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Predica sobre Lucas 14:15-24 La Gran Invitación del Rey

 La Gran Invitación del Rey


Introducción

Amados hermanos, hoy meditaremos en la poderosa enseñanza de Jesús en la parábola de la Gran Cena, que se encuentra en Lucas 14. A través de esta historia, el Señor nos muestra su amor, su invitación a la salvación y las respuestas de aquellos a quienes llama. Reflexionemos sobre nuestra propia respuesta a la invitación de Dios.

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1. La invitación del Rey: Dios llama a todos (Lucas 14:15)


Jesús contó esta parábola en respuesta a un hombre que exclamó: "Bienaventurado el que coma pan en el Reino de Dios". Esta declaración es verdadera, pues Dios nos invita a un banquete celestial. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a aceptar la invitación?


2. Todo está listo: la salvación está disponible (Lucas 14:17)


El anfitrión de la parábola envió a su siervo a anunciar que la cena estaba lista. Así también, Dios nos dice que todo está preparado en Cristo: la salvación ha sido provista por medio de su sacrificio en la cruz. No tenemos que hacer nada para ganar nuestra entrada, solo aceptar la invitación.


3. Las excusas de los invitados: rechazo del llamado de Dios (Lucas 14:18)


Lamentablemente, los invitados comenzaron a excusarse. Cada uno tenía razones que, a sus ojos, parecían justificadas, pero en realidad reflejaban un corazón endurecido que no valoraba la invitación del Rey.


4. El peligro de priorizar las cosas terrenales (Lucas 14:18)


Uno de los invitados rechazó la invitación porque había comprado un terreno y debía verlo. Esto nos muestra que, muchas veces, damos más importancia a nuestras posesiones materiales que a las cosas eternas. ¡Cuidado con las distracciones que nos alejan de Dios!


5. Relaciones que nos separan de Dios (Lucas 14:20)


Otro invitado rechazó la cena porque acababa de casarse. Aunque el matrimonio es una bendición de Dios, no debe convertirse en una excusa para apartarnos de Él. Ninguna relación terrenal debe tener prioridad sobre nuestra relación con Dios.


6. Dios llama a los humildes y a los rechazados (Lucas 14:21)


Cuando los primeros invitados no aceptaron la invitación, el anfitrión llamó a los pobres, lisiados, ciegos y cojos. Esto representa la gracia de Dios para aquellos que el mundo considera insignificantes. Dios no hace acepción de personas; él recibe con amor a los humildes y necesitados.


7. La inclusión de los gentiles en el plan de Dios (Lucas 14:23)


El dueño de la casa envió a su siervo a traer más personas de los caminos y vallados. Esta es una representación de la inclusión de los gentiles en el plan de salvación. Dios no solo llamó a Israel, sino a todas las naciones.


8. La urgencia de responder a la invitación (Lucas 14:23)


El siervo debía insistir en que la gente viniera. Esto nos muestra la urgencia del llamado de Dios. No sabemos cuándo será demasiado tarde para responder a su invitación. Hoy es el día de salvación.


9. La gravedad de rechazar la invitación de Dios (Lucas 14:24)


Jesús concluye la parábola con una advertencia: aquellos que rechazaron la invitación no participarán del banquete. Quienes desprecian el Evangelio están eligiendo la condenación eterna en lugar de la vida eterna.


10. La Gran Cena como figura del Reino de Dios (Lucas 14:23)


Esta parábola ilustra el glorioso futuro que espera a los redimidos: un banquete en la presencia de Dios. Aquellos que aceptan su invitación disfrutarán de su presencia para siempre. ¡Qué bendición ser parte de su Reino!

Predica sobre Lucas 14:15-24 La Gran Invitación del Rey

  1. Predica sobre Gálatas 6:10 Hagamos el bien
  2. Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David 
  3. Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo

Conclusión

Hermanos, la invitación de Dios sigue vigente. Él nos llama a su mesa, a la salvación en Cristo. No permitamos que las excusas, las distracciones o las preocupaciones de este mundo nos impidan aceptar su llamado. Hoy es el día para responder con fe y obediencia. ¡Que nadie aquí rechace la invitación del Rey! Amén.

Predica sobre Gálatas 6:10 Hagamos el bien

 Hagamos el bien

Introducción

Vivimos en un mundo donde la bondad y el bien a menudo se ven como cualidades raras. Sin embargo, la Biblia nos llama repetidamente a hacer el bien y a reflejar el carácter de Dios en nuestras acciones. En Gálatas 6:10, el apóstol Pablo nos exhorta:


"Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe."


Hoy reflexionaremos sobre la importancia de hacer el bien, la urgencia de este llamado y la bendición que trae a nuestras vidas.

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1. La urgencia de hacer el bien (Gálatas 6:10)

El tiempo es corto y nuestras oportunidades para hacer el bien son limitadas. No podemos postergar las acciones de bondad pensando que siempre habrá un "mañana". Dios nos ha dado este día, este momento, para servir, ayudar y amar.


2. La responsabilidad del cristiano de hacer buenas obras (Gálatas 6:10)

Hacer el bien no es una opción para el creyente, es un mandato. Somos llamados a ser luz y sal en el mundo (Mateo 5:13-16). Las buenas obras no nos salvan, pero son una manifestación genuina de nuestra fe.


3. A todos se les debe hacer el bien (Gálatas 6:10)

El mandato no es selectivo. No debemos hacer el bien solo a quienes nos agradan o nos benefician, sino a todos, incluso a nuestros enemigos (Mateo 5:44).


4. Prioridad en la comunión cristiana (Gálatas 6:10)

Si bien debemos hacer el bien a todos, hay una prioridad en la familia de la fe. La Iglesia es un reflejo del amor de Dios, y el mundo necesita ver la unidad y el servicio entre los creyentes.


5. La bondad como semilla para la eternidad (Gálatas 6:8)

Cada acción buena que realizamos es como una semilla plantada en el Espíritu. Quien siembra en la carne cosecha corrupción, pero quien siembra en el Espíritu cosecha vida eterna.


6. La recompensa de no darse por vencido (Gálatas 6:9)

Muchas veces nos cansamos de hacer el bien porque no vemos resultados inmediatos. Pero la Biblia nos anima a no desmayar, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos. Dios ve cada acto de amor y sacrificio.


7. La oportunidad de hacer el bien es pasajera (Efesios 5:16)

El tiempo es corto, y cada día perdido es una oportunidad menos para glorificar a Dios con nuestras acciones. La vida es incierta y debemos aprovechar cada instante para honrar a Dios y servir a los demás.


8. El ejemplo de Jesús de hacer el bien (Mateo 9:35)

Jesús es nuestro modelo perfecto. Pasó su vida haciendo el bien, sanando enfermos, alimentando a los hambrientos y mostrando compasión. Si seguimos su ejemplo, reflejamos su amor al mundo.


9. El amor al prójimo como prueba de nuestra fe (1 Juan 4:8)

El que no ama, no ha conocido a Dios. Hacer el bien es una expresión del amor de Dios en nosotros. No podemos decir que amamos a Dios y ser indiferentes a las necesidades de los demás.


10. El llamado a imitar la generosidad de Dios (Efesios 5:1)

Dios nos ha dado todo sin merecerlo. Nos llama a ser imitadores de Él, practicando la generosidad, la misericordia y el amor en cada aspecto de nuestra vida.

Predica sobre Gálatas 6:10 Hagamos el bien

  1. Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David 
  2. Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo
  3. Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor

Conclusión

Hacer el bien es una responsabilidad y un privilegio. Dios nos ha dado dones, recursos y oportunidades para bendecir a otros. No esperemos un "mejor momento" para hacerlo, porque la oportunidad es hoy. Sigamos el ejemplo de Jesús y reflejemos su amor a través de nuestras acciones.


¿Cómo puedes hacer el bien esta semana? ¿A quién puedes bendecir hoy?


Que el Señor nos ayude a ser fieles en esta misión. ¡Amén!

Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David

 El pecado de David y la gracia de Dios


Introducción:

El relato del pecado de David con Betsabé y su posterior confrontación con el profeta Natán es una de las historias más impactantes de la Biblia. Nos muestra cómo el pecado tiene consecuencias, pero también cómo Dios, en su misericordia, ofrece perdón y restauración a quienes se arrepienten genuinamente. Acompáñenme en este estudio donde reflexionaremos sobre la caída de David, su arrepentimiento y la gracia restauradora de Dios.

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1. Dios confronta el pecado (2 Samuel 12:1)

Dios envió al profeta Natán para confrontar a David. Esto nos enseña que Dios no deja que el pecado quede impune. Él es justo y amoroso, y por ello nos disciplina cuando nos apartamos de su voluntad.


2. La parábola del hombre rico y el hombre pobre (2 Samuel 12:1-4)

Natán utilizó una historia sobre un hombre rico que robó la única oveja de un hombre pobre para ilustrar la injusticia que David había cometido al tomar a Betsabé y mandar matar a Urías. A menudo, Dios usa ejemplos tangibles para ayudarnos a ver nuestro pecado con claridad.


3. El pecado nos ciega a nuestra propia culpa (2 Samuel 12:5)

Cuando David escuchó la historia, reaccionó con indignación y exigió justicia sin darse cuenta de que estaba condenando su propio pecado. Esto demuestra cómo el pecado nos ciega y nos impide reconocer nuestra propia maldad.


4. Confrontación directa: "¡Tú eres ese hombre!" (2 Samuel 12:7)

Natán no dejó lugar a dudas y confrontó a David directamente, diciéndole que él era el hombre injusto de la historia. Dios, en su amor, usa a sus siervos para señalarnos el pecado y llamarnos al arrepentimiento.


5. Las consecuencias del pecado son inevitables (2 Samuel 12:10)

Dios le advirtió a David que el pecado traería consecuencias sobre su casa. Aunque Dios es misericordioso, el pecado deja huellas en nuestra vida y en la de quienes nos rodean.


6. El arrepentimiento genuino de David (2 Samuel 12:13)

David no justificó su pecado ni culpó a otros. Reconoció su falta y confesó: "He pecado contra Jehová". Este es el primer paso hacia la restauración: un arrepentimiento sincero y sin excusas.


7. El perdón de Dios no anula las consecuencias (2 Samuel 12:13)

Dios perdonó a David y no lo mató, pero las consecuencias de su pecado permanecieron. Esto nos recuerda que, aunque Dios es fiel y nos restaura, las decisiones que tomamos pueden traer efectos duraderos.


8. La pérdida de un hijo como disciplina de Dios (2 Samuel 12:14)

Dios permitió que el hijo de David muriera como parte de su disciplina. Aunque esto puede parecer severo, nos recuerda que Dios es santo y que el pecado no es algo que Él tome a la ligera.


9. La reacción de David ante la pérdida (2 Samuel 12:20)

Cuando su hijo murió, David se levantó, se lavó, adoró a Dios y siguió adelante. En su dolor, reconoció la soberanía de Dios y confió en su voluntad. Su actitud nos enseña que debemos rendirnos ante Dios incluso en los momentos más difíciles.


10. Dios puede restaurar después del arrepentimiento (2 Samuel 12:24)

Después de este episodio, Dios bendijo a David con otro hijo: Salomón. A pesar de su pecado, Dios restauró su vida y cumplió sus planes. Esto nos enseña que, aunque caigamos, Dios es fiel para restaurarnos si nos volvemos a Él con un corazón sincero.

Predica sobre 2 de Samuel 12 Dios confronta El pecado de David

  1. Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo
  2. Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor
  3. Predica sobre Dios honra a los que le honran

Conclusión:

La historia de David nos muestra la realidad del pecado, sus consecuencias y la gracia de Dios. No importa cuán lejos hayamos caído, si nos arrepentimos sinceramente, Dios está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos. Que esta historia nos motive a vivir en obediencia a Dios y a acudir a Él en humildad cuando fallemos. Amén.

Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo

 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo


En 2 Corintios 3, el apóstol Pablo nos muestra la diferencia entre el antiguo pacto basado en la ley y el nuevo pacto de la gracia en Cristo. Este capítulo nos revela cómo el Espíritu Santo transforma nuestra vida, dándonos libertad y haciéndonos cartas vivientes de Cristo.

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1. Nuestra vida como carta de Cristo (2 Corintios 3:2)

Pablo dice que los creyentes son "cartas abiertas y conocidas por todos los hombres." Nuestra vida debe reflejar el carácter y el amor de Cristo, siendo un testimonio vivo para el mundo.


2. El Espíritu Santo escribe el nuevo pacto en nuestros corazones (2 Corintios 3:3)

Ya no es una ley escrita en piedra, sino en el corazón. El Espíritu Santo nos transforma internamente, permitiéndonos vivir según la voluntad de Dios.


3. Nuestra suficiencia viene de Dios (2 Corintios 3:5)

No confiamos en nuestras propias fuerzas, sino en la gracia de Dios. Es Él quien nos capacita para cumplir Su propósito.


4. El ministerio del Espíritu y la ley (2 Corintios 3:6)

La ley traía condenación, pero el Espíritu trae vida. En Cristo, vivimos en una relación basada en el amor y la comunión con Dios, no en reglas externas.


5. La gloria del nuevo pacto es mucho mayor (2 Corintios 3:7-8)

Si la gloria del antiguo pacto fue grande, ¡cuánto más glorioso es el ministerio del Espíritu! En Cristo, experimentamos una gloria que no se desvanece.


6. El ministerio de justicia es mucho más glorioso (2 Corintios 3:9)

Mientras la ley señalaba el pecado, el nuevo pacto nos declara justos en Cristo. Su justicia nos cubre y nos da acceso a la presencia de Dios.


7. Una gloria duradera en Cristo (2 Corintios 3:11)

La gloria del antiguo pacto era temporal, pero la de Cristo es eterna. Nuestra vida en Él es un reflejo de esa gloria que no se desvanece.


8. Libertad en el Espíritu (2 Corintios 3:17)

"Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad." El Espíritu nos libera de la esclavitud del pecado y nos da una vida plena en Cristo.


9. Transformados a la imagen de Cristo (2 Corintios 3:18)

El Espíritu Santo nos va moldeando poco a poco, reflejando la imagen de Cristo en nosotros. Este es un proceso continuo de santificación.


10. La necesidad de vivir en el nuevo pacto (2 Corintios 3:5)

No podemos vivir bajo las reglas del antiguo pacto. Debemos abrazar la gracia y el poder del Espíritu Santo, confiando en la obra de Dios en nuestras vidas.

Predica sobre 2 Corintios 3 El Nuevo Pacto y Nuestra Vida en Cristo

  1. Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor
  2. Predica sobre Dios honra a los que le honran
  3. Predica sobre El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración

Conclusión

Dios nos ha dado un nuevo pacto, un camino de vida en el Espíritu. Nuestra vida debe ser una carta abierta de Cristo, reflejando Su amor, justicia y gloria. Caminemos en la libertad del Espíritu, transformados día a día a Su imagen.

Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor

 El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor


Dorcas, también llamada Tabita, es un ejemplo inspirador de servicio cristiano. Su vida y su ministerio nos enseñan el valor de las buenas obras, la compasión y la fe en el poder de Dios.

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1. ¿Quién fue Dorcas? (Hechos 9:36)

Dorcas era una discípula de Jesús en Jope, conocida por su amor y servicio a los necesitados. Su nombre significa "gacela", reflejando su gracia y generosidad.


2. Una vida de buenas obras (Hechos 9:36)

La Biblia destaca que Dorcas "abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía." Su vida fue un testimonio de amor en acción, ayudando a los pobres y a las viudas.


3. El impacto de su muerte (Hechos 9:37)

Cuando Dorcas murió, su ausencia se sintió profundamente. Su comunidad quedó devastada porque su vida había sido una bendición para muchos.


4. La comunidad clama por ayuda (Hechos 9:37-38)

Los creyentes enviaron a buscar a Pedro, mostrando la fe y la desesperación de quienes amaban a Dorcas. Su ministerio dejó una huella tan grande que no podían resignarse a perderla.


5. El testimonio de las viudas (Hechos 9:39)

Las viudas mostraban las túnicas y vestidos que Dorcas había hecho, evidenciando su amor práctico. Su servicio no era solo palabras, sino acciones que transformaban vidas.


6. La oración antes del milagro (Hechos 9:40)

Pedro oró antes de actuar. Este momento nos recuerda que los milagros ocurren cuando dependemos de Dios y buscamos Su dirección.


7. La resurrección de Dorcas (Hechos 9:40)

Con una palabra de autoridad, Pedro dijo: "Tabita, levántate." Dorcas abrió los ojos y se incorporó, demostrando el poder de Dios sobre la muerte.


8. El testimonio del milagro (Hechos 9:41)

Pedro presentó a Dorcas viva, fortaleciendo la fe de la comunidad y mostrando que Dios responde a la oración con poder.


9. El impacto del milagro en la ciudad (Hechos 9:42)

El milagro se difundió y "muchos creyeron en el Señor." La resurrección de Dorcas llevó a la conversión de muchas personas.


10. Un legado de servicio (Hechos 9:42)

Dorcas nos deja un legado: servir con amor, vivir con compasión y confiar en el poder de Dios. Su ministerio sigue inspirando a la Iglesia hoy.

Predica sobre El Ministerio de Dorcas: Un Legado de Servicio y Amor

  1. Predica sobre Dios honra a los que le honran
  2. Predica sobre El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración
  3. Predica sobre El Gran Mandamiento

Conclusión

La historia de Dorcas nos desafía a ser discípulos activos, demostrando nuestra fe a través del servicio. ¿Estamos impactando vidas como ella lo hizo? Que su ejemplo nos motive a vivir para la gloria de Dios, ayudando a los demás con amor genuino.


¡Amén!

Predica sobre Dios honra a los que le honran

 Sermón: Dios Honra a Quienes Le Honran


Querida congregación, hoy exploraremos un principio espiritual poderoso: Dios honra a quienes le honran. Este principio nos desafía a vivir una vida centrada en Dios, reconociendo Su lugar supremo en todo lo que hacemos.

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1. El principio de honrar a Dios (1 Samuel 2:30)

En 1 Samuel 2:30, Dios declara: “Yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.” Este principio eterno nos muestra que honrar a Dios abre las puertas de Su favor, mientras que deshonrarlo nos aparta de Sus bendiciones.


2. Honrar a Dios es ponerlo en primer lugar (Mateo 6:33)

Jesús nos instruyó: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Honrar a Dios significa darle el primer lugar en nuestras prioridades, tiempo y decisiones.


3. Honrar a Dios mediante la obediencia (Isaías 1:19)

Isaías 1:19 dice: “Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra.” La obediencia es una forma práctica de honrar a Dios. No basta con palabras; nuestras acciones deben reflejar nuestra devoción a Él.


4. El honor atrae la presencia de Dios (Proverbios 8:17)

Dios promete: “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.” Honrar a Dios con nuestra búsqueda diaria de Su presencia nos acerca más a Él y permite que Su gloria se manifieste en nuestra vida.


5. Honra a Dios con tus posesiones (Proverbios 3:9)

“Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos.” Este versículo nos recuerda que honrar a Dios incluye nuestra generosidad, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él.


6. La fidelidad de Dios hacia quienes le honran (Salmo 84:11)

El salmista declara: “Jehová Dios es sol y escudo; gracia y gloria dará; no quitará el bien a los que andan en integridad.” Dios es fiel y recompensa a quienes viven una vida que le honra.


7. El ejemplo de Daniel: honrar a Dios en medio de la adversidad (Daniel 6:3)

Daniel es un ejemplo de cómo honrar a Dios incluso en medio de oposición. Su fidelidad y su compromiso con la oración demostraron que honrar a Dios trae favor, protección y promoción, incluso en circunstancias difíciles.


8. Dios rechaza a quienes no le honran (Oseas 4:6)

En Oseas 4:6, Dios dice: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.” El deshonrar a Dios trae consecuencias. Cuando ignoramos Sus caminos, nos alejamos de Sus promesas y Su propósito.


9. Jesús enseña acerca de honrar a Dios con el corazón (Mateo 15:8)

Jesús advirtió: “Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.” Honrar a Dios no es solo una cuestión de palabras o actos externos, sino de una devoción genuina que fluye desde el corazón.


10. La recompensa máxima por honrar a Dios (Mateo 25:21)

Jesús dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” La mayor recompensa por honrar a Dios es escuchar estas palabras y disfrutar de la vida eterna en Su presencia.

Predica sobre Dios honra a los que le honran
  1. Predica sobre El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración
  2. Predica sobre El Gran Mandamiento
  3. Predica sobre La Salvación


Conclusión

Honrar a Dios es mucho más que un acto; es un estilo de vida. Se refleja en cómo amamos, servimos, damos y vivimos para Su gloria. Cuando honramos a Dios, Él nos honra con Su favor, Su protección y Sus bendiciones.


Hoy, examina tu vida: ¿Estás honrando a Dios en todo lo que haces? Si hay áreas en las que necesitas crecer, acércate a Él con humildad, porque Su gracia está disponible para ti.


Vivamos para honrar a nuestro Señor, sabiendo que Su recompensa es segura.


¡Amén!

Predica sobre El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración

  El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración


Queridos hermanos y hermanas, hoy reflexionaremos sobre el Getsemaní, un lugar de profunda enseñanza espiritual. Es aquí donde Jesús mostró la profundidad de Su humanidad y Su obediencia divina. El Getsemaní representa oración, lucha, vigilancia y entrega a la voluntad de Dios, y nos invita a imitar el ejemplo de Cristo en nuestras vidas.

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1. El lugar de oración (Mateo 26:36)

El Getsemaní fue el lugar donde Jesús llevó a Sus discípulos para orar antes de enfrentar la cruz. Dice Mateo 26:36: “Entonces Jesús llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.”


La oración fue Su refugio en un momento de gran angustia. De la misma manera, nosotros debemos acudir a la oración como nuestro refugio en tiempos de incertidumbre y dificultad.


2. La importancia de la oración en tiempos de crisis

Jesús nos enseñó que, en los momentos de crisis, la oración no es opcional; es esencial. En Getsemaní, Jesús oró fervientemente, derramando Su alma delante del Padre. Esto nos recuerda que debemos buscar a Dios con intensidad cuando enfrentamos desafíos, sabiendo que Él escucha y responde.


3. El lugar de la obediencia (Mateo 26:39)

Jesús oró: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” (Mateo 26:39). Estas palabras reflejan una obediencia total a la voluntad de Dios, incluso cuando esa voluntad implica sufrimiento.


En nuestras vidas, el Getsemaní simboliza el lugar donde dejamos de lado nuestros deseos para someternos a lo que Dios ha planeado para nosotros.


4. El conflicto entre la carne y el espíritu (Mateo 26:41)

Jesús dijo a Sus discípulos: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41).


Este pasaje nos recuerda que, aunque nuestro espíritu anhela hacer la voluntad de Dios, nuestra carne a menudo se resiste. Es a través de la oración y la vigilancia que podemos superar las debilidades de nuestra naturaleza humana.


5. Lugar de vigilancia (Mateo 26:40-41)

Jesús encontró a Sus discípulos dormidos y les dijo: “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad.” El Getsemaní nos enseña la importancia de estar atentos, tanto espiritualmente como en nuestras vidas diarias, para no ser vencidos por las tentaciones o las distracciones.


6. Lugar de la voluntad de Dios (Mateo 26:42)

Jesús reafirmó Su entrega diciendo: “Hágase tu voluntad.” El Getsemaní es el lugar donde se confirma que los planes de Dios son mejores que los nuestros, aunque a veces sean difíciles de entender. Este es un llamado a confiar plenamente en Su soberanía.


7. Lugar de perseverancia (Mateo 26:44)

Jesús no oró solo una vez, sino repetidamente. Esto nos enseña a perseverar en la oración, especialmente cuando enfrentamos situaciones desafiantes. La persistencia en buscar a Dios nos fortalece y nos prepara para lo que vendrá.


8. Getsemaní y el sacrificio de Cristo (Mateo 26:46)

Después de orar, Jesús dijo a Sus discípulos: “Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.” (Mateo 26:46). Este momento marca el inicio del sacrificio supremo de Jesús por nuestros pecados.


Getsemaní es un recordatorio de que nuestra salvación tuvo un precio y que Jesús enfrentó el dolor y la traición con valentía y amor por nosotros.

Predica sobre El Getsemaní, el Lugar de Entrega y Oración

  1. Predica sobre El Gran Mandamiento
  2. Predica sobre La Salvación
  3. Predica sobre Levántate y Resplandece

Conclusión

El Getsemaní nos enseña que la oración, la obediencia y la confianza en Dios son esenciales en nuestra vida cristiana. Es el lugar donde dejamos nuestras cargas y recibimos fortaleza para enfrentar los desafíos.


Hoy, te animo a identificar tu “Getsemaní.” ¿Hay áreas de tu vida donde necesitas someterte a la voluntad de Dios? ¿Estás orando y velando en los momentos de crisis?


Sigamos el ejemplo de Jesús: confiemos en el Padre, perseveremos en la oración y entreguemos nuestra voluntad a Él. Porque en Su presencia encontramos paz, fuerza y dirección.


¡Amén!

Predica sobre El Gran Mandamiento

 Sermón: El Gran Mandamiento


Queridos hermanos y hermanas, hoy exploraremos el fundamento de nuestra fe y vida cristiana: el Gran Mandamiento. Jesús nos enseñó que todo se resume en el amor: amar a Dios con todo nuestro ser y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Al reflexionar sobre este llamado, descubriremos que el amor no solo es un mandamiento, sino la esencia misma de nuestra relación con Dios y con los demás.

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1. El llamado al amor supremo a Dios (Mateo 22:37)

Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Este mandamiento nos llama a priorizar a Dios por encima de todo. Nuestro amor hacia Él debe ser absoluto, completo e indivisible.


2. Amar con todo entendimiento (Mateo 22:37)

Amar a Dios incluye el uso de nuestra mente. No es solo una emoción, sino un compromiso racional y consciente de conocerle más profundamente y vivir de acuerdo con Su voluntad. Este amor intelectual nos lleva a estudiar Su Palabra y meditar en Su verdad.


3. El corazón transformado por el amor a Dios (Proverbios 23:26)

Dios nos dice: “Dame, hijo mío, tu corazón.” Nuestro amor a Dios transforma nuestro corazón. Este amor nos purifica, nos llena de gozo y nos impulsa a obedecerle con sinceridad. Cuando nuestro corazón pertenece a Dios, nuestras acciones reflejan Su carácter.


4. El segundo mandamiento: Amarás a tu prójimo (Mateo 22:39)

Jesús añadió: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). Amar a Dios no puede separarse de amar a los demás. Este amor incluye cuidado, empatía y disposición para ayudar a quienes están en necesidad.

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5. Amar como Jesús amó (Juan 15:12)

Jesús nos dejó el ejemplo supremo de amor: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Juan 15:12). Su amor fue sacrificial y desinteresado, demostrando que el verdadero amor busca el bien de los demás por encima del propio.


6. La esencia de la ley y los profetas (Mateo 22:40)

Jesús declaró que “de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:40). Todo lo que Dios nos ha enseñado en Su Palabra se resume en el amor. Cuando amamos como Él nos manda, cumplimos Su propósito.


7. El amor que todo lo soporta (1 Corintios 13:4,7)

El amor cristiano es paciente, bondadoso y nunca se rinde. Como nos enseña 1 Corintios 13, el amor verdadero persevera en medio de las pruebas. Amar implica sacrificio y compromiso, incluso en los momentos difíciles.


8. Ama incluso a tus enemigos (Mateo 5:44)

Jesús nos desafía a un amor radical: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen.” Este mandamiento rompe barreras y refleja el carácter de Dios. Amar a quienes nos hacen daño nos libera de la amargura y nos acerca a la perfección de nuestro Padre celestial.


9. El amor práctico: la fe en acción (1 Juan 3:18)

Juan nos exhorta: “No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” El amor verdadero se demuestra con acciones. Como cristianos, estamos llamados a servir, consolar y compartir nuestras bendiciones con los demás.


10. El amor como fruto del Espíritu (Gálatas 5:22a)

El amor es el primer fruto del Espíritu Santo. Este amor no nace de nuestras propias fuerzas, sino de la obra transformadora de Dios en nosotros. A medida que caminamos en el Espíritu, nuestro amor se vuelve más genuino, desinteresado y glorificador a Dios.

Predica sobre El Gran Mandamiento
  1. Predica sobre La Salvación
  2. Predica sobre Levántate y Resplandece
  3. Predica sobre Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana


Conclusión

El Gran Mandamiento no es solo una regla, sino un estilo de vida. Amar a Dios con todo nuestro ser y amar a los demás como a nosotros mismos nos alinea con Su voluntad y nos permite ser luz en un mundo lleno de oscuridad.


Hoy, te invito a reflexionar: ¿Está tu vida centrada en el amor a Dios y a los demás? Si no es así, pídele al Señor que transforme tu corazón y te llene de Su amor. Porque cuando amamos como Dios nos manda, reflejamos Su gloria y cumplimos Su propósito.


¡Amemos como Cristo nos amó! ¡Amén!

Predica sobre La Salvación

  Predica sobre La Salvación


Amados hermanos y hermanas, hoy reflexionaremos sobre el tema más fundamental de nuestra fe: la salvación. Este regalo incomparable de Dios nos invita a experimentar Su amor, gracia y poder transformador. Siguiendo las Escrituras, exploraremos qué significa la salvación, cómo podemos recibirla y qué implica vivir como personas redimidas.

De quién es el nombre escrito allí?

  •     • Los que “vienen a” Cristo – Mateo 11:28-30
  •     • Los “íntegros” o “justos” – Mateo 9:12-13
  •     • Los “reconciliados con Dios” – Colosenses 1:20-21         ◦ Romanos 5:8-10
  •     • Los que forman parte del “único Cuerpo” – Efesios 2:16; 4:1-6
  •     • ¡Aquellos que son enseñados y perfeccionados por la Verdad! – Efesios 4
  •     • Los que han “nacido de nuevo” – 1 Pedro 1:23
  •     • El que “permanece en la doctrina de Cristo” 2 Juan 9-11
  •     • Los que “andan en la luz” – 1 Juan 1:5-10
  •     • Los “bautizados en Cristo” – Gálatas 3:26-29
  •     • “Todo aquel que cree” – Juan 3:16
  •     • Los “fieles hasta la muerte” – Apocalipsis 2:10
  •     • Los que hacen la “voluntad de mi Padre” – Mateo 7:21
  •     • Los “hacedores de la palabra” – Santiago 1:22-25
  •     • Los “firmes e inamovibles” – 1 Corintios 15:58
  •     • El que NO ha “creído en vano” – 1 Cor. 15:1-2
  •     • Los que “andan en el Espíritu” – Gálatas 5:16, 22-26


1. La necesidad de la salvación (Romanos 3:23)

La Biblia nos declara que “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Nadie está exento de la realidad del pecado. Nuestra naturaleza caída nos separa de Dios y nos condena a una eternidad lejos de Su presencia. Reconocer nuestra necesidad de salvación es el primer paso hacia la redención.


2. La fuente de la salvación: el amor de Dios (Juan 3:16)

La salvación comienza en el corazón de Dios. Juan 3:16 nos recuerda que “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” El amor incondicional de Dios es el motor de nuestra redención.


3. Jesucristo: El único camino a la salvación (Juan 14:6)

Jesús mismo declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). No hay otro mediador entre Dios y los hombres. La salvación no se encuentra en sistemas religiosos ni en buenas obras, sino en una relación personal con Cristo.


4. La salvación es por gracia, no por obras (Efesios 2:8)

Efesios 2:8 afirma: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.” Nuestra salvación no depende de méritos humanos, sino de la gracia inmerecida de Dios. No podemos ganar la salvación; solo podemos recibirla con gratitud.


5. La cruz de Cristo es la base de la salvación (1 Corintios 15:3)

Pablo enseña que “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:3). En la cruz, Jesús tomó nuestro lugar, pagando el precio por nuestros pecados. Su sacrificio perfecto es la base de nuestra salvación.


6. La fe es el medio para recibir la salvación (Romanos 10:9)

Romanos 10:9 dice: “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” La fe es la llave que abre la puerta a la salvación. Creer en Cristo implica confiar completamente en Su obra redentora.


7. El nuevo nacimiento es necesario para la salvación (Juan 3:3)

Jesús dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). La salvación no es solo un cambio externo, sino una transformación interna. El nuevo nacimiento nos da una nueva identidad en Cristo.


8. La salvación nos libera del poder del pecado (Romanos 6:14)

En Cristo, ya no estamos esclavizados al pecado. Romanos 6:14 dice: “El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.” La salvación nos empodera para vivir en victoria, obedeciendo a Dios y reflejando Su santidad.


9. La salvación nos garantiza la vida eterna (1 Juan 2:25)

Dios nos ha prometido vida eterna, y Su palabra es fiel. 1 Juan 2:25 declara: “Y esta es la promesa que Él nos hizo: la vida eterna.” La salvación nos asegura una eternidad con Dios, libre de dolor, sufrimiento y muerte.


10. La salvación es para todos los que creen (Romanos 10:13)

El mensaje de salvación es universal: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13). No importa nuestra nacionalidad, pasado o condición actual. Dios extiende Su amor y gracia a todos los que creen en Él.

Predica sobre La Salvación

  1. Predica sobre Levántate y Resplandece
  2. Predica sobre Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana
  3. Predica sobre El Noviazgo Cristiano

Conclusión

La salvación es el regalo más grande que podemos recibir, y viene únicamente por medio de Jesucristo. Hoy, te invito a reflexionar: ¿Has aceptado este regalo? Si no lo has hecho, este es el momento para abrir tu corazón a Dios, confesar tus pecados y recibir Su gracia.


Recordemos siempre que hemos sido salvados no por nuestras obras, sino por la inmensa gracia de Dios, para vivir en santidad y compartir este mensaje con otros. Que nuestras vidas reflejen la transformación que solo la salvación en Cristo puede traer. ¡Amén!

Predica sobre Levántate y Resplandece

 Levántate y Resplandece


Amados hermanos, el mensaje de Isaías 60:1 es un llamado poderoso de parte de Dios: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Hoy reflexionaremos sobre este mandato divino, que nos invita a levantarnos de la oscuridad y resplandecer con la luz de Dios en un mundo que desesperadamente necesita su esperanza y salvación.


1. El llamado a la acción: ¡Levántate! (Isaías 60:1)

Dios nos llama a levantarnos, a salir de cualquier estado de pasividad, derrota o estancamiento. Este mandato no es opcional; es un imperativo divino que nos recuerda que somos agentes de cambio en el Reino de Dios. ¡Levántate, iglesia, porque la luz de Cristo brilla sobre ti!


2. La gloria de Dios es nuestra luz (Isaías 60:19)

Isaías 60:19 dice que el Señor mismo será nuestra luz eterna. En Cristo encontramos esa luz que nunca se apaga, una gloria que nos transforma y nos llena de esperanza. Esta luz no depende de circunstancias externas, sino de la presencia constante de Dios en nuestras vidas.


3. Resplandecer es dar testimonio de Cristo (Mateo 5:16)

Jesús nos llama a ser la luz del mundo en Mateo 5:16. Resplandecer no significa ser perfectos, sino reflejar el carácter de Cristo a través de nuestras palabras y acciones. Nuestro testimonio puede iluminar la vida de aquellos que todavía caminan en tinieblas.


4. De pie en la oscuridad (Isaías 60:2)

Aunque el mundo esté cubierto por la oscuridad del pecado y la desesperanza, Dios nos llama a ser luz en medio de las tinieblas. Isaías 60:2 nos recuerda que la gloria del Señor se levanta sobre su pueblo incluso en los momentos más oscuros.


5. El poder de Dios nos eleva (1 Corintios 6:14)

Dios no solo nos llama a levantarnos; Él nos da el poder para hacerlo. En 1 Corintios 6:14, se nos asegura que el mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos está disponible para nosotros. Confiemos en Su fuerza para superar nuestras debilidades.


6. Somos luz en el Señor (Efesios 5:8)

Efesios 5:8 dice: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.” Nuestra identidad en Cristo nos transforma de ser participantes de la oscuridad a ser portadores de Su luz.


7. Levántate con valor y fe (Josué 1:9)

El mandato de levantarse requiere valentía. En Josué 1:9, Dios dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente.” La fe nos da el valor necesario para enfrentar los desafíos de la vida, sabiendo que Dios está con nosotros.


8. Resplandecer es influir con justicia (Isaías 58:8)

La luz de Dios no solo nos llena, sino que también nos transforma para ser agentes de justicia en el mundo. Isaías 58:8 dice: “Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto.” Al vivir en justicia, reflejamos el carácter de Dios y su bondad al mundo.


9. El mundo espera la luz de Dios en nosotros (Romanos 8:19)

El apóstol Pablo dice en Romanos 8:19 que la creación espera con anhelo la manifestación de los hijos de Dios. El mundo necesita que la iglesia se levante y resplandezca, mostrando la esperanza, el amor y la gracia de Cristo.


10. La promesa de gloria futura (Isaías 60:3)

Isaías 60:3 nos da una promesa hermosa: “Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.” Esta promesa no solo nos da esperanza para el futuro, sino que nos recuerda que nuestra luz tiene un propósito eterno: guiar a otros hacia la gloria de Dios.

Predica sobre Levántate y Resplandece
  1. Predica sobre Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana
  2. Predica sobre El Noviazgo Cristiano
  3. Predica sobre Mateo 10:16 - El Llamado Misionero


Conclusión

Hermanos, Dios nos ha llamado a levantarnos y resplandecer en un mundo que necesita desesperadamente la luz de Cristo. Hoy es el día de abandonar la apatía, el temor y la duda. Levantémonos con valentía, confiando en la gloria de Dios que brilla sobre nosotros. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de Su amor y gracia.


¡Levántate y resplandece, porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti! ¡Amén!

Predica sobre Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana

 Sermón: Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana


Amados hermanos, hoy reflexionaremos sobre un concepto esencial en la vida cristiana: la koinonía, una palabra griega que significa comunión, compañerismo y unidad en Cristo. A través de las Escrituras, aprendemos que la koinonía no es solo una idea, sino un llamado a vivir en unidad, amor y servicio mutuo como cuerpo de Cristo.

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1. El significado de la koinonía: comunión en Cristo (1 Juan 1:3)

La koinonía implica una comunión íntima con Dios y con los demás creyentes. En 1 Juan 1:3, el apóstol nos recuerda que nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Esta relación vertical con Dios es la base para nuestra relación horizontal con los demás.


2. La koinonía comienza con Dios (1 Juan 1:7)

La comunión verdadera solo es posible si caminamos en la luz de Dios. 1 Juan 1:7 nos dice: “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros.” La koinonía comienza al ser reconciliados con Dios a través de Cristo, quien nos une como una sola familia.


3. La Unidad del Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13)

En Cristo, todos los creyentes son bautizados en un solo Espíritu y forman un solo cuerpo. 1 Corintios 12:13 nos recuerda que, sin importar nuestras diferencias, somos uno en el Señor. La unidad no es uniformidad, sino una diversidad armoniosa que glorifica a Dios.


4. Compartir las bendiciones y cargas de los demás (Gálatas 6:2)

La koinonía también significa compartir nuestras vidas. Gálatas 6:2 nos llama a llevar las cargas unos de otros, cumpliendo así la ley de Cristo. Esto implica orar, apoyar y caminar junto a nuestros hermanos en tiempos de alegría y dificultad.


5. La importancia de partir el pan en la koinonía (Hechos 2:42)

La primera iglesia practicaba la koinonía al reunirse para partir el pan y orar juntos. Hechos 2:42 destaca esta comunión como una parte integral de su fe. Cuando compartimos la Cena del Señor, recordamos el sacrificio de Cristo y fortalecemos nuestra unidad en Él.


6. La generosidad como expresión de la koinonía (Hechos 2:44)

La koinonía también se manifiesta en la generosidad. En Hechos 2:44, los creyentes compartían sus bienes con aquellos que tenían necesidad. Esta actitud de desprendimiento refleja el amor de Cristo y demuestra que la comunión va más allá de las palabras.


7. El Espíritu Santo como base de la koinonía (2 Corintios 13:14)

La comunión cristiana tiene su fundamento en el Espíritu Santo. En 2 Corintios 13:14, Pablo menciona la comunión del Espíritu como una bendición para los creyentes. Es el Espíritu quien nos une, nos guía y nos fortalece en nuestra relación con Dios y con los demás.


8. El compañerismo produce crecimiento espiritual (Proverbios 27:17)

La koinonía nos ayuda a crecer espiritualmente. Proverbios 27:17 dice: “El hierro con hierro se aguza, y así el hombre aguza el rostro de su amigo.” Al interactuar y edificarnos mutuamente, somos transformados a la imagen de Cristo.


9. Koinonía en medio de la diversidad (Gálatas 3:28)

En Cristo, las barreras sociales, culturales y económicas desaparecen. Gálatas 3:28 proclama que no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús. La koinonía celebra la diversidad como una expresión de la gracia de Dios.


10. El gozo de vivir en koinonía (Salmo 133:1)

El Salmo 133:1 dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” La comunión cristiana trae gozo, paz y fortaleza, porque refleja el diseño divino para nuestras vidas: vivir en unidad con Dios y con los demás.

Predica sobre Koinonía: Vivir en Comunión Cristiana
Veja também
  1. Predica sobre El Noviazgo Cristiano
  2. Predica sobre Mateo 10:16 - El Llamado Misionero
  3. Predica sobre Isaías 50 - La Fidelidad y el Poder de Dios


Conclusión

Hermanos, la koinonía no es solo un ideal; es un llamado a vivir como una familia espiritual. A medida que cultivamos la comunión con Dios y con los demás, reflejamos el amor de Cristo al mundo.


Hoy, te invito a reflexionar: ¿estás viviendo en koinonía? ¿Estás compartiendo tus bendiciones y llevando las cargas de tus hermanos? Que Dios nos dé la gracia de vivir en comunión verdadera, para su gloria y para el fortalecimiento de su Iglesia. ¡Amén!

Predica sobre El Noviazgo Cristiano

 El Noviazgo Cristiano


Amados hermanos, hoy abordamos un tema de vital importancia en la vida cristiana: el noviazgo. Este tiempo es mucho más que una etapa emocional; es una oportunidad para glorificar a Dios y prepararse para el pacto del matrimonio. A través de las Escrituras, descubrimos principios que deben guiar nuestras relaciones desde el principio, siempre con el propósito de honrar al Señor.

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1. Las citas deben tener un propósito: el matrimonio (Mateo 19:6)

El propósito fundamental del noviazgo cristiano es discernir si la relación puede culminar en un matrimonio que glorifique a Dios. Jesús nos enseña en Mateo 19:6 que el matrimonio es una unión establecida por Dios, y no debe tomarse a la ligera. Por lo tanto, nuestras citas deben ser intencionales, buscando siempre la voluntad de Dios.


2. Buscar la guía de Dios antes de iniciar una relación (Proverbios 3:5-6)

Antes de embarcarnos en una relación, debemos buscar la guía de Dios. Proverbios 3:5-6 nos recuerda confiar en el Señor con todo nuestro corazón y permitirle dirigir nuestros caminos. Esto incluye orar por sabiduría y discernimiento para saber si la persona con la que estamos interesados comparte nuestros valores y fe.


3. La importancia de una relación con un cristiano (2 Corintios 6:14)

El apóstol Pablo advierte en 2 Corintios 6:14 sobre el yugo desigual. Una relación entre un creyente y un no creyente puede ser difícil y llevar a conflictos espirituales. Por eso, es esencial buscar una pareja que comparta nuestra fe y nuestro compromiso con Cristo.


4. Pureza en las citas: guardar el cuerpo y el alma (1 Corintios 6:18)

La pureza es un mandato bíblico. En 1 Corintios 6:18, Pablo nos llama a huir de la inmoralidad sexual. Esto implica establecer límites claros y honrar a Dios con nuestro cuerpo, reconociendo que es el templo del Espíritu Santo.

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5. Construyendo una relación basada en la Palabra de Dios (Salmo 119:105)

La Palabra de Dios debe ser la base de cualquier relación cristiana. El Salmo 119:105 dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” Una relación que se guía por las Escrituras tiene una base sólida y está orientada hacia el propósito divino.


6. Amor que refleja el amor de Cristo (1 Corintios 13:4)

El amor verdadero debe reflejar el amor de Cristo, como lo describe 1 Corintios 13:4. Es paciente, bondadoso y desinteresado. Un noviazgo cristiano debe ser un reflejo de este tipo de amor, que busca lo mejor para la otra persona sin egoísmo ni orgullo.


7. Comunicación Sana y Transparente (Efesios 4:25)

La comunicación es esencial en cualquier relación. Efesios 4:25 nos anima a hablar con verdad, dejando de lado las mentiras y siendo honestos en nuestras conversaciones. La transparencia y la sinceridad fortalecen la confianza y el respeto mutuo.


8. Establecer límites para honrar a Dios (1 Corintios 10:23)

Aunque muchas cosas son permitidas, no todas son edificantes. En 1 Corintios 10:23, Pablo nos recuerda que debemos actuar de manera que glorifique a Dios. Esto incluye establecer límites en la relación para evitar caer en tentaciones y mantener nuestra pureza.


9. Servir y crecer juntos en Cristo (Gálatas 5:13)

El noviazgo es una oportunidad para servir a Dios y a otros juntos. Gálatas 5:13 nos llama a servirnos unos a otros por amor. Esto significa apoyar el crecimiento espiritual de nuestra pareja y buscar formas de impactar positivamente en el reino de Dios como equipo.


10. Preparándose para ser un cónyuge conforme al corazón de Dios (Proverbios 31:10)

El tiempo de noviazgo también es un tiempo de preparación. Proverbios 31:10 describe a la mujer virtuosa, pero su aplicación es para ambos géneros. Debemos esforzarnos por ser la persona que Dios desea que seamos, moldeando nuestro carácter para reflejar a Cristo en el matrimonio.

Predica sobre El Noviazgo Cristiano

  1. Predica sobre Mateo 10:16 - El Llamado Misionero
  2. Predica sobre Isaías 50 - La Fidelidad y el Poder de Dios
  3. Predica sobre  La Puerta Estrecha y la Puerta Ancha

Conclusión

El noviazgo cristiano no es solo una etapa, sino un tiempo de preparación y crecimiento espiritual. Es un camino que debemos recorrer con intencionalidad, buscando la guía de Dios y honrándolo en todo momento.


Hoy, te invito a reflexionar: ¿Estás permitiendo que Dios dirija tus relaciones? ¿Estás comprometido a mantener la pureza y a construir una relación basada en su Palabra? Que nuestras relaciones reflejen el amor de Cristo y glorifiquen a Dios en todo. ¡Amén!

 
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Juan 3 16 Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todos los que creen en él no perezcan, sino que tengan vida eterna.