¿Cómo Entregarse a Dios en Cuerpo y Alma?
Un tema fundamental para nuestra vida cristiana: cómo entregarnos a Dios en cuerpo y alma. Dios nos llama a una relación de compromiso total y entrega, donde nuestras vidas son reordenadas para honrar y glorificar Su nombre. A través de varios pasajes bíblicos, exploraremos cómo podemos vivir una vida completamente entregada a Dios.
1: Entrega total y reordenación de vida
La entrega a Dios implica una reordenación total de nuestras prioridades y valores. En 1 Corintios 6:9-11 y Filipenses 3:5-8, vemos ejemplos de cómo personas como Pablo experimentaron una transformación radical al encontrarse con Cristo. Dejar atrás las viejas formas de vida y abrazar la nueva vida en Cristo es una parte esencial de la entrega. Esto significa renunciar a prácticas pecaminosas y abrazar una nueva identidad en Cristo.
2: Compromiso desvergonzado
Jesús nos llama a un compromiso desvergonzado con Él. En Marcos 8:34-38, Jesús habla sobre tomar la cruz y seguirle. La cruz representa un compromiso total incluso si significa renunciar a comodidades o enfrentar desafíos. Entregarse a Dios implica negarnos a nosotros mismos y estar dispuestos a sacrificar nuestras comodidades y deseos por amor a Él.
3: Tu vida, cuerpo y mente/corazón
Romanos 12:1-2 nos insta a ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Esta es una entrega completa de nuestra vida, incluyendo nuestra mente y corazón. No debemos conformarnos a los patrones de este mundo, sino ser transformados por la renovación de nuestra mente. Esto significa vivir de manera diferente a la cultura mundana, alineando nuestras acciones con la voluntad de Dios.
4: Hacer el bien
Entregarse a Dios implica un compromiso activo de hacer el bien. Gálatas 6:10 nos recuerda la importancia de hacer el bien a todos, especialmente a los de la familia de la fe. Efesios 2:10 también destaca que fuimos creados para hacer buenas obras que Dios preparó de antemano. Cuando nos entregamos a Dios, nuestras acciones deben reflejar Su amor y gracia.
5: Haz el bien "como a un Creador fiel"
Colosenses 3:23 nos llama a hacer todo lo que hagamos como para el Señor, no para los hombres. Esta actitud transforma cada acción en un acto de adoración. Al entregarnos a Dios en cuerpo y alma, estamos reconociendo que Él es nuestro Creador fiel que merece lo mejor de nosotros.
6: No confíes en el dinero incierto
La sociedad en la que vivimos a menudo nos enseña a confiar en las riquezas y en lo material. Sin embargo, 1 Timoteo 6:17 nos recuerda que el dinero es incierto y temporal. Para entregarnos a Dios en cuerpo y alma, debemos romper con la mentalidad materialista y reconocer que nuestra verdadera seguridad y confianza deben estar en Dios.
7: Usar lo que tenemos para el bien
Dios nos ha bendecido con recursos para usarlos para el bien. 1 Timoteo 6:18-19 nos insta a ser generosos, dispuestos a dar y compartir con los demás. Cuando usamos nuestras posesiones y recursos para bendición de otros, estamos acumulando tesoros en el cielo. La entrega a Dios implica desapego de las posesiones terrenales y un enfoque en invertir en lo eterno.
8: Entregarnos primero al Señor
En 2 Corintios 8:1-5, vemos un ejemplo conmovedor de entregarnos primero al Señor. Los creyentes en Macedonia dieron con gran generosidad, a pesar de sus propias dificultades económicas. Esta entrega desinteresada y total es un reflejo del amor y la devoción a Dios. Cuando nos entregamos primero a Él, nuestras prioridades y acciones cambian, y su gracia fluye a través de nuestras vidas.
9: Usar nuestros talentos
Eclesiastés 9:10 nos recuerda la importancia de usar nuestros talentos y habilidades mientras tengamos vida. Dios nos ha dotado con capacidades únicas para que las utilicemos en Su servicio. Entregarnos a Dios en cuerpo y alma incluye identificar y usar nuestros talentos para glorificarlo y edificar a la Iglesia.
10: Pasión, fervor y entusiasmo
Colosenses 3:23 nos anima a hacer todo con pasión, fervor y entusiasmo, "de todo corazón". Este nivel de entrega implica que nuestras acciones estén llenas de propósito y devoción sincera. Siguiendo el ejemplo de Jesús, debemos sentir un celo por la obra de Dios en nuestras vidas, como vemos en Juan 2:17.
- Para superar el desánimo: Tened buen ánimo Juan 16:33
- La unidad en la iglesia, el cuerpo de Cristo
- Predica sobre Las Primicias: Honra al Señor y serás honrado Proverbios 3:9
Conclusión:
Entregarnos a Dios en cuerpo y alma es una respuesta amorosa a Su gracia y cuidado. Debemos liberarnos de la trampa de confiar en las riquezas, utilizar lo que tenemos para el bien, entregarnos primero al Señor y usar nuestros talentos para Su gloria. Nuestra entrega debe estar llena de pasión, fervor y entusiasmo, reflejando un celo por Su obra en nuestras vidas.
Entregarnos a Dios en cuerpo y alma es un acto de amor, compromiso y adoración. Significa reordenar nuestra vida, tomar nuestra cruz, renovar nuestra mente y dedicarnos a hacer el bien en todas las áreas de nuestra vida. Recordemos las palabras de Colosenses 3:17: "Y todo lo que hagáis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él". Que nuestras vidas sean testimonios de entrega total y fiel a nuestro Dios.
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