dios moldea como quiere

"¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:21)

Dios es el alfarero, y nosotros somos el barro. Él nos moldea según Su propósito. Debemos confiar en Su sabiduría y rendirnos a Su voluntad.


7. Dios soporta con paciencia los vasos de ira

"¿Qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción?" (Romanos 9:22)

Dios permite que los malvados continúen hasta el día del juicio, mostrando Su paciencia y misericordia. El juicio divino vendrá en Su tiempo perfecto.


8. Los vasos de misericordia están preparados para la gloria

"Para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria." (Romanos 9:23)

Dios prepara a Su pueblo para la gloria eterna. La elección divina es un acto de amor y gracia, un regalo inmerecido.


9. Dios llama tanto a judíos como a gentiles

"¿Quiénes somos nosotros, a quienes él llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles?" (Romanos 9:24)

La salvación no se limita a un solo pueblo, sino que se extiende a todos los que son llamados por Dios. Su gracia alcanza a quienes Él desea.


10. La misericordia de Dios hacia quienes no eran su pueblo

"Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y amado al que no era amado." (Romanos 9:25)

Dios muestra Su misericordia a quien Él quiere, extendiendo Su gracia más allá de las expectativas humanas. Los gentiles fueron injertados en el plan de salvación.

Predica sobre La Soberanía de Dios en la Salvación Romanos 9:16

  1. Predica sobre la Fe y la Esperanza
  2. Predica sobre - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Salmo 119:9
  3. Predica sobre Proverbios 8 - El Clamor de la Sabiduría Divina

Conclusión


La soberanía de Dios en la salvación nos recuerda que nuestra salvación es un regalo de Su gracia, no un logro humano. Debemos confiar en Su sabiduría y rendirnos a Su voluntad, sabiendo que Él actúa según Su propósito eterno. Amén.

Predica sobre la Fe y la Esperanza

 Título del sermón: Fe y Esperanza: El Fundamento de la Vida Cristiana


Introducción


Sumergiremos en los pilares que sostienen nuestra vida cristiana: la fe y la esperanza. Estos dones divinos nos capacitan para vivir en confianza y seguridad, incluso en medio de las incertidumbres de la vida. Exploremos juntos cómo la fe y la esperanza nos fortalecen y nos dirigen hacia la plenitud en Cristo.


1. La definición de fe y esperanza


"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1)


La fe es la confianza en Dios, la certeza de que Él cumplirá Sus promesas, aunque no veamos evidencia inmediata. La esperanza nos ancla en las promesas futuras de Dios, manteniéndonos firmes en medio de las tormentas.


2. La fuente de nuestra fe y esperanza


"Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo." (Romanos 15:13)


Dios mismo es la fuente de nuestra esperanza. Él nos llena de gozo y paz al creer, y el Espíritu Santo fortalece nuestra fe, capacitándonos para vivir con esperanza abundante.


3. La fe que agrada a Dios


"Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que recompensa a los que le buscan." (Hebreos 11:6)


La fe es esencial para nuestra relación con Dios. Él se deleita en nuestra confianza y recompensa a quienes lo buscan con un corazón sincero.


4. Esperanza basada en la promesa de Dios


"En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos." (Tito 1:2) 1    

 

Nuestra esperanza no se basa en deseos vanos, sino en las promesas fieles de Dios. Él nunca miente y siempre cumple lo que promete.


5. Fe y esperanza en tiempos difíciles


"Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en los sufrimientos, sabiendo que el sufrimiento produce paciencia; la paciencia, carácter; y el carácter, esperanza. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." (Romanos 5:3-5)


La fe nos sostiene en las dificultades, sabiendo que Dios usa el sufrimiento para moldear nuestro carácter y fortalecer nuestra esperanza. La esperanza en Dios nunca nos defrauda.


6. El ejemplo de Abraham: fe y esperanza en la promesa


"El cual contra esperanza creyó en esperanza, que sería padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia." (Romanos 4:18-21)


Abraham creyó en la promesa de Dios, incluso cuando parecía imposible. Su fe nos enseña a confiar en la fidelidad de Dios, incluso cuando las circunstancias nos dicen lo contrario.


7. La relación entre la fe y las obras


"Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma." (Santiago 2:17)


La verdadera fe se manifiesta en acciones. Nuestra esperanza debe impulsarnos a vivir de una manera que honre a Dios.


8. El papel de la esperanza en la vida cristiana


"A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria." (Colosenses 1:27)


Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Él nos asegura un futuro eterno con Dios.


9. La necesidad de perseverar en la fe


"Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que prometió." (Hebreos 10:23)


Debemos permanecer firmes en nuestra fe, confiando en que Dios cumplirá Sus promesas. La perseverancia es esencial para experimentar la plenitud de nuestra esperanza.


10. Victoria por medio de la fe


"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe." (1 Juan 5:4)


La fe nos da la victoria sobre el pecado y las dificultades del mundo. Nuestra esperanza está en la vida eterna con Cristo, donde experimentaremos la victoria final.

Predica sobre la Fe y la Esperanza

  1. Predica sobre - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Salmo 119:9
  2. Predica sobre Proverbios 8 - El Clamor de la Sabiduría Divina
  3. Predica sobre El Poder de la Gratitud

Conclusión


La fe y la esperanza sean el fundamento de nuestra vida cristiana. Que confiemos en Dios en todo momento y que vivamos con la certeza de que Él cumplirá Sus promesas. Que nuestra fe y esperanza nos impulsen a vivir vidas que glorifiquen a nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Predica sobre - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Salmo 119:9

 Título del sermón: El Camino Puro del Joven

Introducción

Enfocaremos en un tema crucial para nuestros jóvenes: la pureza de su camino. El Salmo 119:9 nos plantea una pregunta fundamental: "¿Con qué limpiará el joven su camino?" A través de las Escrituras, descubriremos cómo la Palabra de Dios, la oración y la dependencia del Espíritu Santo pueden guiar a nuestros jóvenes por senderos de santidad y bendición.

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1. Observándolo conforme a tu palabra

Salmo 119:9 – “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.”

La respuesta a esta pregunta es clara: la Palabra de Dios. Al obedecer y aplicar las Escrituras, los jóvenes pueden mantener sus caminos limpios y agradables a Dios.


2. La importancia de la pureza en la juventud

Eclesiastés 12:1 – “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos.”

La juventud es una etapa crucial para establecer cimientos sólidos en la vida. Dios llama a los jóvenes a buscar la santidad desde temprana edad, reconociendo que las decisiones tomadas en esta etapa tienen un impacto duradero.


3. El peligro de contaminar el camino

Proverbios 4:14-15 – «No entres en la senda de los malvados, ni andes por el camino de los malvados. Evítala, no la dejes pasar; apártate de ella y sigue de largo».

El mundo ofrece caminos atractivos pero peligrosos, llenos de tentaciones y trampas. Los jóvenes necesitan discernimiento para evitar estos caminos y mantenerse en el camino de la pureza.


4. El papel de la Palabra de Dios en la purificación

Juan 17:17 – “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”

La Palabra de Dios es el instrumento de santificación. Al leer, meditar y aplicar las Escrituras, los jóvenes son transformados y capacitados para vivir en santidad.


5. Manteniendo la Palabra en el Corazón

Salmo 119:11 – “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”

Memorizar y vivir la Palabra de Dios protege contra el pecado. Un corazón lleno de las Escrituras es una fortaleza contra las tentaciones del mundo.


6. La oración como fuente de fortaleza espiritual

Mateo 26:41 – “Velad y orad, para que no caigáis en tentación.”

La oración es esencial para la vida cristiana. A través de la oración, los jóvenes reciben fortaleza espiritual para resistir las tentaciones y mantenerse firmes en su fe.


7. Buscando la dirección de Dios

Proverbios 3:5-6 – «Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas».

La dependencia de Dios es clave para un camino puro. Al buscar Su dirección en todas las áreas de la vida, los jóvenes evitan tomar malas decisiones y se mantienen en el camino correcto.


8. El ejemplo de José: un joven que se mantuvo puro

Génesis 39:9 – “¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios?”

José es un ejemplo de integridad y pureza. A pesar de las tentaciones, él se mantuvo fiel a Dios. Su compromiso con la pureza trajo bendiciones a su vida.


9. El Espíritu Santo como guía en el camino

Gálatas 5:16 – “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”

El Espíritu Santo es el guía y fortalecedor de los jóvenes. Al depender de Él, pueden vencer los deseos de la carne y vivir una vida que agrada a Dios.


10. La recompensa de un camino puro

Mateo 5:8 – “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”

Dios honra a aquellos que eligen la pureza. La recompensa de un camino puro es la comunión con Dios y una vida abundante.

Predica sobre - ¿Con qué limpiará el joven su camino? Salmo 119:9

  1. Predica sobre Nadie Desprecia tu Juventud 1 Timoteo 4:12-16
  2. Predica sobre La Juventud: Creciendo en Espíritu, Sabiduría y Gracia Lucas 2:40
  3. Predica sobre La Obediencia para Jóvenes

Conclusión


Que nuestros jóvenes encuentren en la Palabra de Dios, la oración y la guía del Espíritu Santo, las herramientas para mantener sus caminos puros y agradables a Dios. Que sus vidas sean un testimonio del poder transformador de la pureza. Amén.

Predica sobre Proverbios 8 - El Clamor de la Sabiduría Divina

  El Clamor de la Sabiduría Divina


Introducción

Adentraremos en el libro de Proverbios, un tesoro de sabiduría divina que nos invita a buscar el discernimiento y a caminar por los senderos de la justicia. La sabiduría no es un tesoro oculto, sino un clamor que resuena en nuestros corazones, invitándonos a escuchar la voz de Dios.

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1. El llamado de la sabiduría

"¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?" (Proverbios 8:1)

La sabiduría no se esconde. Ella alza su voz, invitándonos a escuchar sus enseñanzas. Dios nos llama a buscar el discernimiento, a abrir nuestros oídos y corazones a Su sabiduría.


2. El llamado de Dios a todos

"A vosotros, oh hombres, clamo; y mi voz se dirige a los hijos de los hombres." (Proverbios 8:4)

La sabiduría de Dios no es exclusiva de unos pocos elegidos, sino que está disponible para todos. Dios nos extiende Su mano, invitándonos a participar de Su sabiduría y a caminar en Sus caminos.


3. La justicia de la sabiduría divina

"Porque mi boca hablará verdad, y la maldad es abominación a mis labios." (Proverbios 8:7)

La verdadera sabiduría está alineada con la verdad de Dios. Ella rechaza la maldad y nos guía por senderos de justicia. Al abrazar la sabiduría divina, nos alejamos del pecado y nos acercamos a la santidad.


4. El valor incomparable de la sabiduría divina

"Aceptad mi instrucción, y no plata; y conocimiento más que oro escogido." (Proverbios 8:10)

La sabiduría divina es un tesoro invaluable, mucho más preciado que las riquezas materiales. Debemos priorizar la búsqueda de la sabiduría de Dios, sabiendo que ella nos guiará por caminos de vida y bendición.


5. La importancia del temor del Señor

"El temor del Señor es aborrecer el mal: la soberbia y la arrogancia, el mal camino y la boca perversa; todo eso aborrezco." (Proverbios 8:13)

El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Aquellos que desean ser sabios deben temer a Dios y aborrecer el pecado. El temor del Señor nos lleva a vivir en obediencia y santidad.


6. La soberanía de Dios

"Por mí reinan los reyes, y los príncipes decretan justicia." (Proverbios 8:15)

La sabiduría divina es la base de un liderazgo justo y equitativo. Los gobernantes que buscan la sabiduría de Dios establecen reinos de justicia y paz.


7. El amor de Dios por quienes lo buscan

"Yo amo a los que me aman, y me hallarán los que temprano me buscan." (Proverbios 8:17)

Dios se revela a aquellos que lo buscan con sinceridad. Él ama a quienes lo aman y se manifiesta a aquellos que lo buscan diligentemente.


8. Riquezas que vienen del Señor

"Conmigo están las riquezas y la honra, las riquezas duraderas y la justicia." (Proverbios 8:18)

La verdadera prosperidad viene de la sabiduría divina, no de los bienes temporales. Dios bendice a quienes caminan en sabiduría con riquezas duraderas y justicia.


9. La eternidad y la gloria de Dios

"El Señor me poseyó en el principio de su camino, desde entonces en adelante, y antes de sus obras." (Proverbios 8:22)

La sabiduría de Dios es eterna y estuvo presente desde la creación. Ella es parte de la gloria de Dios y nos revela Su poder y majestad.


10. La bienaventuranza de quienes escuchan al Padre

"Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas." (Proverbios 8:34)

Bienaventurados aquellos que escuchan la sabiduría de Dios y la ponen en práctica. Ellos encontrarán vida y favor del Señor.

Predica sobre Proverbios 8 - El Clamor de la Sabiduría Divina

  1. Predica sobre El Poder de la Gratitud
  2. Predica sobre Eclesiastés 9:11 – La Soberanía de Dios Sobre las Circunstancias de la Vida
  3. Predica sobre Señor, abre sus ojos para que vea 2 Reyes 6:17

Conclusión


Que el clamor de la sabiduría divina resuene en nuestros corazones. Que busquemos a Dios con diligencia, que abracemos Su sabiduría y que caminemos por los senderos de la justicia. Que nuestras vidas sean un testimonio del poder transformador de la sabiduría divina. Amén.

Predica sobre El Poder de la Mente Renovada

 El Poder de la Mente Renovada


Introducción


Exploraremos un tema crucial para nuestra vida cristiana: la renovación de nuestra mente. La Palabra de Dios nos llama a una transformación continua, a alejarnos de los patrones del mundo y a permitir que el Espíritu Santo moldee nuestros pensamientos y actitudes. Descubramos juntos cómo esta renovación impacta cada área de nuestra vida y nos prepara para la eternidad.


1. El llamado a la transformación diaria


"Transformaos mediante la renovación de vuestro entendimiento." (Romanos 12:2)


La vida cristiana no es estática, sino un proceso dinámico de crecimiento y transformación. Dios nos llama a renovar nuestra mente diariamente, permitiendo que Su Palabra y Su Espíritu nos moldeen a la imagen de Cristo.


2. Rompiendo el patrón del mundo


"No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo." (1 Juan 2:15-16)


Una mente renovada se niega a conformarse a los patrones del mundo. Rechaza los valores egoístas, la búsqueda de placer y la obsesión por lo material, y en su lugar, abraza los valores del Reino de Dios.


3. La Palabra de Dios como herramienta de renovación


"En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti." (Salmo 119:11)


La Biblia es nuestra fuente de verdad y transformación. Al meditar en ella y aplicarla a nuestras vidas, permitimos que Dios renueve nuestros pensamientos y actitudes.


4. Pensamientos alineados con la voluntad de Dios


"Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable… en esto pensad." (Filipenses 4:8)


Nuestros pensamientos tienen un impacto directo en nuestras acciones y nuestra fe. Una mente renovada se enfoca en pensamientos que honran a Dios y edifican a los demás.


5. Una nueva mentalidad trae una nueva vida


"Si alguno está en Cristo, nueva criatura es." (2 Corintios 5:17)


La conversión inicia un proceso de renovación continua. Al entregar nuestra vida a Cristo, recibimos una nueva mentalidad, una nueva perspectiva y un nuevo propósito.


6. Renovar la mente fortalece contra las tentaciones


«Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros». (Santiago 4:7)


Una mente renovada por el Espíritu Santo es más resistente a las tentaciones del enemigo. Al estar arraigados en la Palabra de Dios y en la oración, podemos resistir al diablo y mantenernos firmes en nuestra fe.


7. El Espíritu Santo es quien renueva nuestra mente


Él nos salvó por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” (Tito 3:5)


La renovación de nuestra mente no es un esfuerzo humano, sino una obra del Espíritu Santo. Al someternos a Su guía, Él transforma nuestros pensamientos y nos capacita para vivir una vida que honra a Dios.


8. Renovando tu mente para experimentar la voluntad de Dios


Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”, declara el Señor. (Jeremías 29:11)


Cuando nuestra mente se alinea con la voluntad de Dios, podemos comprender mejor Sus planes para nuestras vidas. La renovación nos permite discernir Su voz y seguir Su camino con confianza.


9. Una mente renovada produce fruto espiritual


Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia…” (Gálatas 5:22-23)


El resultado de una mente renovada es una vida llena del fruto del Espíritu Santo. Al permitir que el Espíritu transforme nuestros pensamientos, también transforma nuestras acciones y nuestras relaciones.


10. La renovación de la mente nos prepara para la eternidad


Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” (Colosenses 3:2)


La renovación de nuestra mente nos prepara para la eternidad. Al enfocarnos en las cosas de arriba, en lugar de las preocupaciones terrenales, vivimos con una perspectiva eterna y una esperanza segura.

Predica sobre El Poder de la Mente Renovada

  1. Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David 
  2. Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo
  3. Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor

Conclusión


La renovación de nuestra mente es un proceso continuo que nos acerca a Dios y nos capacita para vivir una vida plena y abundante. Que el Espíritu Santo nos guíe en este camino de transformación, para que nuestras vidas reflejen la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Predica sobre El Poder de la Gratitud

 Título del sermón: El poder transformador de la gratitud


Introducción


Exploraremos un tema que, aunque sencillo, posee un poder inmenso: la gratitud. A través de las Escrituras, descubriremos cómo la gratitud no solo agrada a Dios, sino que también transforma nuestras vidas, abriendo puertas a Su presencia, fortaleciendo nuestra fe y llenando nuestros corazones de paz.


1. La gratitud es la voluntad de Dios


"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." (1 Tesalonicenses 5:18)


La gratitud no es una sugerencia, sino un mandamiento divino. Dios desea que seamos agradecidos en todas las circunstancias, reconociendo Su mano en nuestras vidas. Al practicar la gratitud, fortalecemos nuestra fe y nos alineamos con la voluntad de Dios.


2. La gratitud abre puertas a la presencia de Dios


"Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; dadle gracias, bendecid su nombre." (Salmo 100:4)


Un corazón agradecido es como una llave que abre las puertas a la presencia de Dios. Cuando expresamos gratitud, invitamos a Dios a manifestarse en nuestras vidas de manera más profunda y significativa.


3. La gratitud transforma nuestra perspectiva


"Y sabemos que en todas las cosas Dios trabaja para bien para aquellos que lo aman." (Romanos 8:28)


La gratitud nos permite ver más allá de las circunstancias difíciles y reconocer la mano de Dios obrando para nuestro bien. Incluso en medio de la adversidad, podemos encontrar motivos para agradecer, sabiendo que Dios convierte el mal en bendición.


4. La ingratitud nos aleja de Dios


"¿No fueron diez los que fueron limpiados? ¿Y los nueve dónde están?" (Lucas 17:17-18)


La historia de los diez leprosos nos enseña que la ingratitud nos aleja de Dios. Solo uno regresó para agradecer a Jesús, y ese fue el único que recibió sanidad completa. No permitamos que la ingratitud nos robe la bendición de la cercanía con Dios.


5. Debemos cultivar la gratitud diariamente


"Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios." (Salmo 103:2)


La gratitud no es un sentimiento pasajero, sino una actitud que debemos cultivar diariamente. Reconozcamos las pequeñas y grandes bendiciones que Dios nos da, y expresemos nuestro agradecimiento con sinceridad.


6. La gratitud fortalece nuestra fe


"Andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias." (Colosenses 2:6-7)


Cuando agradecemos a Dios por Su fidelidad y provisión, nuestra fe se fortalece. La gratitud nos recuerda que Dios es digno de confianza y que siempre está presente para ayudarnos.


7. La gratitud trae paz al corazón


"Por nada estéis afanosos; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten vuestras peticiones a Dios y denle gracias." (Filipenses 4:6-7)


La oración con gratitud es un antídoto contra la ansiedad y la preocupación. Cuando presentamos nuestras peticiones a Dios con corazones agradecidos, experimentamos una paz que sobrepasa todo entendimiento.


8. La gratitud nos libera de las quejas


"El Señor ha oído vuestras murmuraciones." (Éxodo 16:7-8)


La queja y la murmuración son señales de ingratitud. El pueblo de Israel sufrió en el desierto a causa de su actitud negativa. La gratitud nos ayuda a enfocarnos en las bendiciones en lugar de las dificultades, liberándonos del espíritu de queja.


9. La gratitud nos hace más generosos


"Para que seáis enriquecidos en todas las cosas para toda bondad, para que por medio de nosotros sea dada acción de gracias a Dios." (2 Corintios 9:11)


Cuando reconocemos la generosidad de Dios hacia nosotros, nos sentimos motivados a ser generosos con los demás. La gratitud nos impulsa a compartir nuestras bendiciones y a ser instrumentos de la gracia de Dios.


10. La gratitud nos prepara para la eternidad


"La acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos." (Apocalipsis 7:12)


En el cielo, la gratitud y la alabanza serán nuestra ocupación principal. Aprendamos a cultivar un corazón agradecido aquí en la tierra, preparándonos para la alabanza eterna.

Predica sobre El Poder de la Gratitud

  1. Predica sobre Eclesiastés 9:11 – La Soberanía de Dios Sobre las Circunstancias de la Vida
  2. Predica sobre Señor, abre sus ojos para que vea 2 Reyes 6:17
  3. Predica sobre La Espera en Dios Salmo 40

Conclusión


Que la gratitud sea una marca distintiva de nuestras vidas. Que cada día, cada hora, cada momento, encontremos motivos para agradecer a Dios por Su amor, Su gracia y Su fidelidad. Que la gratitud transforme nuestros corazones, abra puertas a Su presencia y nos prepare para la alabanza eterna. Amén.

Predica sobre Eclesiastés 9:11 – La Soberanía de Dios Sobre las Circunstancias de la Vida

 Título: "La Sabiduría de Eclesiastés 9:11 – La Soberanía de Dios Sobre las Circunstancias de la Vida"


Introducción: En Eclesiastés 9:11, el sabio rey Salomón nos ofrece una profunda reflexión sobre la vida y cómo las victorias y los logros no dependen solo de nuestras capacidades humanas, sino que están bajo la soberanía de Dios. La frase que dice: “He visto debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que a todos les llega el tiempo y la ocasión” nos recuerda que, a pesar de nuestros esfuerzos, el control de nuestras circunstancias está en las manos de Dios. Este versículo nos invita a reflexionar sobre la soberanía divina y cómo debemos aprender a confiar en Él en cada momento de nuestra vida.


1. Las carreras no son solo cuestión de velocidad (Eclesiastés 9:11)

"La carrera no es para los rápidos."

En nuestra vida, el corredor más rápido no siempre es el que gana. El éxito no depende solo de nuestra velocidad o esfuerzo. Hay circunstancias fuera de nuestro control que juegan un papel importante. Dios, en su soberanía, determina el tiempo para cada cosa. Es esencial aprender a confiar en Su tiempo perfecto y no apresurarnos, sabiendo que cada cosa tiene su momento adecuado bajo Su voluntad.


2. La batalla no depende solo de la fuerza (Eclesiastés 9:11)

"La batalla no es de los valientes."

Las batallas de la vida no siempre se ganan solo con fuerza, valentía o habilidades humanas. A veces, la victoria llega no por nuestra fuerza, sino por la gracia de Dios. Cuando nos enfrentamos a desafíos, debemos recordar que es Él quien nos fortalece en las dificultades. Nuestra confianza debe estar en Dios, quien pelea nuestras batallas con nosotros.


3. La sabiduría no garantiza abundancia (Eclesiastés 9:11)

"Ni el pan de los sabios."

La sabiduría es un tesoro invaluable, pero no garantiza que vivamos en abundancia material. El pan no viene solo de nuestra inteligencia o esfuerzo, sino de la provisión de Dios. Si bien debemos buscar la sabiduría divina, no debemos obsesionarnos con la idea de que la sabiduría humana nos traerá prosperidad. Solo Dios puede otorgarnos lo que realmente necesitamos.


4. La prudencia no garantiza las riquezas (Eclesiastés 9:11)

"Ni las riquezas son para el prudente."

La prudencia es valiosa, pero no garantiza que obtendremos riquezas. Las riquezas pueden ser una bendición que Dios da a aquellos que siguen Su camino, pero no es algo que se pueda asegurar a través de esfuerzos humanos únicamente. Debemos confiar en que Dios proveerá lo que necesitamos y no enfocarnos únicamente en el dinero como medida de éxito.


5. La comprensión no garantiza la gracia (Eclesiastés 9:11)

"Ni la gracia viene a los que entienden."

El entendimiento humano es importante, pero no garantiza que recibamos la gracia de Dios. La gracia es un regalo inmerecido, que no podemos ganar por mérito propio. Es algo que Dios da libremente, y debemos depender completamente de Su gracia para cada área de nuestra vida.


6. El tiempo y la oportunidad los determina Dios (Eclesiastés 9:11)

"Pero el tiempo y la oportunidad le llegan a cada uno."

El tiempo y las oportunidades no están bajo nuestro control. Es Dios quien los determina, y cada momento tiene un propósito divino, aunque no siempre lo comprendemos de inmediato. Debemos aprender a confiar en Dios en el proceso, sabiendo que todo tiene un propósito en Él.


7. La vida es impredecible, pero Dios tiene el control (Eclesiastés 9:11)

"Pero a cada uno le sucede su tiempo y su ocasión."

La vida es a menudo impredecible, y lo que planeamos no siempre sucede como esperábamos. Sin embargo, debemos tener la certeza de que Dios tiene el control de todo. Aunque no comprendamos las circunstancias o el momento, podemos confiar en que Él está dirigiendo nuestras vidas con sabiduría y justicia.


8. La providencia de Dios es más importante que nuestras habilidades (Eclesiastés 9:11)

"A cada uno le llega su tiempo y su ocasión."

Aunque nuestras habilidades y esfuerzos son importantes, el resultado final está en las manos de Dios. Él utiliza las oportunidades y el tiempo para cumplir Su voluntad, sin importar nuestra capacidad. Debemos reconocer nuestra total dependencia de Su providencia y confiar en que Él está trabajando en nuestras vidas para Su propósito eterno.


9. La justicia de Dios sobre las circunstancias de la vida (Eclesiastés 9:11)

"Pero a cada uno le llega su tiempo y su sazón."

Las circunstancias de nuestra vida están gobernadas por la justicia y la sabiduría de Dios. Aunque las situaciones puedan parecer injustas desde nuestra perspectiva, podemos descansar en que Dios tiene un plan perfecto. Él hace todo en su tiempo, y Su justicia prevalecerá, incluso cuando no entendamos completamente el proceso.


10. La necesidad de vivir sabiamente y confiar en Dios (Eclesiastés 9:11)

"Pero a cada uno le sucede su tiempo y su ocasión."

La vida es impredecible, pero podemos vivir sabiamente confiando en que Dios tiene el control del futuro. Vivir sabiamente no significa controlar todo, sino reconocer que el tiempo y la ocasión están en las manos de Dios. Debemos vivir con fe, sabiendo que Él tiene un propósito en cada momento y que Su plan es perfecto.

Predica sobre Eclesiastés 9:11 – La Soberanía de Dios Sobre las Circunstancias de la Vida

  1. Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David 
  2. Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo
  3. Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor

Conclusión:

 La vida no siempre se desarrolla de acuerdo con nuestros planes, pero podemos tener la certeza de que Dios está en control de todas las circunstancias. La soberanía de Dios es lo que nos da esperanza, y aunque no podamos entender todo, podemos confiar en que Él tiene un propósito en cada etapa de nuestra vida. Vivamos con sabiduría, reconociendo que todo está bajo el control divino y que Él nos guiará a través de cada temporada.

Predica sobre Señor, abre sus ojos para que vea 2 Reyes 6:17

 Título del sermón: "Señor, abre sus ojos para que vea"


Introducción


Una historia poderosa del profeta Eliseo y su siervo, una historia que nos enseña sobre la importancia de la fe, la oración y la visión espiritual. A menudo, nos encontramos rodeados de circunstancias que nos llenan de temor y desesperación. Pero, ¿qué sucede cuando nuestros ojos se abren a la realidad espiritual? ¿Qué sucede cuando vemos más allá de lo visible?


1. Temor ante las circunstancias


"El criado del hombre de Dios se levantó temprano y salió; y he aquí, un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: ¡Ay, señor mío! ¿Qué haremos?" (2 Reyes 6:15)


El criado de Eliseo, al igual que nosotros en muchas ocasiones, se enfocó en las circunstancias visibles: el ejército enemigo, la amenaza inminente. El miedo lo paralizó, impidiéndole ver la realidad espiritual. Es fácil dejarnos abrumar por los problemas, pero debemos recordar que nuestra perspectiva terrenal es limitada.


2. La respuesta de la fe


"Y él dijo: No temáis, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos." (2 Reyes 6:16)


Eliseo, en contraste, respondió con fe. Él sabía que Dios estaba en control y que Su poder era mayor que cualquier ejército terrenal. La fe nos permite ver más allá de las circunstancias y confiar en la provisión de Dios. El miedo nos debilita, pero la fe nos fortalece y nos da valor.


3. La oración que abre los ojos espirituales


"Entonces Eliseo oró y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea." (2 Reyes 6:17)


Eliseo no pidió que Dios eliminara al enemigo, sino que abriera los ojos de su siervo. Él sabía que la verdadera batalla se libraba en el ámbito espiritual. Necesitamos orar para que Dios nos dé discernimiento y nos permita ver Su obra en nuestras vidas.


4. La visión del mundo espiritual


"Entonces Jehová abrió los ojos del joven, y miró: y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo." (2 Reyes 6:17)


Cuando Dios abrió los ojos del criado, él vio la realidad espiritual: un ejército celestial protegiendo a Eliseo. El mundo espiritual es real, aunque a menudo somos ciegos a él. Dios ya ha preparado nuestra victoria, y Su presencia nos protege y fortalece.


5. La soberanía de Dios sobre los enemigos


"Y cuando ellos descendieron a él, Eliseo oró a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras a esta gente con ceguera." (2 Reyes 6:18)


Dios no sólo protegió a Eliseo, sino que también confundió a sus enemigos. Su soberanía está por encima de cualquier amenaza. No necesitamos temer cuando estamos bajo la protección divina.


6. La respuesta de Dios a la oración


"Y los hirió con ceguera, conforme a la palabra de Eliseo." (2 Reyes 6:18)


Dios honra la oración de los justos. Eliseo confió en la respuesta de Dios y actuó con autoridad. Cuando confiamos en Dios, Él actúa en nuestro nombre.


7. La estrategia divina para la victoria


"Entonces Eliseo les dijo: “No es éste el camino, ni es ésta la ciudad; Sígueme, y te guiaré al hombre que buscas”. Entonces los condujo a Samaria". (2 Reyes 6:19)


La victoria no siempre viene por la fuerza, sino por la sabiduría divina. Dios nos guía a través de las dificultades y nos da estrategias para superarlas.


8. El amor y la misericordia de Dios


"Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Oh Señor, abre los ojos de estos hombres, para que vean." Y Jehová les abrió los ojos, y vieron; y he aquí que estaban en medio de Samaria. (2 Reyes 6:20)


Dios no sólo ciega, sino que también abre los ojos en el momento oportuno. Su poder no es sólo para derrotar, sino para transformar. Incluso los enemigos pueden experimentar la gracia divina.


9. El poder de la bondad sobre la venganza


"Y cuando el rey de Israel los vio, dijo a Eliseo: ¿Los heriré? ¿Los heriré, padre mío?" (2 Reyes 6:21) "Y él dijo: No los herirás. ¿Acaso herirías a los que has tomado cautivos con tu espada y con tu arco? Ponles pan y agua delante para que coman y beban, y regresen a su señor." (2 Reyes 6:22)


En lugar de vengarse, Eliseo ordenó que los alimentaran. La bondad tiene más poder que la fuerza bruta. Dios nos enseña a vencer el mal con el bien.


10. Paz y transformación a través de la acción de Dios


"Y les preparó un gran banquete, y comieron y bebieron; y los despidió, y volvieron a su señor. Y las bandas de los sirios no volvieron a entrar en la tierra de Israel." (2 Reyes 6:23)


La acción de Eliseo trajo paz a Israel. El amor y la misericordia desarman al enemigo. Cuando confiamos en Dios, Él nos da la victoria y el descanso.

Predica sobre Señor, abre sus ojos para que vea 2 Reyes 6:17

  1. Predica sobre La Espera en Dios Salmo 40
  2. Predica sobre Camino Equivocado Proverbios 14:12
  3. Predica sobre Las flechas de la victoria 2 Reyes 13:14

Conclusión


Que esta historia nos inspire a buscar la visión espiritual, a confiar en Dios en medio de las dificultades y a responder con amor y misericordia. Que el Señor abra nuestros ojos para que veamos Su poder y Su gloria. Amén.

 
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Juan 3 16 Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todos los que creen en él no perezcan, sino que tengan vida eterna.