Sermon sobre ¿A Quien Iremos? Texto: Juan 6: 6-71
Todo esfuerzo puede ser por una corona que perecerá. Jesús pregunta: "¿Qué dará el hombre a cambio de su alma?" –Mc 8:37 “...afanes, riquezas y placeres de la vida...” - Lc 8:14
Nadie más tiene salvación para ofrecer -Juan 14:6. Declaración de Pedro - Juan 6:68, 69; Hechos 4:12
Introducción
- Es Pedro el que confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
- Es Pedro que se aventura a andar sobre las aguas.
- Es Pedro el que dice que mantendrá su fidelidad al maestro hasta el fin.
- Es Pedro el que niega al Señor.
- Es Pedro al que Cristo le dice, apacienta mis ovejas.
- Es Pedro el que predica el sermón de Pentecostés.
- Y es Pedro el que evita que el grupo de discípulos de Jesús se desintegre. Jesús les dice:
¿Queréis vosotros irse también?
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros creemos y
conocemos que té eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Señor, ¿a quién iremos?
1. En Cristo tenemos seguridad
Dejaron redes. Abandonaron intereses económicos
Dejaron por detrás sus esposas al oír las palabras del Maestro: "Sígueme", al
experimentar el magnetismo de su personalidad.
Ellos vienen por los panes y los peces -- por los milagros -- por curiosidad.
No les une un interés genuino de seguirte, de darlo todo por tí.
Ellos pueden ir a cualquier sitio pero nosotros no, porque te hemos conocido.
Esta pregunta de Pedro muestra gran conocimiento de la situación interior del hombre.
El evangelio del Reino: Mateo 4:23-25, 9:35-38, 24:14; Marcos 1:14,15; Lucas 4:43, 8:1; Hechos 8:12
Reconexión del Cielo y la Tierra a través de Cristo. La presencia de Dios en poder (Mateo 12:28)
Jesús 'llenando todas las cosas' - Efesios 4:10
1. Básicamente nosotros somos los que necesitamos a Cristo.
Fue visto por muchos después de Su resurrección -1 Cor 15:1-8
“Yo soy la resurrección y la vida” -Juan 11:25
Esta esperanza es el ancla de nuestra alma Hebreos 6:19, 20
Puedes mirar tu vida como Pablo miró la suya en Romanos 7:14-25. Se probó a sí mismo y se declaró culpable. Se llamó a sí mismo un hombre miserable, cautivo del pecado. Desesperado, preguntó: "¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Romanos 7:24).
Luego dijo, con una exclamación en su voz: "¡Doy gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor!" (Romanos 7:25).
Vamos a Cristo y encontramos descanso de nuestra dolencia físicas y de
nuestra preocupaciones filosóficas.
2. Solamente en tí se apaga la sed de nuestros espíritus.
A la verdad, ningún espíritu cansado se ha sentido así delante de nuestro Señor.
En nuestros tiempos de gran necesidad, las cosas que han fascinado y ayudado en la vida -- tales como el arte, la ciencia, la literatura, la música
-- no pueden ayudarnos y sostenernos. No tienen brazos para ayudarnos.
Pero Dios en Cristo tiene brazos -- fuertes brazos:
"He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar."
"Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá."
Señor, ¿a quién iremos? Solamente tú tiene palabras de vida eterna. Solamente en tí hay descanso.
Y en tí también la ciencia, el arte, la literatura y todo el saber humano
encuentra significado.
Sermones
- Termina lo que empezaste Ageo 1: 7-8
- Tres cosas que cambian la vida de quienes aceptan a Cristo (2 Corintios 5:17)
- Dios quiere darle un nuevo sentido a tu vida Génesis 32
3. Y nuestras necesidades son satisfechas en Cristo, porque él es hijo de Dios
"Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente."
Experiencia de Pedro en Cesarea con una hermana que tenía dificultad en era el Hijo de Dios.
Pero la Biblia nos afirma su pre-existencia y su participación en la creación.
No es posible conocer a Dios por nuestros propios esfuerzos. Y él nos habla en lenguaje humano.
Señor, ¿a quién iremos? Solamente tú tienes el mensaje de Dios y el mensaje que vale. Y hay que prestarle atención.
Conclusión:
Ilustración: Mientras Charles Lamb y sus amigos imaginaban como actuarían si
algunos de los grandes literatos ya muertos se les aparecieran. Finalmente uno
dijo: ¿Qué haría cada uno de nosotros si Cristo se nos apareciera? Un silencio
sepulcral invadió la concurrencia. Se levantó Charles Lamb y profundamente
emocionado dijo; "Si Shakespeare se nos apareciera, nos pondríamos de pie; pero
si Cristo nos apareciera, todos nos arrodillaríamos."
Es que solo en él hay palabra de vida eterna; y solo él es el Hijo de Dios.
Señor, ¿a quién iremos?
A ti, y solamente
a ti.
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